Los adolescentes privados del sueño son más propensos a tener relaciones sexuales poco seguras, según un estudio

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LUNES, 3 de junio de 2019 (HealthDay News) -- Padres, otro motivo por el que su hijo adolescente debe dormir lo suficiente: un nuevo estudio sugiere que los adolescentes cansados podrían ser más propensos a tener relaciones sexuales poco seguras.

Los investigadores analizaron datos recolectados de más de 1,850 adolescentes en el sur de California entre 2013 y 2017. Los participantes tenían 16 años en 2013.

Los adolescentes que constantemente no dormían lo suficiente en cualquier momento durante la semana tenían casi el doble de probabilidades de participar en sexo poco seguro, como por ejemplo no usar preservativos o tener relaciones sexuales bajo la influencia del alcohol o las drogas, que los que dormían en promedio 3.5 horas adicionales los fines de semana.

El estudio aparece en la edición del 3 de junio de la revista Health Psychology.

"Los adolescentes que dormían poco los días de semana [un promedio de 6.35 horas por noche] y los fines de semana [un promedio de 7.8 horas por noche] no dormían la cantidad adecuada durante la semana escolar y no recuperaban el sueño los fines de semana, y por tanto tenían una privación crónica del sueño", señaló en un comunicado de prensa de la revista la autora del estudio, Wendy Troxel, científica conductual y social sénior en RAND Corp., una institución de investigación sin fines de lucro.

"Un sueño insuficiente podría aumentar el potencial de toma de riesgos sexuales al afectar a la toma de decisiones e influir en la impulsividad", añadió Troxel.

La calidad del sueño no tuvo ningún efecto en la conducta sexual riesgosa, según el estudio.

Los hallazgos del estudio amplían las crecientes evidencias sobre un vínculo entre el sueño y las conductas riesgosas en los adolescentes, según los investigadores, aunque solo encontró una asociación.

"La toma de riesgos sexuales en la adolescencia plantea graves problemas de salud, por ejemplo un mayor potencial de contraer infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH", advirtió Troxel.

"En gran medida, los adolescentes no duermen las 8 a 10 horas recomendadas por noche, debido a varias razones, incluyendo cambios biológicos en los ritmos circadianos, unas horas de inicio tempranas en las escuelas, el equilibrio entre las actividades escolares y extracurriculares, y las presiones sociales paritarias", anotó Troxel.

Dijo que el sueño en la adolescencia con frecuencia es un desafío para los padres, los profesionales clínicos y los legisladores.

"Por un lado, debemos fomentar unas rutinas de sueño para los adolescentes, porque la regularidad es importante para mantener un sueño y unos ritmos circadianos saludables", indicó Troxel.

"Pero, para la mayoría de los adolescentes de EE. UU., cuyas oportunidades de sueño los días de semana se ven limitadas por las horas de inicio tempranas en la escuela, mantener consistencia en los horarios de sueño y vigilia a lo largo de la semana quizá no solo sea poco realista, sino que también podría ser malsano, dado que perpetúa un patrón de privación crónica del sueño", añadió.

"Nuestra recomendación para los padres y adolescentes es que encuentren un punto intermedio, que implica algo de sueño de recuperación los fines de semana, al mismo tiempo que mantienen algún nivel de consistencia en los patrones de sueño y vigilia", planteó Troxel.

Más información

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece consejos a los adolescentes sobre cómo tomar decisiones saludables respecto al sexo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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