Mujeres rezagadas en detección de enfermedad cardiaca

Estudio halla que, comparadas con los hombres, se hacen menos exámenes importantes

JUEVES 10 de noviembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Un estudio dirigido por canadienses encontró que, aunque la enfermedad cardiaca sigue siendo el asesino número uno de las mujeres, las pacientes de sexo femenino siguen siendo menos propensas que los hombres a hacerse exámenes para evaluar la salud de su corazón.

Los resultados de un estudio de 28 países de más de 12,000 hombres y mujeres halló que estas últimas, particularmente las que están en alto riesgo de enfermedad coronaria, no recibían tratamiento suficiente en los hospitales. Esto significa que más mujeres que hombres terminan regresando al hospital en cuestión de un año por síntomas de enfermedad coronaria, aseguró la Dra. Sonia Anand, autora líder y profesora asociada de medicina de la Universidad McMaster de Hamilton, Ontario.

Comparadas con los hombres, las mujeres "no tienen mayores índices de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares o muerte, pero sí tienen más índices de refracción [enfermedades resistentes a los tratamientos] y de angina inestable", aseguró. "Eso aún no se ha arreglado".

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 15 de noviembre del Journal of the American College of Cardiology. Anand también habló sobre los hallazgos en la 24 Conferencia Anual de Reporteros Científicos de la American Medical Association en Washington, D. C.

Para el estudio, Anand y sus colegas analizaron datos de un estudio anterior en el que había trabajado, llamado ensayo CURE, siglas en inglés de Clopidogrel para la angina estable para prevenir eventos reiterados. El ensayo le hizo seguimiento a más de 4,800 mujeres y 7,700 hombres de 28 países hospitalizados por enfermedad cardiaca en algún momento entre 1998 y 2000.

La información incluía visitas de seguimiento al hospital hasta un año después del ingreso. A todos los pacientes se les había diagnosticado síndrome coronario agudo (SCA), un grupo común de enfermedades cardiacas que incluye al dolor de pecho y ciertos tipos de ataques cardiacos.

En general, las mujeres eran un poco mayores que los hombres y tenían mayores niveles de diabetes, hipertensión y colesterol, mientras que más hombres eran fumadores, tenían una historia anterior de enfermedad cardiaca y mayor incidencia de accidente cerebrovascular.

El tiempo promedio trascurrido desde la aparición de los síntomas y buscar ayuda fue igual en ambos sexos, al igual que los porcentajes de pacientes que tomaban aspirinas, estatinas para reducir el colesterol y bloqueadores beta contra la hipertensión, las cuales son medicinas dirigidas a la reducción del riesgo de enfermedad cardiaca.

Sin embargo, Anand halló que era significativamente menos probable que las mujeres, independientemente de qué tan alto fuera su riesgo de SCA, se sometieran a pruebas agresivas para evaluar la salud de su corazón. En general, comparadas con los hombres, 15 por ciento menos de mujeres se sometieron a angiografía coronaria, una radiografía de los vasos sanguíneos y de las cámaras del corazón para identificar bloqueos. Entre las pacientes que se considera que estaban en alto riesgo de enfermedad cardiaca, 20 por ciento menos mujeres que hombres se hicieron la prueba.

Los investigadores anotaron que no someterse a una angiografía puede tener consecuencias graves. Debido a que no se hicieron la prueba (que indica cuándo es aconsejable usar otros tratamientos agresivos para tratar enfermedades graves) con tanta frecuencia, las mujeres eran 35 por ciento menos propensas que los hombres a someterse a una angioplastia o a una cirugía de derivación de la arteria coronaria, procedimientos que pueden restablecer un flujo sanguíneo saludable desde y hacia el corazón.

"Al no hacer más angiografías coronarias en el grupo de mujeres de alto riesgo, no estamos tratando lo suficiente a mujeres que podrían beneficiarse de ello", sostuvo Anand.

Aseguró que las razones para la discrepancia entre hombres y mujeres en las pruebas podría ser variada, desde parcialidad por parte de los médicos que asumen que las mujeres son menos propensas a los ataques cardiacos, hasta una tendencia entre las mujeres a atribuirle los síntomas de su enfermedad cardiaca a otras causas, como problemas gastrointestinales.

Sin embargo, Anand aseguró que, independientemente de las razones, el estudio demuestra que al evaluar el riesgo de enfermedad cardiaca mediante la escala de trombólisis en en el infarto del miocardio (TIMI, por sus siglas en inglés), ampliamente utilizada, los médicos podrían identificar fácilmente a las mujeres de alto riesgo que podrían beneficiarse más de una angiografía coronaria.

"Los médicos deberían utilizar esta herramienta tan sencilla para clasificar a las mujeres según el riesgo de enfermedad coronaria grave y enviar a todas a las mujeres de alto riesgo a que se hagan una angiografía", recomendó.

Al mismo tiempo, las mujeres que son ingresadas al hospital por dolor en el pecho también deben ser proactivas, continuó Anand.

"Una mujer debería preguntar si es una candidata, lo que al menos lograría que el médico hable al respecto", instó.

Los hallazgos son "una gran desilusión", aseguró la Dra. Nieca Goldberg, jefa de cuidado cardiaco femenino del Hospital Lenox Hill de Nueva York y autora del libro sobre la salud del corazón Women Are Not Small Men (Las mujeres no son hombres pequeños).

"Cuando los pacientes llegan al hospital, no deberíamos enfocarnos realmente en su sexo, sino en lo que realmente les está pasando", recomendó Goldberg, quien trabaja con el programa "Go Red for Women" (Póngase rojo por las mujeres) de la American Heart Association para incrementar la concienciación entre las mujeres sobre su riesgo de enfermedad cardiaca.

Los médicos que tratan a las mujeres por enfermedad cardiaca potencial deberían mostrarse diligentes en la búsqueda de síntomas atípicos que muchas veces son más comunes en los hombres que en las mujeres, dijo. Entre éstos se encuentran informes de falta de aliento, fatiga explicable y presión en la parte baja del cuerpo, en lugar de en el pecho.

Más información

Para más información acerca de la prevención de la salud del corazón, diríjase a la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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