Un nuevo informe de China determina que la tasa de mortalidad del COVID-19 es del 1.4 por ciento

Chinese patient who is ill
Chinese patient who is ill

JUEVES, 19 de marzo de 2020 (HealthDay News) -- Un nuevo estudio sobre la cambiante crisis del coronavirus arroja una buena noticia: una tasa de mortalidad que es mucho más baja que los estimados anteriores.

El informe de China determina ahora que la tasa general de mortalidad en los casos sintomáticos de la enfermedad del COVID-19 es de un 1.4 por ciento, mucho más baja que la tasa de mortalidad del 3.4 por ciento que proveyó la Organización Mundial de la Salud (OMS) a principios de la pandemia.

Esto ubica la tasa de mortalidad por el COVID-19 significativamente por debajo que la de la pandemia de gripe española de 1918, señalaron los autores del informe, pero más alta que la observada en el brote de gripe aviar H1N1 de 2009.

Unos investigadores dirigidos por Joseph Wu, de la Universidad de Hong Kong, analizaron los datos del área circundante a Wuhan, la ciudad china donde comenzó la pandemia.

Al observar los datos de más de 79,000 casos y casi 2,900 muertes en la región hasta el 29 de febrero, los investigadores confirmaron que las probabilidades de morir aumentaban con la edad.

Por ejemplo, en comparación con los pacientes con COVID-19 con enfermedad sintomática de 30 a 59 años, los pacientes de a partir de 60 años tenían más de cinco veces más probabilidades de fallecer de la enfermedad, según el informe, que se publicó el 19 de marzo en la revista Nature Medicine.

En el otro extremo del espectro, los pacientes menores de 30 años tenían un 40 por ciento menos de probabilidades de fallecer que los pacientes de 30 a 59, apuntaron los autores del estudio.

El equipo de Wu cree que gran parte del crédito por reducir la tasa de mortalidad se debe a las mejoras en la atención en los hospitales de Wuhan.

Mientras el personal de atención de la salud obtenía más experiencia en la gestión de los casos de COVID-19, eso "presumiblemente conduciría a menos muertes, en igualdad de condiciones", escribieron los autores del estudio.

Lo más importante, explicaron, es que "las medidas de control de salud pública impuestas de forma generalizada en China desde la alerta de Wuhan también han mantenido el número de casos bajo en otros lugares, de forma que sus sistemas de salud no están tan sobrepasados más allá de la capacidad de afluencia, lo que, una vez más, condujo a unos mejores resultados".

Esa idea, de que prevenir las infecciones nuevas "aplana la curva" de nuevos casos, ayudando a la gestión de los hospitales, es el principal motivo de los esfuerzos actuales en EE. UU. de limitar, al menos temporalmente, los contactos sociales entre las personas.

La experiencia de China ya podría estar mostrando que esas estrategias funcionan.

El miércoles, las autoridades de salud anunciaron que por primera vez desde el inicio de la pandemia, no había casos nuevos de infección con el coronavirus en China. Pero los expertos advierten que deben pasar 14 días sin casos nuevos antes de que se pueda declarar que la epidemia acabó en China.

Hasta el jueves, el total de casos de infección con el coronavirus en EE. UU. había superado los 9,000, y se habían registrado 149 muertes. Hasta el martes, la OMS había reportado casi 208,000 casos de coronavirus en 166 países y territorios, y más de 8,600 muertes.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el nuevo coronavirus.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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