Ciertas afecciones de la salud aumentan los riesgos de una COVID-19 grave

doctor listening to lungs
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MIÉRCOLES, 1 de abril de 2020 (HealthDay News) -- Una nueva investigación sugiere que tener una afección subyacente podría ser uno de los factores de riesgo más significativos del desarrollo de un caso grave de COVID-19.

Los científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. observaron a un grupo de pacientes adultos con COVID-19 de EE. UU., y encontraron que más o menos tres cuartas partes de los que acabaron en el hospital tenían al menos un problema de salud subyacente.

Entre los 457 pacientes que fueron admitidos a cuidados intensivos, un 78 por ciento tenían otras afecciones de la salud, mientras que un 71 por ciento de los pacientes que fueron admitidos al hospital, pero no a cuidados intensivos, tenían al menos otro problema de salud.

Los datos sobre la mortalidad mostraron una correlación incluso más fuerte. Ocurrieron 184 muertes entre todos los pacientes adultos hospitalizados con COVID-19 que contaban con una información completa sobre las afecciones subyacentes o los factores de riesgo. De ellas, 173 (un 94 por ciento) fueron en pacientes con al menos una afección subyacente, según el Equipo de Respuesta de COVID-19 de los CDC, dirigido por Nancy Chow.

Esas afecciones incluyeron a enfermedades que afectan a personas de todas las edades, como el asma y la diabetes, junto con la enfermedad cardiaca y la enfermedad pulmonar.

Lamentablemente, esas mismas afecciones son bastante comunes entre los estadounidenses, anotaron los investigadores. En 2018, la prevalencia de diabetes diagnosticada entre los adultos de EE. UU. era de poco más de un 10 por ciento, mientras que la prevalencia de enfermedad cardiaca era de un 10.6 por ciento en 2017. Por otro lado, la prevalencia de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) entre los adultos de EE. UU. era de casi un 6 por ciento, y la prevalencia de asma entre las personas de todas las edades era de casi un 8 por ciento en 2018.

Los hallazgos aparecen en la edición del 31 de marzo de la revista de los CDC Morbidity and Mortality Weekly Report.

El Dr. Robert Glatter es médico de emergencias en la ciudad de Nueva York, y está tratando a muchos pacientes afectados por el coronavirus. Dijo que los nuevos hallazgos le parecen demasiado familiares.

"En primera línea estamos viendo que los pacientes con enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiovascular y diabetes tienen un riesgo más alto de admisión, además de una insuficiencia respiratoria debida a SDRA", lamentó. "Los pacientes con asma, EPOC, y también con apnea del sueño tiene un riesgo elevado de resultados adversos, que incluyen neumonía, SDRA y la intubación subsiguiente.

Eso no significa que todo el que tenga esas afecciones esté condenado a sufrir una enfermedad grave", enfatizó Glatter.

"No está claro si los pacientes con afecciones crónicas subyacentes que gestionan sus afecciones de forma adecuada tienen un riesgo más bajo de complicaciones y resultados adversos", señaló.

Las afecciones subyacentes pueden ser importantes para la gravedad de la COVID-19, pero muchos adultos jóvenes creen de forma errónea que el coronavirus solo afecta a las personas mayores, una idea errónea que los pone a ellos, y a los demás, en riesgo, advirtieron los expertos.

Un creciente número de estadounidenses de 20 a 44 años han sido hospitalizados por la COVID-19.

Si bien la tasa de mortalidad por la COVID-19 es más alta entre las personas de a partir de 85 años, la tasa más alta de casos confirmados (un 29 por ciento) se observa entre las personas de 20 a 44 años, según los CDC.

Las personas de 65 a 84 años representaban a más de un tercio de los pacientes hospitalizados, según los CDC, pero un 20 por ciento de los pacientes hospitalizados tenían de 20 a 44 años.

Es muy probable que una persona en el grupo de edad más baja conozca a alguien de un grupo de alto riesgo, comentó el Dr. Michael Chang, profesor asistente de pediatría del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Houston.

"Aunque su riesgo individual de una enfermedad grave sea bajo, sería muy injusto para los pacientes con un riesgo alto si sus acciones los expusieran a lo que podría ser una enfermedad potencialmente letal", planteó Chang en un comunicado de prensa de UT Health.

Los adultos jóvenes deben ser conscientes de que aunque su riesgo de muerte si contraen la COVID-19 es más bajo que el de los adultos mayores, pueden propagar la enfermedad a sus padres, abuelos y otros seres queridos que sean más vulnerables, observó el Dr. George Delclos, profesor de salud pública de UT Health.

Las personas con un riesgo alto deben tomarse el distanciamiento social en serio para evitar contraer el coronavirus, recomendó Catherine Troisi, epidemióloga de enfermedades infecciosas de la Facultad de Salud Pública de UT Health.

Las personas con un riesgo elevado incluyen a las que tienen afecciones de salud subyacentes como la enfermedad pulmonar crónica, la diabetes o la enfermedad cardiaca; a las que tienen sobrepeso; a las que tienen un sistema inmunitario debilitado; a las que están embarazadas; y a las mayores de 65 años.

Pero todo el mundo está en riesgo, incluso las personas jóvenes, enfatizó Troisi.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. describen cómo protegerse del coronavirus.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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