Nuevos medicamentos y una mejor atención podrían combatir la malaria

Estudios muestran las acciones que se pueden llevar a cabo para combatir esta enfermedad mortal a nivel global

MARTES 22 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Científicos informan sobre los avances médicos contra la malaria, una grave enfermedad que acaba con las vidas de más de un millón de personas cada año, muchas de las cuales son niños.

En uno de los numerosos ensayos publicados esta semana en una edición especial sobre el tema del Journal of the American Medical Association, investigadores estadounidenses reportan que el uso oportuno de una combinación de medicamentos claves salvó la vida de niños amenazados por esta enfermedad que se transmite por las picaduras de mosquitos.

En un periodo de un año y medio, ninguno de los 601 niños de Uganda que participaron en el ensayo murió a causa de la malaria recurrente.

"En el contexto del África Subsahariana, que tiene una mortalidad infantil elevada, estos niños han tenido resultados muy buenos", dijo el investigador principal, el Dr. Philip J. Rosenthal, profesor de medicina de la Universidad de California en San Francisco.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la malaria sigue siendo una importante causa de enfermedad y muerte en todo el mundo. Más de 3 mil millones de niños habitan en áreas en riesgo de contraer la enfermedad, y más de 500 millones de personas contraen malaria grave cada año. La enfermedad es causada por un parásito microscópico conocido como Plasmodium, que entra al torrente sanguíneo a través de la picadura de un mosquito.

En el ensayo, el equipo de Rosenthal evaluó las tres combinaciones principales de medicamentos disponibles para el tratamiento de la malaria por P. falciparum, una forma severa de la enfermedad que tiene una alta tasa de mortalidad. Dichas evaluaciones son necesarias, porque existe cada vez más resistencia hacia algunos medicamentos, algo que requiere de cambios en el tratamiento.

En el estudio participaron niños sanos de 1 a 10 años diagnosticados con un primer episodio de malaria. Fueron asignados de manera aleatoria para recibir una de tres combinaciones de medicamentos: amodiaquina más sulfadoxina-pirimetamina; amodiaquina más artesunato; o arteméter más lumefantrina, dos de los nuevos medicamentos antimalaria.

Hubo recurrencias de la malaria en los tres grupos, destacó Rosenthal, un 26.1 por ciento de los niños del primer grupo, el 17.4 por ciento del segundo grupo y el 6.7 por ciento en el tercer grupo tuvieron recurrencias en las primeras cuatro semanas.

Pero en los 18 meses siguientes, no se produjo ninguna muerte ni casos de malaria grave, y la incidencia de anemia y de parásitos de la malaria en la sangre se redujo de forma significativa en los tres grupos, anotó Rosenthal.

Una de las claves del éxito consistió en ofrecer una buena atención médica para los niños en general, y no sólo para la malaria, dijo Rosenthal. "Cada vez que un niño enfermaba tenía acceso a una buena atención médica gratuita", aseguró. "Esto demuestra que ofrecer buenos cuidados médicos y prestar atención esmerada a cada episodio de malaria también resultó efectivo".

El ensayo también estableció "un orden claro en la clasificación" de los tratamientos, ya que el régimen que recurrió a los medicamentos más recientes fue el más eficaz, dijo Rosenthal.

Los resultados indican que "una mejor gestión de la malaria, junto con tratamientos basados en la evaluación y el diagnóstico de todos los niños que muestren signos de fiebre, es un objetivo razonable para África", pero es necesario seguir realizando investigaciones continuas sobre el diagnóstico, el acceso a medicamentos y la integración de un tratamiento farmacológico junto con estrategias de prevención.

Un segundo ensayo, realizado en Pakistán, comparó dos tratamientos combinados que usaban medicamentos antifolatos (sulfadoxina-pirimetamina y clorproguanil-dapsona) frente al tratamiento con un solo medicamento que utilizaba la cloroquina contra la malaria por P. vivax. Esta forma de la enfermedad causa entre 70 y 80 millones de casos de malaria cada año, y representa más del 50 por ciento de los casos de malaria que ocurren fuera de África.

El estudio, en el que participaron 767 pacientes, halló que aunque la cloroquina era más efectiva y seguía siendo el medicamento por excelencia, los tres tratamientos eran bien tolerados y eliminaban los parásitos que causaban la malaria del organismo en un plazo de 14 días.

"Estos medicamentos podrían ser apropiados para un tratamiento unificado cuando no esté disponible el diagnóstico de una especie específica, y muy probablemente en combinación con otros medicamentos", escribieron los investigadores.

Un tercer trabajo se centró en la lucha contra la malaria en Estados Unidos. Investigadores de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention revisaron los informes de casos de malaria reportados en los Estados Unidos entre 1966 y 2006. Se determinó que se presentaban al año un promedio de 1,200 casos, casi todos importados de otros países, lo que causaba hasta 13 muertes al año.

Esa cifra podría reducirse si se obtuviera una historia rápida del viaje después del diagnóstico, asegurarse de incluir a la malaria como una posible causa de enfermedad, y el tratamiento rápido, señalaron los autores del informe.

La lucha contra la malaria "ha estado presente en la humanidad desde siempre", agregó George Dimopoulos, profesor asistente de microbiología molecular e inmunología en la Unidad de investigación de la malaria de la Facultad de salud pública Bloomberg de la Johns Hopkins.

Es una enfermedad compleja, explicó Dimopoulos. "El parásito tiene flexibilidad genética lo que le permite desarrollar resistencia a la medicación con rapidez", dijo. "También puede evadir el sistema inmunitario humano".

Tradicionalmente, la malaria ha sido una enfermedad de los pobres. En los Estados Unidos se ha logrado vencer gracias a las mejoras en las condiciones de vida.

Investigaciones en instituciones como la Johns Hopkins analizan cada aspecto del ciclo de vida del parásito de la malaria, incluida su relación con el mosquito, dijo Dimopoulos. "Aún no lo sabemos todo sobre su biología", señaló.

Claramente, la malaria nunca ha sido erradicada de una región a menos que se eliminen primero los mosquitos, dijo Dimopoulos. "Pero, necesitamos combinar y coordinar esfuerzos con múltiples estrategias", antes de ganar esa batalla, dijo.

Más información

Para saber más sobre la malaria, visite la Organización Mundial de la Salud.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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