El uso de antipsicóticos es el doble para los chicos de bajos ingresos

Un estudio de Tennessee sugiere que las decisiones de tratamiento son responsables de la tendencia

MIÉRCOLES 4 de agosto (HealthDayNews/HispaniCare) -- El uso de medicamentos antipsicóticos entre los niños de Tennessee de bajos ingresos casi se duplicó entre 1996 y 2001, según un nuevo estudio.

El aumento, visto sobre todo en niños diagnosticados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés), trastorno de conducta y trastornos afectivos tales como la depresión, preocupa a los expertos debido a que jóvenes que no son psicóticos reciben medicamentos antipsicóticos, y no existen datos sobre su seguridad o efectividad.

"Ciertamente, el medicamento apenas ha sido evaluado en niños", dijo el Dr. William Cooper, profesor asociado de pediatría de la Universidad Vanderbilt en Nashville. Su informe aparece en la edición del 3 de agosto de Archives of Pediatric Adolescent Medicine.

Los medicamentos antipsicóticos nuevos están aprobados para su uso en niños con enfermedades tales como la psicosis o el síndrome de Tourette. En otros casos, el efecto de su uso es mayormente desconocido, por lo menos en esta población, afirmó Cooper.

Cooper comenzó a notar un aumento en el número de pacientes jóvenes que veía que estaban tomando la nueva generación de antipsicóticos a finales de los 90.

Esto lo llevó a realizar un análisis de niños entre los 2 y los 18 años de edad que estaban suscritos a TennCare, el programa de Tennessee para los suscritos al Medicaid y las personas sin seguro. Los archivos de los pacientes incluían información demográfica, además de información sobre los medicamentos recetados. Archivos de cerca de 300,000 niños y adolescentes estaban disponibles para cada año de 1996 a 2001.

La proporción de niños de TennCare que habían comenzado a tomar antipsicóticos se había casi duplicado en seis años, de 23 por 10,000 niños en 1996 a 45 por 10,000 niños en 2001. Los aumentos fueron más dramáticos para los que tenían entre 6 y 12 años de edad (un aumento del 93 por ciento) y los que tenían entre 13 y 18 (un incremento del 116 por ciento). El uso entre niños en edad preescolar aumentó un 61 por ciento.

El uso de los medicamentos para problemas de conducta asociados con ADHD y trastornos del ánimo aumentó en más del doble. Los adolescentes tuvieron un aumento del triple en el uso de estos medicamentos para el ADHD y el trastorno de la conducta, lo que significa que casi uno de cada 100 adolescentes cubiertos por el programa estaban tomando antipsicóticos por estas razones, encontró el estudio.

Parte de la explicación del aumento podría estar en la introducción en los 90 de una nueva generación de antipsicóticos como la clozapina, la risperidona, la olanzapina, el fumarato de quetiapina y el hidrocloruro de zipasidona, que podrían ser percibidos como más seguros por algunos médicos. Los antipsicóticos más antiguos, como el Haldol, tenían graves efectos secundarios neurológicos y se reservaban para aquellas personas que no podían prescindir de ellos.

"A mediados de los 90, habían algunos nuevos antipsicóticos que eran igual de potentes pero que no tenían los efectos secundarios, así que las personas comenzaron a pensar que tal vez eran seguros", aclaró Cooper. "Resulta que en realidad estaban cambiando los efectos secundarios neurológicos por otros efectos secundarios, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 2 y, en casos muy raros, la arritmia cardiaca. A partir de estudios preliminares, parece como si estos problemas [los efectos secundarios] son más pronunciados en los niños".

Otra preocupación, según Cooper, es que los medicamentos más recientes no fueron diseñados para tratar problemas como el ADHD, aunque hay alguna evidencia de que podrían ayudar con el comportamiento inapropiado severo, añadió.

El Dr. Melvin Oatis, profesor asistente de psiquiatría clínica en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Nueva York, dijo que también ha notado un aumento en el uso de estos medicamentos en niños y adolescentes que no son psicóticos.

Cuando se recetan a un niño no psicótico "es por un trastorno grave de la conducta, un niño que incendia cosas, que es cruel con los gatos, que falta a la escuela, alguien con serios problemas", dijo. "Estos son los niños a quienes daríamos medicamentos antipsicóticos rápidamente con la esperanza de que esto impediría algunas de sus malas conductas".

Los medicamentos antipsicóticos también pueden ser administrados a niños que son autistas y que están en peligro de hacerse daño a ellos mismos o a quienes los cuidan, apuntó Oatis. "Darles antipsicóticos ha sido muy beneficioso en términos de controlar su conducta", apuntó.

Pero, añadió, no podía decir si el aumento que ve entre sus pacientes en Nueva York es similar en alguna forma al que Cooper notó entre su población de Tennessee.

Sean los medicamentos beneficiosos o no, para Cooper el punto está muy claro. "Necesitamos estudiar estos medicamentos", afirmó.

Mientras tanto, está comenzando a investigar para determinar si los mismos patrones de recetas de medicamentos se puede observar entre los niños sin seguro.

Más Información

Visite la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry para más información sobe la medicación psiquiátrica para los niños.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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