Un estudio evalúa la relación entre el alcoholismo y el abuso conyugal

La violencia puede continuar años después de que la bebida disminuya, según una investigación

MIÉRCOLES 15 de diciembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Si bien beber en grandes cantidades aumenta el riesgo de abuso conyugal, es probable que no sea la causa principal de la conducta abusiva en los hombres.

Datos de más de 30,000 soldados varones del Ejercito de los EE.UU. que se extienden por más de trece años sugieren que el abuso muchas veces continúa luego de que el alcoholismo se ha reducido, afirman investigadores en un nuevo estudio.

"Muchas personas dejarán la bebida atrás al madurar, pero no están dejando atrás las demás conductas cualesquiera que éstas sean", afirmó Nicole Bell, una investigadora veterana de los problemas del alcoholismo y el abuso, y vicepresidenta de Social Sectors Development Strategies Inc. de Boston.

El estudio aparece en la edición de diciembre de Alcoholism: Clinical & Experimental Research.

La sabiduría convencional sugiere que los problemas con la bebida, las borracheras y la conducta abusiva están estrechamente relacionados, pero, según Bell, todavía no está claro el que haya una relación exacta de causa y efecto.

"Separar algunos de estos factores ha sido difícil", apuntó. Bell dijo que el aumento de la depresión entre los grandes bebedores podría ser parcialmente responsable, pero que no "explica completamente" la relación entre la bebida excesiva y el abuso.

En su estudio, Bell y sus colegas examinaron los datos de 1991 a 1998 en cuanto a informes personales sobre la bebida, además de incidentes de violencia doméstica, entre 30,000 soldados activos.

Bell subrayó que se concentró en soldados principalmente debido a la calidad y la amplitud de los datos que los estadísticos del Ejercito ponen a disposición de quien los solicite. "Pudimos tener una gran población y muchos datos durante un largo periodo de tiempo", apuntó. "Las tasas del Ejercito [en cuanto a la bebida y el abuso] probablemente se pueden comparar con las tasas de los civiles luego de ajustar las diferencias en edad y raza", añadió.

Tal como se esperaba, la bebida estaba relacionada considerablemente con un aumento en el riesgo de violencia doméstica. Los hombres clasificados como los bebedores más fuertes (22 ó más bebidas por semana) tenían un 66 por ciento más de probabilidades de abusar de sus parejas, en comparación con los hombres que se describieron a sí mismos como no bebedores, según encontraron los investigadores.

Los bebedores fuertes (entre 15 y 20 bebidas por semana) y los bebedores moderados (de ocho a 14 bebidas por semana) también tenían tres veces más probabilidades de reportar golpear a sus parejas mientras estaban intoxicados, en comparación con los hombres que consumían menos de una bebida por semana. Incluso la bebida ligera (de una a siete bebidas por semanas) duplicó la tasa de abuso mientras se estaba intoxicado.

Las conexiones entre el uso del alcohol y el abuso doméstico permanecieron incluso luego de que los bebedores bajaran su consumo o dejaran el alcohol completamente, añadió Bell.

"Pudimos encontrar vínculos entre las personas que afirmaban ser grandes bebedores hace cinco años y un aumento en el riesgo de abuso conyugal actual, cinco años más tarde", apuntó. Según Bell, esto podría significar que los consejeros del abuso "podrían tener que observar cuidadosamente la historia pasada de problemas con el alcohol [del cliente]", no el patrón actual de bebida.

Bell afirmó que los hallazgos sugieren que la dependencia al alcohol y la conducta abusiva podrían compartir raíces comunes, pero también anotó que los dos problemas no siempre se presentan conjuntamente.

"De hecho, en la mayoría de casos en que hay abuso conyugal, ni la víctima ni el perpetrador estaban bebiendo", apuntó. "Entonces, aunque hay una relación, la bebida no es causal y no es siempre necesaria. No todo el que bebe fuertemente va a golpear a su esposa y no todo el que golpea a su esposa bebe".

Sin embargo, los expertos reconocen que tratar el problema de bebida usualmente reduce el abuso conyugal.

"Muchas personas piensan que no puede hacerse nada contra la bebida excesiva", declaró en Dr. Gordon Smith, de la Facultad de Salud Pública Bloomberg del Johns Hopkins. "Pero claramente existen estudios que muestran que si se evalúa e identifica a las personas con problemas con la bebida y se les da un tratamiento precoz, puede haber una reducción significativa en las consecuencias de su hábito, incluido el abuso conyugal".

Smith resaltó que "el tratamiento del alcoholismo o de los problemas con la bebida tiene una efectividad similar al de otras enfermedades crónicas, como el asma y la diabetes".

Más información

Para saber más sobre cómo prevenir el abuso conyugal, visite el U.S. Department of Justice.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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