LUNES, 6 de julio de 2020 (HealthDay News) -- El estrés por el distanciamiento social y el aislamiento, que buscan frenar la propagación de la COVID-19, puede conducir a una mayor violencia familiar en casa, advierten expertos de la Universidad de Tulane.
Esos cambios en la rutina pueden alterar a los niños, que pueden comportarse mal y poner a prueba los límites. El estrés por el mal comportamiento, junto con las preocupaciones económicas y de otros tipos, pueden resultar en estallidos de ira, e incluso en el abuso verbal y físico, señalaron el Dr. Charles Zeanah Jr., catedrático de psiquiatría, y el Dr. Myo Thwin Myint, profesor asistente de psiquiatría.
Ofrecieron esta información en un artículo de perspectiva que se publicó en la edición de julio de la revista Pediatrics.
A continuación, sus consejos para los padres que se sientan abrumados:
"El estrés económico de la pandemia y las alteraciones en las fuentes de respaldo usuales de la familia probablemente se extiendan más allá de las órdenes de confinamiento en casa", comentó Myint en un comunicado de prensa de la Tulane. "Reconocer que, ahora mismo, el riesgo de violencia familiar es alto, quizá ayude a las personas a ser más conscientes de las señales".
Más información
Aprenda más sobre el coronavirus y el estrés en la Organización Mundial de la Salud.
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