No se enferme cuando nade este verano

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MARTES, 30 de junio de 2020 (HealthDay News) -- Nadar y verano son prácticamente sinónimos, pero enfermarse por las bacterias de los lagos, ríos y el océano pueden arruinarle la diversión, advierten las autoridades de salud de EE. UU.

Desde 2009, casi 120 brotes de enfermedades en 31 estados se han vinculado con las aguas sin tratar destinadas a propósitos recreativos. Pero ser consciente de los daños potenciales y tomar medidas de precaución puede ayudar a mantenerse sano cuando se refresque en el agua, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

"Nadar es una magnífica oportunidad para hacer actividad física, y estamos aconsejando al público que simplemente lo haga de una forma más inteligente y saludable", señaló la coautora del informe, Michele Hlavsa, jefa del Programa de Natación Saludable de los CDC.

La contaminación puede ocurrir a partir de muchas fuentes, dijo. Éstas incluyen el vertido del agua de las tormentas, el desbordamiento de las aguas sépticas o negras, o el agua de las granjas o de las plantas de tratamiento de aguas residuales. "Añaden heces al agua", anotó Hlavsa. Además, los animales defecan en la playa o en el agua.

Las infecciones más comunes son por bacterias, y entre ellas se encuentran el norovirus, la E. coli que produce la toxina de Shiga, el Cryptosporidium y la Shigella.

Esas bacterias pueden provocar náuseas, diarrea, vómitos y fiebre. Lo más frecuente es que estas infecciones desaparezcan solas, pero para algunas personas, por ejemplo los niños y los adultos mayores, estas infecciones pueden resultar letales. Las personas mayores con afecciones crónicas o unos sistemas inmunitarios debilitados pueden ser particularmente susceptibles a enfermar.

"Uno de los brotes que este informe realza implicó a la E. coli productora de toxinas, que tiene el potencial de provocar una peligrosa infección que puede conducir al síndrome urémico hemolítico", advirtió Hlavsa. Esto "puede provocar problemas con los riñones, y potencialmente conducir a la muerte", explicó.

Tragar el agua contaminada es una de las formas más comunes de infectarse. Apuntó que los niños tragan el doble de agua que las personas de a partir de 18 años. Quizá se les deba recordar que no lo hagan.

"Este año, no necesitamos un brote de E. coli encima de la pandemia", enfatizó el Dr. Marc Siegel, profesor de medicina del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

Los datos del Sistema Nacional de Reportes de Brotes de los CDC encontraron que entre 2009 y 2019, hubo 119 brotes por el agua utilizada con fines recreativos en 31 estados, que enfermaron a más de 5,200 personas.

Casi un 90 por ciento de esos brotes comenzaron entre junio y agosto.

Hlavsa cree que el problema es mayor de lo que indican los datos, dado que la mayoría de las personas que enferman con estas bacterias no van al médico ni al hospital.

Las personas que administran las áreas de natación tienen la responsabilidad de garantizar que la playa y el agua no estén contaminadas, apuntó.

"Deberían monitorizar la calidad del agua de forma regular, buscando bacterias", dijo Hlavsa. "También deben conocer el tipo de geografía y topografía del área que rodea a la playa, y las fuentes potenciales de contaminación".

Hlavsa ofrece las siguientes recomendaciones para nadar de forma segura:

  • No nade cuando la piscina o playa estén cerradas, y consulte los avisos sobre la calidad del agua.
  • No nade en agua que esté nublada tras una lluvia fuerte.
  • No nade si tiene diarrea.
  • No trague el agua.
  • No deje que la arena le entre en la boca.

Siegel añadió que no debe permitir que sus hijos naden si no saben usar el sanitario. Los niños que hacen sus necesidades en el agua pueden ser una fuente de infección bacteriana. También sugirió usar gafas para nadar para evitar que el agua entre en los ojos.

Siegel dijo que no se puede contraer la COVID-19 del agua, pero que podría contagiarse de las personas cercanas, de forma que hay que estar muy atento a los alrededores.

"Tenga el doble de cuidado, por la COVID-19", aconsejó. "Dúchese antes y después de nadar". Si nada en una piscina, apuntó, "asegúrese de que esté desinfectada".

Otra bacteria peligrosa que se encuentra en el agua es la bacteria necrosante V. vulnificus, que puede provocar unas infecciones en las heridas potencialmente letales.

Sin embargo, Siegel anotó que es extremadamente rara, y que en realidad no es algo que deba preocupar a las personas.

Según los CDC, cada año ocurren apenas 205 casos de V. vulnificus entre los millones de estadounidenses que nadan en los lagos y el océano. Aun así, 1 de cada 7 fallece de la infección, y la agencia aconseja no entrar al agua salada o salobre si tiene una cortada o un rasguño.

El informe aparece en la edición del 26 de junio de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.

Más información

Averigüe más sobre una natación saludable en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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