La pandemia empeora las dificultades de atender a un ser querido con demencia

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JUEVES, 2 de abril de 2020 (HealthDay News) -- Antes del brote de COVID-19, la madre de Annette Adams-Brown, que tiene 87 años, era una ávida seguidora de las noticias en la televisión. Ahora, Adams-Brown tiene que explorar los canales para buscar un entretenimiento menos estresante.

Su madre, Bertha, tiene demencia, y cada vez que oye las noticias sobre una terrible enfermedad que se propaga por el país, es como si lo oyera por primera vez.

"Produce mucha ansiedad", comentó Adams-Brown, que vive con su madre en un complejo de apartamentos para adultos mayores en Syracuse, Nueva York.

"Ahora ve mucho 'Family Feud'", dijo Adams-Brown. "Es bueno para ella, porque intenta responder a las preguntas". Pausa, y luego añade con buen humor que "a veces es un poco repetitivo".

Adams-Brown pertenece a la legión de cuidadores familiares de todo el país. Esto incluye a más de 16 millones de estadounidenses que proveen atención a alguien que sufre de Alzheimer u otra forma de demencia, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

Ahora que se ha ordenado a la mayor parte del país que se confine en casa, y que los adultos mayores son particularmente vulnerables a una COVID-19 grave, los cuidadores familiares se enfrentan a nuevas dificultades.

A algunos podrían hacerles falta las visitas de los familiares y amigos, que aliviaban su carga de trabajo o les alegraba el día. Otros podrían haberse quedado sin los centros de día para adultos o la atención de relevo que les ofrecía periodos de descanso de sus deberes, según Beth Kallmyer, vicepresidenta de atención y respaldo de la Asociación del Alzheimer.

Un consejo que ofrece es similar a lo que Adams-Brown ya está haciendo. "Limite las noticias, e intente encontrar actividades de las que disfrute para pasar el tiempo", dijo Kallmyer.

Adams-Brown intenta que la hora de comer sea especial. A veces, finge que es la presentadora de un programa de cocina. Y cuando ella y su madre se sientan a la mesa, pasan bastante tiempo conversando.

"Hablamos mucho", aseguró Adams-Brown. "Parece que la hace recordar historias de su juventud".

También ha sacado muchas fotografías viejas, y le ha pedido a su madre que la ayude a organizarlas. Adams-Brown dijo que Bertha, que siempre se ponía elegante, incluso para ir al buzón de correos, reacciona a las fotografías con declaraciones como "qué elegante era".

El teléfono se ha convertido en una especie de mano amiga, ayudando a la pareja de madre e hija a mantenerse conectada con familiares y amigos. El pastor de la iglesia de Bertha la llama, e incluso hacen estudios de Biblia por teléfono.

Por otro lado, la Asociación del Alzheimer ha pasado sus grupos de respaldo para los cuidadores en persona usuales al teléfono y las videoconferencias.

"Poder conectar con otros cuidadores es importante", aseguró Kallmyer, en parte porque cuando hablan de las dificultades a las que se enfrentan encuentran soluciones "creativas".

Los familiares que no son los cuidadores principales se enfrentan a su propia dificultad: no poder hacer visitas.

Pero de cualquier forma pueden ayudar. Kallmyer sugirió que las familias organicen una conferencia telefónica para la planificación, por ejemplo para decidir quién se encargará de llevar las compras y los medicamentos recetados.

"Deben planificar qué harán si el cuidador principal enferma", dijo Kallmyer. Si una familia necesita ayuda con ese tema, pueden llamar a la línea de ayuda de la Asociación del Alzheimer (800-272-3900).

También hay muchas familias que están separadas de un ser querido que está en un hogar de ancianos o en un centro de vivienda asistida. El coronavirus ya ha asolado a varios centros de EE. UU., y las restricciones de los visitantes son esenciales para proteger a los residentes vulnerables, dijo Kallmyer.

Pero, al igual que los hospitales, muchos centros de atención a largo plazo están usando el teléfono, FaceTime y Skype para ayudar a las familias no solo a mantenerse informadas, sino a mantener una sensación de conexión.

El Dr. William Dale, geriatra de City of Hope, un centro médico en Duarte, California, aseguró que "las conexiones sociales no son un lujo. Son parte de lo que estar sano implica".

Pero, para las personas con demencia, la comunicación a través de la tecnología (incluso con ayuda del personal) puede resultar difícil, según Dale. Es importante ser paciente, dijo, y estar preparado para repetir las respuestas a las mismas preguntas todas las veces que resulte necesario. Y recuerde que, en los videos, sus expresiones faciales son importantes.

"Intente estar lo más calmado y ser lo más agradable posible", aconsejó Dale.

Y como muchas personas mayores tienen dificultades auditivas, mire directamente a la cama y hable lenta y claramente, añadió.

Incluso una persona en las etapas avanzadas de la demencia puede beneficiarse de las llamadas telefónicas familiares, según Kallmyer. "Tan solo escuchar su voz podría resultar reconfortante", dijo.

Adams-Brown aseguró que para ella es un "honor" poder cuidar a su madre en casa, y que este momento difícil tiene sus puntos positivos. Un día llevó a su madre a caminar por el edificio, y otro residente salió al balcón de su apartamento para mantener una conversación en la distancia. Pronto, otros aparecieron en sus balcones para unirse.

Y en un día nevado reciente en la parte norte del estado de Nueva York, Adams-Brown construyó un muñeco de nieve para que los residentes lo disfrutaran desde sus ventanas.

"Creo que hay que ver las bendiciones en todo", aseguró. "En este caso, estamos haciendo todo lo posible por ayudarnos mutuamente".

Más información

La Asociación Americana de Geriatría (American Geriatrics Society) ofrece consejos sobre cómo afrontar el aislamiento durante el distanciamiento social.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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