Las toallas de papel son mejores que los secadores de aire contra los virus, encuentra un pequeño estudio

Paper towel dispener in commercial bathroom
Paper towel dispener in commercial bathroom

VIERNES, 17 de abril de 2020 (HealthDay News) -- El lavado de manos frecuente con jabón y agua es clave para prevenir la propagación del coronavirus, ¿pero cuál es la mejor forma de secarse las manos luego?

En un nuevo estudio de tamaño reducido, unos investigadores británicos encontraron que las toallas de papel eran mejores que los secadores de aire que se encuentran en los baños públicos para deshacerse de los gérmenes que permanecen en las manos tras lavarlas.

"Una buena práctica de lavado de manos debe ser seguida por un secado de manos adecuado. Las toallas de papel pueden ayudar a reducir la propagación de microbios y deben ser el método preferido para lavarse las manos, sobre todo en un momento en que una buena higiene de las manos es la medida más efectiva para prevenir la COVID-19", señaló la autora del estudio, Ines Moura, investigadora de la Universidad de Leeds.

El método usado para secar las manos puede ayudar a reducir la contaminación microbiana, no solo en las manos sino también en el cuerpo y en el ambiente fuera del baño, explicó.

"Las toallas de papel fueron más eficientes para reducir esta contaminación", aseguró Moura. "Esto es particularmente importante en los baños de los hospitales, porque esas instalaciones son usadas por los pacientes, los profesionales de la atención de la salud y los visitantes, y es cada vez más común que solo ofrezcan secadores de aire a chorro como opción para secarse las manos".

Un lavado de manos adecuado significa lavarse las manos de forma vigorosa con jabón y agua durante al menos 20 segundos.

La Dra. Miriam Smith, jefa de enfermedades infecciosas del Long Island Jewish Forest Hills en la ciudad de Nueva York, dijo que "el secado a chorros parece fomentar potencialmente la transformación en aerosol y la transmisión de los microbios. Ante el brote de COVID-19, secarse con toallas de papel, en lugar del secado con aire a chorros, se debe considerar para las instalaciones públicas en un esfuerzo por contener la propagación del SARS CoV-2".

En el estudio, cuatro voluntarios se lavaron las manos tras contaminarse con bacteriófagos, un virus que infecta a las bacterias y que es inocuo para los humanos. Se secaron las manos con toallas de papel o en un secador de aire en un baño público de un hospital. Todos los participantes usaron un delantal. Tras secarse, se les pidió que cruzaran sus brazos con los delantales puestos, y que entonces pusieran los brazos en butacas.

Los investigadores tomaron entonces muestras de las superficies que tocaron, como butacas, puertas, pasamanos de escaleras, botones de elevadores, sillas, teléfonos e interfonos, etc.

Tanto las toallas de papel como los secadores de aire redujeron de forma significativa el virus de las manos contaminadas, pero en todas las superficies evaluadas, se encontró más contaminación tras secarse con aire que tras el uso de las toallas de papel.

De hecho, la contaminación promedio de las superficies fue más de 10 veces mayor tras el secado con aire que tras el uso de las toallas de papel, encontraron los investigadores.

Además, se encontró más de cinco veces más contaminación en los delantales y la ropa y superficies tocados por la ropa tras el secado de aire que tras el secado con las toallas de papel. Solo tras el secado con el aire se encontró contaminación en las butacas a través de los brazos cruzados, anotaron los investigadores.

La transferencia de los gérmenes a las superficies ambientales puede suceder mediante manos que siguen contaminadas tras el secado de las manos, pero también a partir de la ropa contaminada durante el secado de las manos, explicaron los investigadores.

A Richard Condit, profesor emérito de genética y microbiología moleculares de la Universidad de Florida, en Gainesville, no le sorprendieron los hallazgos.

Estudios anteriores sobre la eficacia de los secadores de aire encontraron que los secadores de aire diseminaron los contaminantes de las manos por todas partes, comentó.

"De verdad es una pena", dijo Condit. "Como microbiólogo, reconocí el potencial de contaminación desde el principio, y desde que confirmé mis sospechas al leer artículos más antiguos, los secadores de aire de próxima generación me dan escalofríos".

En particular, apuntó al tipo de secador de aire en que se insertan las manos húmedas en una apertura en forma de manga. "Con frecuencia se ve un charco de líquido en el fondo por los usos anteriores. Eso tiene que estar contaminado con microbios", advirtió Condit. "Lamentablemente, hasta que aparezca alguna alternativa más segura a los secadores eléctricos de aire comprimido, seguiré eligiendo las toallas de papel".

Los hallazgos se debían presentar en una reunión, ahora cancelada, de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases). Ese tipo de investigación se debe considerar preliminar hasta que se publique en una revista revisada por profesionales.

Más información

Para más información sobre el lavado de manos, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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