Un registro de usuarios podría ayudar a los médicos a controlar el abuso de analgésicos

Unas políticas más estrictas podrían proteger a pacientes y médicos de las consecuencias del mal uso

JUEVES 10 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los consultorios y clínicas pueden ayudar a prevenir el abuso de los analgésicos potentes como el Oxycontin o Vicodin al seguir una política más estricta, que incluya pruebas de orina, antes de despachar los medicamentos a los pacientes, sugiere una investigación reciente.

Implementar un registro de usuarios y educar al personal médico también fueron parte de los procedimientos usados en el estudio de la Universidad de Michigan y la Universidad estatal de Ohio. La política ayudó a identificar a pacientes que usaban otras drogas ilícitas y también alertó al personal sobre posibles adictos a los analgésicos que podían entonces ser dirigidos a centros de tratamiento, según los hallazgos. Se espera que el estudio sea presentado el jueves en la reunión anual de la Society for General Internal Medicine, en Pittsburgh.

En el estudio, que se llevó a cabo en una concurrida clínica de varios médicos en Ohio, se encontró que alrededor del 35 por ciento de los 167 pacientes en el recién establecido registro de opiáceos habían violado la política de analgésicos de alguna manera. Las violaciones más comunes fueron descubiertas a través de la prueba obligatoria de orina que mostró el uso de drogas ilegales, o una revisión de los registros estatales de recetas que mostraba que el paciente obtenía analgésicos de más de un médico al mismo tiempo.

Los pacientes que recibían Oxycontin u otro medicamento que contenía su ingrediente activo, oxicodona, eran el doble de propensos que otros pacientes del registro de opiáceos a violar la política de la clínica en alguna manera, según el informe.

"Muchos de nosotros en la clínica nos sorprendimos de lo que encontramos, porque el trabajo de un médico es en primer lugar y de manera más importante confiar en el paciente cuando nos cuenta sobre su dolor", afirmó en una declaración preparada la autora del estudio Jennifer Meddings, catedrática clínica de la División de medicina general de la Facultad de medicina de la Universidad de Michigan. "Pero para confrontar este tema y proteger nuestra capacidad de recetar estos medicamentos a los pacientes que de verdad los necesitan, tenemos que tener un abordaje uniforme para todos los pacientes".

Bajo la política usada en el estudio, se estableció un registro de todos los pacientes que recibían recetas de opiáceos y de los médicos que se los recetaban en la clínica. Se capacitó a los médicos en los consultorios para usar la base de datos en línea de recetas del estado de Ohio para ver si un paciente había intentado obtener recetas para el mismo medicamento de varios médicos o farmacias.

El personal clínico comenzó a evaluar a los pacientes desde el momento en que pedían una cita, poniéndolos al tanto de que la monitorización era de rutina antes de poder recibir sus recetas de opiáceos. Tanto los pacientes como los médicos tenían que firmar un acuerdo que mencionaba los pasos estándares requeridos para los pacientes que buscaban opiáceos y qué tipos de conductas o acciones tendrían como consecuencia si el paciente no recibía los medicamentos o incluso que se les prohibiera la entrada al consultorio (como ser groseros con el personal).

Finalmente, la clínica implementó pruebas de orina anuales y aleatorias para todos los pacientes que requerían opiáceos para un dolor no relacionado con el cáncer. Esto les permitía monitorizar las drogas ilegales y el uso inesperado de otros medicamentos recetados que podrían tener una interacción peligrosa con los opiáceos recetados.

Más información

El U.S. National Institute on Drug Abuse tiene más información sobre el abuso de y adicción a medicamentos recetados.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com