A los nefrólogos les preocupa que no haya diálisis para los inmigrantes indocumentados

dialysis
dialysis

LUNES, 21 de mayo de 2018 (HealthDay News) -- A los inmigrantes indocumentados que hay en Estados Unidos con frecuencia se les niega el tratamiento por insuficiencia renal hasta que tienen una emergencia que supone una amenaza para su vida. Ahora un nuevo estudio encontró que los médicos y los enfermeros que los tratan están frustrados y desmoralizados por ello.

El problema en cuestión es el acceso al tratamiento de las enfermedades renales en fase terminal, en la que los riñones ya no pueden realizar su trabajo de deshacerse del exceso de agua y desperdicios del cuerpo.

El tratamiento estándar es la diálisis tres veces a la semana. El tratamiento pasa la sangre del paciente a través de una máquina que la filtra tal y como harían los riñones.

Pero en Estados Unidos, los inmigrantes indocumentados a menudo no pueden someterse a la diálisis, porque no califican para el Medicaid estándar o el programa federal de derecho a la diálisis establecido en los años 70.

En lugar de eso, solo pueden recibir la diálisis cuando terminan en una sala de emergencias a punto de morir, explicó la autora del estudio, la Dra. Lilia Cervantes, médico de asistencia hospitalaria en Denver Health, en Colorado.

Las consecuencias son obvias, dijo Cervantes. Cuando los riñones dejan de funcionar, los líquidos se acumulan en el cuerpo, incluyendo los pulmones, explicó.

"Las personas llegan a la sala de emergencias sintiéndose como si se ahogaran", dijo.

El exceso de potasio es otra complicación que supone una amenaza para la vida. Cuando el potasio se acumula en la sangre, puede hacer que el corazón sufra un paro cardiaco, que es letal en unos minutos sin la atención médica de emergencias.

Dicha diálisis "solo de emergencias" conlleva una tasa de mortalidad 14 veces más alta que la diálisis estándar, dijo Cervantes. Más allá de eso, añadió, el proceso provoca un estrés físico y emocional debilitante para los pacientes y sus familias.

El nuevo estudio revela otra consecuencia: la tensión que sufren los médicos y los enfermeros.

En las entrevistas a los profesionales en dos hospitales de EE. UU., el equipo de Cervantes encontró que los sentimientos de culpa, el agotamiento y el "malestar moral" respecto a la atención dada a los inmigrantes indocumentados estaban generalizados.

Los médicos y los enfermeros se sentían exhaustos emocionalmente por ver "un sufrimiento inútil y una mortalidad alta", dijo Cervantes.

Al mismo tiempo, algunos también dijeron que habían intentado "insensibilizarse" para no sentir demasiado, porque se sentían impotentes para cambiar algo.

"No proporcionar la hemodiálisis a los pacientes es un aspecto importante del agotamiento laboral de los médicos", dijo un médico. "Los residentes tienen que disociarse emocionalmente de sus pacientes, y eso es lo contrario de lo que estamos intentando enseñar".

Los dos hospitales del estudio eran hospitales de una "red segura", lo que significa que están obligados por ley a dar atención médica independientemente de si los pacientes pueden pagar.

Y los profesionales de estos lugares creían "uniformemente" que no era ético basar la atención médica en función del estatus social de una persona, enfatizó Cervantes.

Así que algunos reconocieron que "engañaban al sistema". En los expedientes, exageraban los síntomas o los resultados de laboratorio para que un paciente pudiera calificar para la diálisis de emergencia.

Sin embargo, estas tácticas también hicieron que los profesionales se preocuparan por su integridad personal, según el estudio.

"Este estudio muestra que proporcionar la diálisis solo de emergencias es perjudicial no solo para los pacientes, sino también para los médicos y enfermeros que los atienden", dijo el Dr. Ashwini Sehgal, profesor de medicina en la Universidad de Case Western Reserve, en Cleveland.

Sehgal escribió un editorial publicado junto con los hallazgos el 21 de mayo en la revista Annals of Internal Medicine.

Para Sehgal, está claro que hay que hacer un cambio en la política nacional. Pero, dijo, dado que un cambio así requiere de un tiempo, los estados y las ciudades podrían actuar mientras tanto.

Algunos estados, como Arizona, California y Nueva York, ya han hecho cambios en sus programas de Medicaid para financiar la diálisis estándar para los inmigrantes indocumentados. En Arizona, por ejemplo, el código administrativo se alteró para incluir la diálisis regular ambulatoria como un "servicio de emergencias", según Cervantes.

"No estoy segura de si todos los estados saben que pueden hacer esos cambios", señaló.

Los incentivos para hacerlo van más allá de proporcionar un tratamiento humano, indicó Cervantes. Los estudios muestran que la diálisis solo de emergencias es 4 veces más cara que el tratamiento estándar, y agota los escasos recursos de las salas de emergencias y las camas de hospital.

Cervantes dijo que espera que este estudio aumente la concienciación fuera del campo de la enfermedad renal.

"Todos estamos interesados en esto", señaló. "¿Cómo podemos unirnos para defender a estos pacientes más vulnerables?".

Se estima que unos 6,500 inmigrantes indocumentados en Estados Unidos tienen una enfermedad renal en fase terminal, según el equipo de Cervantes. Varios países (como Canadá, Alemania e Italia) proporcionan una diálisis de forma regular a los inmigrantes indocumentados, dijo Sehgal.

Un argumento en contra de hacerlo es que las personas empezarían a cruzar la frontera específicamente para buscar un tratamiento de diálisis. Pero, según Sehgal, no hay evidencias de que haya ocurrido en los lugares en que ya se financia la diálisis estándar.

Más información

La National Kidney Foundation tiene más información sobre la enfermedad renal y la diálisis.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

logo

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com