MIÉRCOLES, 18 de febrero de 2015 (HealthDay News) -- Los ríos y los arroyos podrían ser contribuyentes importantes a la resistencia a los antibióticos, debido a que muchos medicamentos para combatir infecciones se desechan en ellos, señala un estudio reciente.
La resistencia a los antibióticos significa que medicamentos de uso común no funcionan bien, o no funcionan en lo absoluto, para combatir las infecciones.
Para este estudio, unos investigadores británicos analizaron muestras de agua y de sedimento de trece ubicaciones del río Támesis, en Inglaterra, y de los canales que desembocan en el río.
"La resistencia a los antibióticos ocurre de forma natural en el ambiente, pero aún no sabemos la forma en que los desechos humanos y agrícolas afectan a su desarrollo", apuntó la autora colíder del estudio, Elizabeth Wellington, profesora de la Universidad de Warwick, en Inglaterra.
"Encontramos que las descargas de aguas residuales afectan a los niveles de resistencia, y que unas mejoras en nuestros procesos de tratamiento podrían ser la clave para reducir la prevalencia de bacterias resistentes en el ambiente", aseguró en un comunicado de prensa de la universidad.
Los resultados del estudio mostraron unos niveles más altos de bacterias resistentes a los antibióticos cerca de ciertos tipos de plantas de tratamiento de aguas residuales.
Otros factores afectaron a los niveles de bacterias resistentes a los antibióticos, como cambios en la precipitación de lluvia y la cubierta terrestre. Por ejemplo, los niveles eran más altos tras una lluvia copiosa en un área rodeada de pastizales, pero más bajos tras una lluvia intensa en un área rodeada de bosques.
El estudio aparece en una edición reciente en línea de la revista The ISME Journal.
Grandes cantidades de antibióticos se liberan en el ambiente a través de los desechos humanos y agrícolas, anotaron los investigadores.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre la resistencia a los antibióticos.
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