La genética podría mantener juntos a Mickey y a Minnie

Un grupo de científicos convierten ratones macho promiscuos en parejas monógamas

MIÉRCOLES 16 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- ¿Podría un sólo gen explicar porqué algunos hombres son Tenorios toda la vida mientras que otros se sienten satisfechos con una sola alma gemela?

En experimentos genéticos con ratones, un grupo de investigadores han podido convertir ratones macho promiscuos en parejas monógamas.

Y, a pesar de que algunos expertos fueron escépticos en cuanto a la validez del experimento en los seres humanos, afirmaron que el estudio demuestra que algunos comportamientos sociales humanos tienen sus raíces en la biología.

Investigadores de la Universidad Emory descubrieron que al transferir un sólo gen, llamado receptor de vasopresina, del cerebro de ratones de campo macho monógamos al cerebro del promiscuo macho del ratón de pradera, hacía que el segundo se hiciera monógamo también.

"La variación de un sólo gen puede afectar comportamientos sociales complejos", afirmó el investigador principal Larry J. Young, profesor asistente del departamento de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory en Atlanta.

"Y este gen, el receptor de vasopresina, está involucrado en la vinculación afectiva de las parejas", añadió.

Para determinar cómo afectaba este gen en el comportamiento, el equipo de Young estudio dos tipos de ratones, los muy sociables ratones de campo y los no tan sociables ratones de pradera.

La diferencia entre estos ratones es la ubicación del gen receptor de vasopresina en su cerebro, aclaró Young.

Hay una parte del cerebro relacionada con la adicción a las drogas que, en los ratones monógamos, tiene muchos receptores de vasopresina. En los ratones promiscuos, no existen", puntualizó.

Los investigadores tomaron genes receptores de vasopresina de ratones monógamos y los pusieron en la misma zona del cerebro de los ratones promiscuos, según el informe que aparece en la edición en línea del 17 de junio de Nature.

"Hallamos que esos animales ahora creaban lazos con su pareja, cuando esta especie no lo hacía normalmente", dijo Young. "Esto sugiere que un sólo gen puede afectar profundamente en un comportamiento social".

"La variación de genes que vemos en estas dos especies de ratones podría ser similar a las variaciones que vemos en los seres humanos", agregó. "Podría explicar porqué algunos seres humanos no se comportan igual que otros, especialmente cuando se trata de algunas enfermedades, como el autismo".

El autismo es un trastorno del comportamiento social y quizás este gen esté involucrado, anotó Young.

El gen también podría explicar algunas variaciones naturales en la personalidad cuando se trata de comportamientos sociales.

"Este gen podría influir en su timidez o su extroversión e incluso en la manera en cómo usted crea vínculos y relaciones con otras personas", anotó Young.

El Dr. David L. Katz, profesor clínico asociado de las Escuelas de Salud Pública y Medicina de la Universidad de Yale, declaró que "este hallazgo demuestra que hay una base genética simple pero poderosa para los lazos sociales y la monogamia, pero muy seguramente no podrá aplicarse directamente a los seres humanos".

Sin embargo, señaló que el hallazgo es importante porque demuestra que algunas tendencias que podrían ser consideradas únicamente como del comportamiento, podrían estar realmente asociadas con la genética.

"Nosotros, al igual que otras especies, somos criaturas con tendencias y rasgos específicos codificados en nuestros genes. Esto tiene implicaciones en todo, desde lo que comemos hasta nuestra susceptibilidad para aumentar de peso, pasando por nuestras inclinaciones románticas, sociales y sexuales", agregó Katz.

Esta investigación también da una lección de humildad, apuntó, porque señala las maneras escondidas en las que los seres humanos podrían no ser sus propios dueños.

"Sin embargo, los valores, las convenciones sociales y el amor son atributos poderosos de los seres humanos, los cuales, hasta donde sabemos, no existen en los ratones. Deberíamos aprender del conocimiento de nuestras predisposiciones biológicas. Al contrario que la mayoría de criaturas, no necesitamos estar atados por ellas", concluyó Katz.

Más Información

El Human Genome Project tiene más información sobre genes y comportamiento.

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