Los genes podrían ayudar a algunos a soportar el dolor

Informe señala que el ADN mejora su tolerancia

JUEVES 26 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Las persona que toleran mejor el dolor podrían simplemente tener mejores genes.

Los científicos aseguran que los niveles de una molécula llamada BH4, necesaria para la producción de sustancias químicas neurotransmisoras importantes, influye sobre la sensibilidad del cuerpo al dolor.

El equipo de investigadores internacionales, con sede en el Hospital General de Massachusetts (conocido en inglés como MGH) de Boston, asegura que los niveles de BH4 también podrían determinar la vulnerabilidad de una persona al dolor crónico.

En el informe que aparece en la edición de noviembre de Nature Medicine, señalan haber encontrado que un conjunto de variaciones en un gen involucrado con la producción de BH4 parece reducir la sensibilidad al dolor de una persona.

"Esta es la primera evidencia de una contribución genética al riesgo de desarrollar dolor neuropático en los seres humanos. La secuencia genética que protege contra el dolor, que porta cerca del 25 por ciento de la población, parece ser un marcador tanto de menor sensibilidad al dolor como de menor riesgo de dolor crónico", aseguró en una declaración preparada el Dr. Clifford Woolf, autor principal del estudio y director del Grupo de investigación en plasticidad neural del MGH.

"Identificar a quienes están en mayor riesgo de desarrollar dolor crónico en respuesta a procedimientos médicos, traumas o enfermedades podría conducir a nuevas estrategias de prevención y a tratamientos potenciales", aseguró Woolf.

En una investigación con cientos de voluntarios, los científicos concluyeron que quienes tenían un haplotipo protector GCH1 (una serie de variaciones en el gen que se hereda en conjunto) eran menos sensibles al dolor. Este haplotipo GCH1 reduce la producción de BH4.

"Nuestros resultados nos dicen que la BH4 es una molécula clave en la producción del dolor. Si aumenta, los pacientes experimentan dolor y si no es así, tendrán menos", explicó Woolf.

"La información también sugiere que quienes dicen que sienten menos dolor no son simplemente estoicos sino que en realidad han heredado una maquinaria molecular que reduce su percepción del dolor. Esta diferencia no tiene su origen en la personalidad o la cultura sino en diferencias reales en la biología del sistema nervioso sensorial".

Más información

El U.S. National Institute of Neurological Disorders and Stroke tiene más información sobre el dolor.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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