EE. UU. restringirá el acceso a ciertos analgésicos narcóticos

Serían afectados los medicamentos que contienen hidrocodona, entre ellos el Vicodin

JUEVES, 21 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- La Administración para el Control de los Estupefacientes (DEA) de EE. UU. instaurará unos nuevos controles estrictos para los analgésicos que contengan hidrocodona, que se ha vinculado con un aumento en adicciones peligrosas por todo Estados Unidos.

Esas nuevas restricciones cubrirían a narcóticos recetados como Vicodin, Lortab y sus equivalentes genéricos, poniéndolos en la misma clase reguladora que analgésicos como Oxycontin, Percocet y codeína. Ahora, los pacientes solo tendrán acceso a un suministro para tres meses del fármaco, y tendrán que acudir al médico para que les emitan una nueva receta.

Las nuevas reglas, publicadas por la DEA el jueves, llegan más de 18 meses después de una reunión de un comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para discutir el destino de los analgésicos que contengan hidrocodona. Esa reunión de 2013 siguió a una solicitud de la DEA de una revisión de un panel de la FDA sobre el tema. Antes, los analgésicos tenían una clasificación como medicamentos de la Lista III, pero la DEA deseaba que los colocaran en la designación de Lista II, que es más restrictiva.

"Casi siete millones de estadounidenses abusan de medicamentos recetados con sustancias controladas, incluyendo los analgésicos opiáceos, lo que resulta en más muertes por sobredosis de medicamentos recetados que por accidentes de coche", señaló el jueves en un comunicado de prensa la administradora de la DEA, Michele Leonhart. "La medida de hoy reconoce que esos productos son de los medicamentos recetados disponibles más adictivos y potencialmente peligrosos".

Un experto alabó la medida hacia una supervisión más estricta.

"Pasar los productos combinados con hidrocodona a la Lista II de sustancias controladas de la DEA tendrá varios efectos importantes", aseguró un psiquiatra de la adicción, el Dr. Eric Collins, jefe médico del Hospital Silver Hill en New Canaan, Connecticut. "Reducirá con rapidez la disponibilidad de hidrocodona, que ahora resulta muy fácil, y esto ayudará a mitigar el acelerado crecimiento que hemos observado en los últimos 20 años de la adicción a los analgésicos opiáceos [narcóticos] y a la heroína".

Collins también cree que la medida "reducirá tanto el número de nuevos usuarios de opiáceos como el número de muertes accidentales e intencionadas por sobredosis. Hace mucho que se debió hacer este cambio positivo".

Janina Kean, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Recuperación High Watch en Kent, Connecticut, dijo que cree que las nuevas regulaciones de la DEA "tendrán un mayor impacto en la población adulta o en los individuos a quienes se receta de forma inadecuada unos narcóticos muy potentes para unos procedimientos quirúrgicos leves, que para los adolescentes del país, una población en la que comienza el 96 por ciento del abuso de sustancias".

Kean añadió que las nuevas regulaciones reducirán la disponibilidad de "medicamentos recetados desarrollados para el dolor insoportable para que sean usados para males mucho menos graves, como procedimientos dentales o la cirugía menor".

Pero predice problemas potenciales con las regulaciones más estrictas. "Las regulaciones limitarán el acceso a fármacos como el Vicodin y el Percocet, que serán más difícil de obtener, y quizá terminemos viendo una tendencia de que [los adolescentes] se salten las pastillas y acudan directamente al uso de heroína", planteó.

La regulación de los analgésicos recetados ha sido un tema contencioso.

Los que respaldan pasar a un estatus de Lista II más restrictivo apuntaban a las muertes trágicas y los suicidios que han sido resultado del mal uso de esos medicamentos recetados.

Pero los oponentes de la clasificación más estricta temen que un acceso más restringido a los fármacos podría significar que las personas que realmente los necesitan para aliviar el dolor no podrán obtenerlos.

Pocos disputan el hecho de que demasiados de esos fármacos opiáceos están demasiado ampliamente disponibles, aunque la industria farmacéutica adoptó recientemente unas formulaciones "resistentes al abuso" para ayudar a combatir el mal uso.

En general, unos 22 millones de estadounidenses han usado mal los analgésicos recetados de un tipo u otro desde 2002, según un informe publicado por la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de EE. UU. La agencia anotó que los analgésicos recetados están actualmente por detrás solo de la marihuana como droga de abuso en Estados Unidos.

Más información

Para más información sobre el abuso de los medicamentos recetados, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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