En los adolescentes, el sexteo puede ser una señal de advertencia de otras conductas riesgosas

teen texting in bed
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LUNES, 17 de junio de 2019 (HealthDay News) -- Los padres que encuentran un mensaje de texto sexual en el teléfono de un adolescente deben estar atentos a otros problemas en la vida de sus hijos, sugiere una nueva revisión de las evidencias.

Los adolescentes que comparten imágenes sexualmente explícitas son mucho más propensos a implicarse en otras actividades problemáticas, lo que incluye el sexo no seguro, el alcohol y las drogas.

"Los jóvenes que sextean participan en muchas conductas riesgosas más", advirtió la investigadora sénior, Sheri Madigan, experta en desarrollo infantil de la Universidad de Calgary, en Alberta, Canadá.

"Encontramos que los jóvenes que sextean tenían aproximadamente cuatro veces más probabilidades de también practicar el coito sexual, cinco veces más probabilidades de tener parejas sexuales múltiples, y la mitad de probabilidades de estar usando un método anticonceptivo", continuó.

Además, los adolescentes que sexteaban tenían:

  • El doble de probabilidades de presentar síntomas de depresión y ansiedad.
  • Dos veces y media más probabilidades de fumar o participar en conductas delincuentes, como robos o vandalismo.
  • Más de tres veces más probabilidades de estar usando alcohol o drogas.

Pero los estudios son particularmente preocupantes a la luz de un estudio de 2018 dirigido por Madigan, que encontró que 1 de cada 4 adolescentes recibe mensajes sexteos, y que 1 de cada 7 los envía.

Los resultados de la nueva revisión concuerdan con lo que ya se sabe sobre los adolescentes y el sexteo, señaló Sameer Hinduja, codirector del Centro de Investigación sobre el Ciberacoso en la Universidad Atlántica de Florida.

"Muchas conductas riesgosas entre los jóvenes tienden a ocurrir en una constelación", afirmó. "Si un adolescente experimenta con una conducta riesgosa, típicamente ese adolescente tiene experiencia en otras conductas riesgosas".

En este estudio, Madigan y sus colaboradores recolectaron y combinaron datos de 23 estudios anteriores sobre el sexteo, en que participaron casi 42,000 adolescentes.

Encontraron vínculos significativos entre el sexteo y la actividad sexual, la conducta sexual riesgosa, los síntomas de trastornos del estado de ánimo, el uso de alcohol y drogas, el tabaquismo y la delincuencia.

Además, encontraron que las asociaciones entre el sexteo y la conducta sexual o los trastornos del estado de ánimo eran más potentes en los adolescentes más jóvenes, en comparación con los que estaban en la adolescencia tardía.

No está claro si el sexteo conduce a esas conductas, o si los jóvenes inclinados a tomar riesgos son también más propensos a hacer sexteo, añadieron los investigadores. Anotaron que los hallazgos no pudieron probar causalidad, sino que solo mostraron una asociación.

Es muy posible que el sexteo sea una vía de entrada que pudiera conducir a una mayor experimentación sexual, dijo Madigan.

"Creo que a veces el sexteo es una iniciación a una mayor conducta sexual", aseguró. "A veces los jóvenes usan el sexteo como un punto de partida. Las personas lo han llamado una versión moderna del flirteo".

Pero otras investigaciones también han encontrado que cuando los adolescentes sextean dentro de una relación seria, no es más probable que se impliquen en el abuso de sustancias u otras actividades de toma de riesgo, agregó Madigan.

Esas asociaciones se encuentran con una mayor frecuencia en "jóvenes que hacen sexteo como método de flirteo o de forma más casual", dijo.

Entonces, ¿qué deben hacer los padres?

Susan Lipkins, experta en novatadas y ciberacoso, dijo que la "respuesta fácil" es recordar a los jóvenes que cualquier cosa que compartan en internet ya no está bajo su control y que se puede usar en su contra.

Los padres deben comenzar a enseñar a sus hijos sobre la privacidad y el consentimiento lo antes posible, incluso antes de que tengan un teléfono, aconsejaron ella y Madigan.

Esas conversaciones deben incluir la discusión de escenarios hipotéticos, dijo Madigan. ¿Qué pasa si alguien te manda una foto? ¿Y si te piden que envíes una foto desnudo? ¿Qué sucedería si alguien intentara obligarte a sextear? ¿Y si compartes una foto desnudo con un novio o novia y entonces rompen?

"Pero la verdad es que los niños se lo aprenderán, lo memorizarán y se lo podrán repetir, y entonces harán lo que quieran", apuntó Lipkins, psicóloga en Port Washington, Nueva York.

Lo mejor que los adultos pueden hacer es crear un sistema para reportar el sexteo y otras conductas de ciberacoso, que sea anónimo y permita la verificación de las quejas, planteó.

De otra forma, en realidad está en manos de los adolescentes mismos, añadió.

"Los jóvenes mismos tienen que decidir que no desean participar", dijo Lipkins. "'No vamos a reenviar esta foto. No la quiero en mi dispositivo. No quiero tener problemas por tenerla. No, es inadecuado, es poco respetuoso, y no participaré en esta conducta'. Cuando pueden decir eso y protegerse entre sí y a sí mismos, entonces acabará".

El nuevo informe se publicó el 17 de junio en la revista JAMA Pediatrics.

Más información

La Nemours Foundation ofrece más información sobre el sexteo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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