Vinculan a los antiácidos una vez más con riesgos letales

man with heartburn
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JUEVES, 6 de junio de 2019 (HealthDay News) -- Las personas que usan antiácidos comunes durante meses a años podrían enfrentarse a unos mayores riesgos de fallecer de enfermedad cardiaca, insuficiencia renal o cáncer de estómago, sugiere un estudio reciente.

En el estudio participaron más de 200,000 adultos de EE. UU. Es el más reciente que plantea preocupaciones sobre los medicamentos, llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP). Incluyen a medicamentos recetados y de venta libre, como Prilosec (omeprazol), Prevacid (lansoprazol) y Nexium (esomeprazol). Y están entre los medicamentos más vendidos en Estados Unidos.

En los últimos años, la investigación ha vinculado el uso prolongado de IBP con un aumento en los riesgos de varias enfermedades y muerte prematura.

Estos hallazgos más recientes apuntan a las causas específicas de muerte vinculadas con los fármacos, señaló el investigador principal, el Dr. Ziyad Al-Aly.

Enfatizó que los aumentos en los riesgos fueron relativamente pequeños. Por ejemplo, a lo largo de 10 años, un 13 por ciento de los usuarios de IBP fallecieron de una afección cardiovascular, incluyendo al ataque cardiaco o el accidente cerebrovascular. Esto es en comparación con poco más de un 11 por ciento de las personas que usaron bloqueadores H2, otro tipo de antiácido.

Cuando los investigadores sopesaron otros factores (como la edad y las afecciones de salud crónicas de los pacientes), el uso de IBP se vinculó con un aumento de más o menos un 18 por ciento en el riesgo de muerte cardiovascular.

Pero, según los expedientes médicos de los pacientes, muchos de los que habían recibido recetas de IBP no presentaban una necesidad documentada.

"Eso es preocupante", señaló Al-Aly, profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis.

"Sugiere que muchas personas usan un IBP sin necesitarlo", enfatizó. "Podrían estar tomando un riesgo sin percibir ningún beneficio".

Pero un experto que no participó en el estudio dijo que no está claro que los IBP, en sí, sean responsables de las tasas más altas de mortalidad.

El Dr. Lawrence Kim es miembro de la junta directiva de la Asociación Americana de Gastroenterología (American Gastroenterological Association). Apuntó que el estudio actual, como otros anteriores, es "observacional", es decir, usó expedientes médicos para monitorizar los resultados de los pacientes.

Esos tipos de estudios no pueden probar causalidad, dijo Kim. Los riesgos más altos observados entre los usuarios de IBP podrían tener otras explicaciones.

En 2017, apuntó Kim, la asociación gastroenterológica publicó una revisión de la investigación sobre el tema.

"El informe concluyó que las evidencias que respaldan a todos esos riesgos tenían una calidad entre baja y muy baja", indicó. "Por tanto, no hay suficientes evidencias para concluir que esos resultados adversos sean probablemente un efecto de la terapia con IBP".

Los IBP funcionan al bloquear al sistema de enzimas que crea el ácido estomacal. Es habitual que se receten para la enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE), en que el ácido estomacal escapa crónicamente al esófago, que es el tubo que conecta a la boca con el estómago.

Muchas personas con ERGE pueden tomar un IBP durante un periodo corto, apuntó Al-Aly. Esto permite que el tejido dañado del esófago sane. Entonces, los pacientes pueden cambiar a un tratamiento distinto, por ejemplo un bloqueador H2. Esos medicamentos incluyen a Tagamet (cimetidina), Pepcid (famotidina) y Zantac (ranitidina).

"La mayoría de las personas no necesitan tomar un IBP durante meses o años", enfatizó Al-Aly.

En este estudio, los riesgos vinculados con los IBP aumentaron con el uso prolongado. Las probabilidades de morir a lo largo de 10 años fueron entre un 63 y un 71 por ciento más altas entre los pacientes que habían usado los fármacos durante al menos un año, en comparación con los que los habían usado durante unos meses.

Pero algunos pacientes con ERGE sí necesitan un tratamiento a largo plazo con IBP, apuntaron Al-Aly y Kim. Esto incluye a las personas con úlceras estomacales recurrentes o esófago de Barrett, que es un daño grave en el revestimiento del esófago que puede dar origen a un cáncer.

Al-Aly recomendó que, antes de comenzar a usar un IBP, la persona se asegure de que en realidad lo necesita. Los medicamentos están disponibles sin receta, pero no se deben usar durante más de un par de semanas sin hablar con el médico, añadió.

Kim dijo que si una persona ha usado un IBP durante un periodo largo, debe hablar con el médico sobre si necesita continuar.

Según el estudio, más de 15 millones de estadounidenses tienen recetas de IBP. Y millones más los compran sin receta sin que un médico lo sepa.

Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista BMJ. Los veteranos del estudio (sobre todo hombres mayores) comenzaron a tomar un IBP o un bloqueador H2 entre 2002 y 2004.

En los 10 años siguientes, un 38 por ciento de los usuarios de IBP fallecieron, al igual que casi un 36 por ciento de los que tomaban bloqueadores H2.

Si los IBP contribuyen a las muertes, el motivo no está claro. Según Al-Aly, la investigación en laboratorio ha apuntado a que los fármacos podrían provocar una disfunción en el revestimiento de los vasos sanguíneos, o perturbar la función inmunitaria y la conformación normal de las bacterias en los intestinos.

Más información

El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU. tiene más información sobre el tratamiento de la ERGE.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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