Aumentan los casos de sobredosis por analgésicos recetados

Los investigadores señalan que está creciendo el uso de opiáceos como oxicodona e hidrocodona

MARTES, 19 de enero (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio reciente muestra que los casos de sobredosis por analgésicos recetados están aumentando en Estados Unidos.

Los investigadores analizaron los expedientes de farmacias de más de 9,949 adultos que tomaron opiáceos como oxicodona e hidrocodona durante al menos tres meses entre 1997 y 2005. A los pacientes, que tenían seguro y eran miembros de la Group Health Cooperative en Washington, se les recetó medicamentos para el dolor crónico por causas no relacionadas con el cáncer, tales como afecciones de la espalda o del cuello, dolores de cabeza, dolor en la mandíbula, dolor en las extremidades, artritis y dolor menstrual o lesiones.

51 pacientes tomaron dosis excesivas de medicamentos, y siete de estos casos fueron mortales, hallaron los investigadores.

El riesgo de sobredosis aumentaba con la cantidad de medicamentos recetados, de acuerdo con el estudio. Los que tomaban dosis más altas tenían cerca de nueve veces más probabilidades de sobredosis que los que tomaban dosis más bajas de opiáceos.

"La tasa de sobredosis se relacionó mucho con la dosis", aseguró el primer autor del estudio Michael Von Korff, investigador principal del Group Health Research Institute en Seattle. "Para los pacientes que estaban en esos momentos en regímenes de dosis altas, la tasa de sobredosis fue de dos por ciento al año, un porcentaje considerable".

Los pacientes deprimidos, que tenían un historial de abuso de sustancias o que tomaban hipnóticos y sedantes, tales como pastillas para dormir, tenían un riesgo más alto de sobredosis.

El estudio aparece en la edición del 19 de enero de la revista Annals of Internal Medicine.

Una de las razones de una mayor dependencia de los opiáceos es el reconocimiento entre los médicos de que el dolor crónico es un problema grave, que impide que la gente trabaje, duerma o disfrute de su vida, apuntó Von Korff.

El uso de medicamentos también aumentó después de que dos prominentes sociedades de gestión del dolor declararan que el dolor no recibía suficiente atención farmacológica por temor a las adicciones, señaló A. Thomas McLellan, subdirector de la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Medicamentos de la Casa Blanca, que fue coautor de un editorial que acompaña al estudio.

"Ésta quizá sea una conclusión correcta, pero sí que condujo a cambios drásticos en la práctica", enfatizó McLellan. "Los opiáceos pertenecen a la clase de medicamentos que más se recetan y que están más disponibles".

Hoy día, cerca del tres por ciento de la población de EE. UU. son usuarios a largo plazo de opiáceos como oxicodona, hidrocodona, codeína, morfina y metadona, según la información de fondo del artículo. "Nuestra investigación sugiere que la tasa de uso se duplicó entre 1997 y 2005, pero probablemente también se duplicó ocho o nueve años antes", señaló Von Korff.

Esta mayor disponibilidad de medicamentos ha conducido a un incremento en el abuso, apuntó McLellan. Los opiáceos con frecuencia "se desvían", es decir que una persona recibe la receta, pero lo da o vende a otra. Un estudio reciente encontró que menos de la mitad de los que murieron por sobredosis accidentales habían recibido los medicamentos de un médico.

Aún así, es poco lo que se conoce sobre el riesgo de sobredosis en pacientes que reciben los medicamentos de su médico para aliviar el dolor, explicó Von Korff.

Entre los pacientes del estudio, las causas de sobredosis variaban. Los expedientes médicos mostraron que ocho personas tomaron de manera accidental una dosis demasiado elevada. Seis fueron intentos de suicidio, mientras que tres habían conseguido opiáceos adicionales de fuentes no médicas.

Pero en la mayoría de los casos, la razón de la sobredosis no quedó clara, como por ejemplo, si los pacientes tomaban los medicamentos como era debido cuando incurrían en sobredosis, o si tomaban más de lo recomendado de manera intencional o accidental.

Los síntomas de las personas con sobredosis incluían delirio, pérdida de conciencia, confusión, problemas respiratorios y caídas.

Debido a los riesgos, los médicos deberían monitorizar a los pacientes que toman opiáceos a largo plazo de forma estrecha, recetarles dosis lo más bajas posibles para controlar el dolor y hacer evaluaciones frecuentes para determinar si el beneficio del medicamento supera el riesgo.

"Necesitamos determinar lo que se puede hacer para mantener los beneficios médicos de los opiáceos recetados (no se puede reducir su disponibilidad cuando resultan adecuados) a la vez que se reconoce que conllevan efectos secundarios para la salud pública", señaló McLellan.

La educación del paciente así como contratos firmados en el que el paciente se compromete a no compartir estos medicamentos con otras personas y a tomar sólo lo necesario, también han demostrado que ayudan, comentó McLellan.

"Los pacientes deben asumir una mayor responsabilidad para almacenar y usar de manera correcta estos medicamentos. Además los médicos y los dentistas deben reconocer la existencia de implicaciones de salud pública y para el paciente", McLellan.

Más información

El Instituto Nacional de Abuso de Drogas tiene más información sobre los opiáceos.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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