JUEVES, 19 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- En los estados donde hay más propietarios de armas de fuego, también hay más suicidios relacionados con esas armas, encuentra un nuevo estudio de EE. UU.
Los investigadores observaron los datos recogidos durante 33 años, y encontraron que los estados con más propietarios de armas de fuego en general tenían más suicidios con ese tipo de armas tanto entre los hombres como entre las mujeres. Los hombres de esos estados también tenían unas tasas totales más altas de suicidio.
Los hallazgos no prueban que una mayor cantidad de armas de fuego conduzca a más suicidios, apuntó el investigador líder, el Dr. Michael Siegel, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston.
Pero su equipo tuvo en cuenta muchos otros factores que podrían afectar a los patrones de suicidio de un estado, como los niveles de desempleo, las tasas de divorcio, el crimen y el consumo de alcohol típico de los residentes.
Y aun así, las tasas de suicidio aumentaron en conjunto con la propiedad de armas de fuego, anotó Siegel. Por cada aumento de 10 puntos de porcentaje en el nivel de propiedad de armas de fuego de un estado, la tasa de suicidios relacionados con las armas de fuego aumentó en 3 por cada 100,000 personas entre los hombres.
Entre las mujeres, el aumento fue de 0.4 por cada 100,000, encontró el estudio.
Siegel dijo que era "poco probable" que algún otro factor no medido pudiera explicar la asociación.
Él y sus colaboradores reportaron los hallazgos en la edición en línea del 19 de mayo de la revista American Journal of Public Health.
Otros estudios han encontrado que los estados con más propietarios de armas de fuego tienden a tener más homicidios con ese tipo de armas. "Pero el argumento es que podría ser un caso de 'causación inversa'", explicó Siegel. Esto significa que las personas que viven en lugares donde hay violencia con armas de fuego podrían ser más propensas a comprar un arma de fuego para protegerse.
En cuanto a las tasas de suicidio, "es poco probable que las personas que vivan en áreas con más suicidios decidan comprar un arma de fuego", comentó.
Pero de cualquier forma podrían existir motivos adicionales para el vínculo observado en este estudio, según Daniel Webster, director del Centro de Políticas e Investigación sobre las Armas de Fuego de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
La depresión es una importante causa de suicidio, y no hubo una medida de la prevalencia de la depresión en los estados, apuntó Webster.
También hay factores intangibles. "Las personas que tienen armas de fuego podrían tener la mentalidad de que cuidan de sí mismas", dijo Webster. "Quizá estén menos dispuestas a buscar tratamiento para la depresión".
Dicho esto, dudó que esos factores no medidos pudieran explicar los hallazgos. "La asociación es tan firme que esos [otros factores] tendrían que ser muy potentes", dijo Webster.
Para el estudio, el equipo de Siegel utilizó estadísticas del gobierno sobre las tasas de suicidio de los 50 estados entre 1981 y 2013. Los investigadores tuvieron que estimar el nivel de propiedad de armas de fuego de cada estado, por ejemplo usando las tasas de licencias de cacería, dado que durante la mayor parte del periodo del estudio no se mantuvieron unas estadísticas estatales.
En esos 33 años, los hombres tuvieron una tasa de suicidio relacionado con armas de fuego mucho más alta que la de las mujeres. A nivel nacional, la tasa entre los hombres fue de 14 por cada 100,000, frente a 2 por cada 100,000 entre las mujeres, según el informe.
Pero esas tasas variaron ampliamente entre los estados, y por lo general concordaron con los niveles de propiedad de armas de fuego, mostraron los estudios. Massachusetts tuvo el segundo porcentaje más bajo de propietarios de armas de fuego (con un estimado del 14 por ciento) y la tasa más baja de suicidios con armas de fuego entre los hombres (de 4 por cada 100,000).
Wyoming, el estado con la mayor cantidad de propietarios de armas de fuego, también tuvo la tasa más alta de suicidios relacionados con esas armas entre los hombres: 26 por cada 100,000. Y la tasa entre las mujeres, de casi 4 por cada 100,000, estuvo entre las más altas del país.
Por lo general, los hombres que vivían en los estados con más propietarios de armas de fuego también tuvieron una tasa total de suicidio más alta, encontraron los investigadores. Pero entre las mujeres no sucedió lo mismo.
Siegel y Webster apuntaron a la misma posible explicación: en general, la "impulsividad" es un factor más importante en los suicidios de los hombres. Si no tienen un acceso inmediato a un medio altamente letal, eso quizá les provea el tiempo que necesitan para replanteárselo.
Las mujeres tienden a ser distintas, explicó Siegel. Cuando tienen ideaciones suicidas, por lo general hacen un plan. Así que la disponibilidad de un arma de fuego quizá no cambie las probabilidades de que una mujer se suicide, aunque podría cambiar los medios, comentó.
Para Siegel, los hallazgos resaltan un punto que con frecuencia se pasa por alto en los debates sobre el control de las armas de fuego.
"El debate usualmente se enfoca en el homicidio", dijo. "Algunas personas plantean que el hecho de que los ciudadanos que respetan la ley tengan más armas de fuego ayudará a prevenir los homicidios".
Pero esos mismos ciudadanos respetuosos de la ley pueden deprimirse y pensar en el suicidio. "Si añadimos el tema del suicidio al debate, la ecuación cambia", enfatizó Siegel.
Ya hay evidencias de que las políticas sobre las armas de fuego pueden afectar a las tasas de suicidio, apuntó Webster.
Uno de sus propios estudios encontró que las tasas de suicidio adolescente bajaban en los estados que promulgaban leyes que obligaban a almacenar las armas de fuego de forma segura.
Más información
La Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) tiene más información sobre la prevención de la violencia con las armas de fuego.
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