Los casos de alcoholismo fetal son más comunes de lo que se pensaba, según un estudio

pregnant woman drinking wine
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MARTES, 6 de febrero de 2018 (HealthDay News) -- Una mayor cantidad de niños de EE. UU. podrían estar viviendo con daño cerebral por el consumo prenatal de alcohol de lo que los expertos pensaban, sugiere un estudio reciente.

El estudio de cuatro comunidades de EE. UU. encontró que al menos entre un 1 y un 5 por ciento de los niños de primer curso tenían un trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF).

El rango de prevalencia dependía de la comunidad. Y cuando los investigadores utilizaron un estimado menos estricto, la tasa aumentó incluso hasta un 10 por ciento en una ubicación.

Las cifras cuestionan los estimados comúnmente aceptados de los trastornos del espectro alcohólico fetal, que se pensaba que afectaba a más o menos un 1 por ciento de los niños de EE. UU.

"La moraleja es que no son trastornos raros", dijo la líder del estudio, Christina Chambers, profesora de pediatría en la Universidad de California, en San Diego.

Trastorno del espectro alcohólico fetal es un término general que incluye al síndrome alcohólico fetal, que puede resultar letal o provocar problemas graves en el aprendizaje y la conducta, un crecimiento atrofiado y anomalías faciales. También incluye problemas de aprendizaje o conductuales menos graves que pueden atribuirse al consumo de alcohol prenatal de una mujer.

Los niños en este segundo grupo podrían tener problemas con las tareas o un mal control de los impulsos, por ejemplo. Y puede ser difícil determinar que el TEAF es la causa, frente a un diagnóstico como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dijo Chambers.

"No es fácil", comentó. "No hay un análisis sanguíneo para diagnosticarlo. El diagnóstico conlleva mucho juicio clínico".

Los hallazgos de su equipo se basan en evaluaciones realizadas por profesionales con experiencia en el diagnóstico de los trastornos del espectro alcohólico fetal. Y otros investigadores señalaron que eso hace que sus estimados sean particularmente fiables.

William Fifer, profesor de psiquiatría médica en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, dijo que "creo que esto nos da un estimado mucho más válido de la prevalencia de estos trastornos".

Fifer, que no participó en el estudio, comentó que los hallazgos subrayan un mensaje importante: La "ruta más segura" es que las mujeres dejen de beber cuando planifican un embarazo.

"La mayoría de las mujeres dejan de beber al enterarse de que están embarazadas", dijo Fifer. Pero, añadió, esas primeras semanas, en que una mujer quizá no sepa que está embarazada, son un periodo crítico.

El estudio incluyó a más de 6,600 estudiantes de primer curso de cuatro áreas de EE. UU.: un condado en el sureste, y ciudades en el suroeste del Pacífico, el medio oeste y las Montañas Rocosas.

Los niños se sometieron a evaluaciones detalladas, y se entrevistó a sus madres sobre sus hábitos de consumo de alcohol durante el embarazo, y otros factores como el tabaquismo, el consumo de drogas y la atención prenatal.

Los investigadores estimaron que "conservadoramente", los trastornos del espectro alcohólico fetal afectaban a entre un 1.1 y un 5 por ciento de los niños. Los trastornos fueron menos comunes en la ciudad del oeste medio, y más comunes en la ciudad de las Montañas Rocosas.

Pero según un estimado menos conservador, el rango fue de aproximadamente entre un 3 y un 10 por ciento.

Chambers explicó la diferencia: no todos los estudiantes pudieron ser evaluados. El estimado "conservador" dio por sentado que ninguno de esos niños tenía un trastorno del espectro alcohólico fetal, lo cual, anotó, es poco probable.

El otro estimado, apuntó, supuso que los TEAF eran igual de comunes entre los niños no evaluados que en el grupo evaluado. Chambers anotó que, una vez más, eso podría ser suponer demasiado.

Entonces, las cifras "reales" quizá estén en un punto intermedio, planteó.

Los hallazgos aparecen en la edición del 6 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.

Según Fifer, no es sorprendente que la tasa de daño alcohólico fetal variara entre las comunidades. Se cree que otros factores (como la genética, la nutrición prenatal y el tabaquismo) influyen en el riesgo de los trastornos del espectro alcohólico fetal. Y esas cosas varían de un lugar a otro.

De los 222 niños que se encontró que tenían un TEAF, solo dos habían sido diagnosticados antes del estudio, reportaron los investigadores.

En el mundo real, los trastornos del síndrome alcohólico fetal con frecuencia se diagnostican erróneamente como TDAH u otros trastornos del desarrollo, comentó la Dra. Svetlana Popova, científica principal en Centro de Adicciones y Salud Mental, en Toronto, Canadá.

Pero los trastornos del espectro alcohólico fetal en general provocan síntomas más graves que el TDAH, explicó Popova, coautora de un editorial publicado con el estudio.

Un problema, dijo, es que los médicos generales en la mayoría de países nunca reciben el entrenamiento necesario para diagnosticar el TEAF, porque no se cubre en las escuelas de medicina.

Enfatizó que no hay una "cantidad segura" conocida de alcohol para las mujeres embarazadas, y que la forma más segura de prevenir el trastorno alcohólico fetal es no consumirlo.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre los trastornos del espectro alcohólico fetal.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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