La depresión y el abuso de sustancias persisten tras el embarazo

Un estudio revela que los problemas continúan durante meses después que el bebé ha nacido

LUNES 16 de agosto (HealthDayNews/HispaniCare) -- Un estudio reciente indica que las mujeres que abusan de la bebida, se deprimen o fuman durante el embarazo incrementan sustancialmente el riesgo de sufrir depresión y usar alcohol tras dar a luz.

"El abuso de la bebida, el uso del tabaco y los síntomas de depresión en cualquier momento del embarazo predijeron problemas posteriores", afirmó Gregory Homish, investigador asociado del Instituto de Investigación sobre adicciones de la Universidad de Buffalo y primer autor del estudio, publicado en la edición de agosto de Alcoholism: Clinical and Experimental Research.

Lo novedoso del estudio, dijo, es que su equipo estaba observando las condiciones en conjunto y durante el embarazo. Se sabe que el abuso del alcohol y la depresión tienen lugar simultáneamente, aunque no siempre se estudian en conjunto, especialmente en mujeres o en mujeres embarazadas, según Homish. "La mayoría de los estudios ha observado las condiciones de manera separada", dijo. "Pero es muy común que la depresión y el abuso del alcohol vayan juntos. La depresión puede llevar al abuso del alcohol y viceversa".

El equipo de Homish evaluó la información de un estudio longitudinal permanente sobre los resultados de los embarazos llamado Maternal Health Practices and Child Development Project. Evaluaron 595 mujeres hasta el octavo mes después del parto.

Entrevistaron y evaluaron a mujeres a los cuatro y siete meses de embarazo, en el parto, y otra vez a los ocho meses después del alumbramiento. "Observamos factores que pudieran predecir [el estado de salud mental] después del parto", sostuvo Homish. Se incluyeron los síntomas de depresión (pero no necesariamente un diagnóstico de depresión clínica), ansiedad, uso de alcohol y tabaco, apoyo social y otros factores.

En cada trimestre, encontraron que las tasas más altas de síntomas depresivos y abuso del alcohol (cuatro bebidas o más en una comida u ocasional) y el uso del tabaco se asociaban con un mayor riesgo de depresión y con tener problemas de alcohol ocho meses después del parto.

Por ejemplo, las mujeres que fumaron durante el primer trimestre tenían el doble de posibilidades de tener depresión y problemas de alcohol luego del parto que aquellas que no fumaron durante el primer trimestre. Las mujeres que abusaron de la bebida durante el primer trimestre tenían casi cinco veces más posibilidades que aquellas que no consumieron alcohol de tener problemas de alcohol y depresión después.

La ansiedad del tercer trimestre también estaba asociada con problemas de alcohol y depresión después. El apoyo social, o la falta del mismo, no se relacionó con el riesgo de problemas de depresión y alcohol después.

"La idea de que [los problemas de] alcohol y la depresión están relacionados no es nueva", declaró otra experta, Rina Das Eiden, investigadora principal asociada de la Universidad de Buffalo. "Pero nadie lo había observado durante el embarazo ni tampoco predecían [problemas posteriores]. Si las mujeres informan que tienen altos niveles de síntomas depresivos y abusan de la bebida, es muy posible que tengan problemas después del parto".

El mensaje tanto para los proveedores de atención de la salud y como las mujeres, según Homish, es darse cuenta de que tanto la depresión como los problemas de alcohol pueden y existen durante el embarazo. Afirmó que puede que la evaluación actual de problemas de alcohol y depresión durante el embarazo se haga demasiado rápido y que puede que los proveedores de atención de la salud tengan que hacer preguntas que podrían facilitar a que las mujeres embarazadas respondan con más sinceridad.

En otro estudio que aparece en la misma edición de la publicación, Norman Spear, profesor de psicología de la Universidad Bringhamton, encontró otras pistas para los problemas de alcohol. Encontró que las ratas bebes aceptan entusiasmadas el alcohol en la primera exposición, quizá aumentando el riesgo de problemas de alcohol posteriormente.

"Las ratas bebes consumen enormes cantidades de alcohol en muy poco tiempo. Las ratas de apenas tres horas de nacidas ya tienen una sorprendente afinidad con el alcohol. Constituye una recompensa casi igual que la de encontrar leche. A medida que se hacen mayores, esta afinidad se reduce", afirmó Spear.

El estudio forma parte de la investigación permanente de Spear para determinar bajo qué circunstancias la exposición prematura aumenta la aceptación del alcohol y el potencial de problemas posteriores.

"¿Qué hay con los cambios cerebrales que cambian la afinidad con el alcohol?" Esto se pregunta Spear en su investigación. Aunque dice que no hay una aplicación directa de este estudio reciente en seres humanos, la exposición prematura puede predecir problemas posteriores en la gente. "En los últimos tres o cuatro años, se ha hallado y documentado que los adultos jóvenes expuestos al alcohol cuando eran fetos son más susceptibles al abuso del alcohol".

Más Información

Para saber más acerca de la depresión posparto, visite el National Women's Health Information Center.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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