La disminución en las muertes cardiacas se relaciona con mejores tratamientos y estilos de vida

Pero el aumento en las tasas de obesidad y diabetes podría desplazar esos avances, según encuentra un estudio

MIÉRCOLES 6 de junio (HealthDay News/Dr. Tango) -- La tasa de muertes por enfermedad cardiaca se redujo casi a la mitad en los Estados Unidos entre 1980 y 2000. Esa disminución se debió en gran parte a mejores tratamientos médicos y a una reducción en los factores de riesgo cardiacos, según encontró un estudio reciente.

Pero esa buena noticia no es tan buena si se tiene en cuenta que la obesidad y la diabetes aumentan de manera dramática, y las complicaciones cardiacas causadas por esos factores podrían desplazar los dramáticos avances que se han logrado.

"Este estudio ayuda a subrayar la importancia de los factores de riesgo en sí mismos. En una cultura en donde la tendencia ha sido confiar en medicamentos milagrosos y en nuevas técnicas quirúrgicas, encontramos que hasta la mitad de la reducción de la enfermedad cardiaca coronaria se debía a la reducción de riesgos", señaló el Dr. Darwin Labarthe, uno de los autores del estudio, director de la división de prevención de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention en Atlanta.

"Aunque este estudio demuestra que nuestra estrategia es válida y funciona, nos falta un largo camino por recorrer. Muchos morirán de inmediato de un primer ataque cardiaco y no tendrán la oportunidad de beneficiarse de los tratamientos disponibles. Necesitamos aumentar nuestra inversión en los esfuerzos de prevención", afirmó Labarthe, y añadió que la prevención probablemente resulte más rentable que el tratamiento. "No hay que paga por tratar un ataque cardiaco que no ocurre", dijo.

Los costos directos e indirectos de la enfermedad cardiaca coronaria alcanzaron unos $142.5 mil millones en los Estados Unidos en 2006, según el estudio, que aparece en la edición del 7 de junio del New England Journal of Medicine.

Estudios anteriores ya habían mostrado que las muertes cardiacas habían disminuido dramáticamente entre 1980 y 2000. Pero los autores del nuevo estudio deseaban obtener una mejor comprensión sobre qué factores habían logrado la reducción para poder determinar qué funciona y distribuir mejor los recursos de atención de salud.

Usaron un modelo estadístico llamado IMPACT, que comprende factores de riesgo, como el tabaquismo, la hipertensión, la hipercolesterolemia, la obesidad, la diabetes y los hábitos de ejercicio, además de tratamientos médicos y quirúrgicos usados para tratar la enfermedad cardiaca.

En general, hubo 341,745 menos muertes por enfermedad cardiaca coronaria en 2000 que en 1980, según el estudio. Los investigadores encontraron que las muertes por enfermedad cardiaca coronaria en hombres estadounidenses disminuyeron de 543 por 100,000 en 1980 a 267 por 100,000 en 2000. En las mujeres estadounidenses, esas cifras fueron de 263 frente a 134 muertes por 100,000, respectivamente.

Cuando los autores del estudio examinaron los datos para determinar qué factores de riesgo contribuían más a las reducciones, encontraron que si los tratamientos médicos eran mejores daban cuenta de alrededor del 47 por ciento de la reducción, mientras que la reducción de los factores de riesgo causó alrededor del 44 por ciento de la disminución.

Algunos de los avances médicos más significativos fueron los más sencillos. El uso constante de terapia de aspirina logró casi 8,000 muertes menos en 2000, mientras que el uso de aspirina y medicamentos llamados bloqueadores beta después de un primer ataque cardiaco logró casi 12,000 muertes menos. Sin embargo, a veces era necesaria una intervención más agresiva para lograr la reducción en la mortalidad. El uso de cirugía de injerto de derivación de la arteria coronaria para los pacientes de angina crónica probablemente salvó más de 14,000 vidas entre 1990 y 2000, según el estudio.

Aún así, la gente también tiene la capacidad de cambiar su riesgo cardiovascular. Una reducción del 32 por ciento en el tabaquismo salvó casi 40,000 personas de muerte por enfermedad cardiaca entre 1980 y 2000. Disminuir la presión arterial en apenas 4 por logró 68,800 muertes menos. Igualmente, un pequeño cambio en los niveles de colesterol (6 por ciento en promedio) logró 82,830 muertes menos. Y aumentar la actividad física en menos de 10 por ciento salvó más de 17,000 vidas, según el estudio.

La mala noticia del estudio es que la obesidad ha aumentado en 10 por ciento y la diabetes en 44 por ciento, lo que en conjunto causó aproximadamente 60,000 muertes adicionales por enfermedad cardiaca coronaria. Si esas tendencias continúan, advirtió Labarthe, podrían terminar anulando el progreso que se ha logrado contra la enfermedad cardiaca.

El Dr. Shukri David, jefe de cardiología del Hospital de Providence y del Sistema de Salud St. John de Southfield, Michigan, afirmó que "hemos progresado mucho, pero aún no terminamos. La enfermedad cardiaca sigue siendo la principal causa de muerte en los EE.UU. Modificar el estilo de vida con ejercicio tendrá un efecto significativo. La gente necesita darse cuenta de que no puede comer Big Macs y papas fritas, luego tomarse su medicamento para el colesterol, y esperar no tener ataques cardiacos".

El Dr. Rudolph Nisi, jefe de cardiología del Centro médico Westchester Square de la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo. "La medicina preventiva es la mejor. La gente cree que es invencible, pero tiene que comprender que podría estar en riesgo. Cuando el tejido del miocardio desaparece, es para siempre".

Más información

Para más información sobre la prevención de la enfermedad cardiaca, visite el American College of Cardiology Web site.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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