Los niños más jóvenes del aula son diagnosticados con TDAH y otros problemas con una mayor frecuencia

teacher and young students
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LUNES, 23 de septiembre de 2019 (HealthDay News) -- Si un niño no puede sentarse tranquilo o si suelta pensamientos al azar en el kindergarten o en primer curso, ¿el niño tiene un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)? ¿O el niño simplemente todavía no tiene la madurez suficiente para estar sentado y quieto?

Ambas son posibilidades, e independientemente de cuál sea la correcta, una nueva investigación sugiere que los niños más jóvenes de las clases reciben diagnósticos de TDAH, discapacidad intelectual e incluso depresión con una frecuencia alrededor de un 30 por ciento más alta que sus compañeros de más edad.

"Los niños del mismo año [escolar] pueden tener hasta un año de diferencia respecto a la edad. Hace tiempo que sabemos que a los niños que son jóvenes para su año escolar tiende a irles menos bien académicamente, y que es más probable que les diagnostiquen trastornos de hiperactividad", señaló el coautor del estudio, Jeremy Brown, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Inglaterra.

Brown anotó que este estudio no se diseñó para determinar la causa de esos problemas, sino solo para encontrar una asociación. Pero dijo que el vínculo tiene varios motivos potenciales.

"Para los niños más jóvenes resulta más difícil concentrarse en las clases, lo que lleva a un mayor número de diagnósticos de hiperactividad. Un rendimiento académico inferior y unas peores relaciones paritarias podrían tener consecuencias negativas para la salud mental", explicó.

En el estudio, los investigadores revisaron los expedientes de salud electrónicos de más de 1 millón de niños de escuelas de Reino Unido.

Encontraron que los niños nacidos en el último trimestre de un año escolar tenían un 36 por ciento más de probabilidades que los niños nacidos en el primer trimestre de un año escolar de recibir un diagnóstico de TDAH. Los niños más jóvenes presentaban un 30 por ciento más de probabilidades de tener una discapacidad intelectual, y un 31 por ciento más de probabilidades de tener depresión que sus compañeros de clases de más edad.

Los niños nacidos en el segundo trimestre parecían tener una pequeña desventaja respecto a los niños de más edad en términos de la discapacidad intelectual. Y los niños nacidos en el tercer trimestre del año tenían un 20 por ciento más de probabilidades que los niños de más edad a tener una discapacidad intelectual, mostraron los hallazgos.

Brown apuntó que cada año, unos 800,000 niños comienzan la escuela primaria en Reino Unido. "Basado en nuestros hallazgos, a lo largo de su escolarización y hasta los 16 años, anticiparíamos encontrar que 500 niños más del trimestre más joven en un año podrían ser diagnosticados con depresión, en comparación con los de más edad", advirtió.

Respecto al TDAH, esa cifra fue de 1,200 más de los niños más jóvenes, y en cuanto a la discapacidad intelectual, la diferencia sería de unos 500 más de los niños más jóvenes que tendrían un problema, añadió.

Brown apuntó que la solución no está clara, y que se necesita más investigación. Un mayor respaldo para los niños más jóvenes podría resultar valioso, sugirió. También podría ayudar si se tuviera un proceso más justo y claro para retrasar la entrada a la escuela de los niños jóvenes e inmaduros en cuanto al desarrollo.

La Dra. Meg Benningfield, directora de la división de psiquiatría infantil y adolescente de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, dijo que "si se compara a un niño de 4 años con uno de 5 años, hay una gran diferencia en el desarrollo. Cuando se aplican los mismos estándares a los niños más jóvenes que a los que tienen una mayor edad, existe un riesgo de diagnósticos tanto excesivos como insuficientes". (Igual que podría suponerse que un niño muy inquieto tiene un TDAH cuando no es así, también sucede lo contrario, y los maestros podrían excusar el mal comportamiento en un niño porque sea joven, cuando en realidad tiene un TDAH).

Benningfield dijo que si a los padres les preocupa la conducta de su hijo, sin importar su edad, deben hablar con el pediatra de su hijo, o con un psiquiatra de niños o adolescentes, si hay uno disponible.

Recomendó ayudar a los niños que son más jóvenes que el resto de sus compañeros de clases a concentrarse en la forma en que ellos están mejorando. ¿Qué puedes hacer hoy que no podías hacer ayer? ¿Cómo te fue hoy en la prueba de ortografía, en comparación con la semana pasada? Enséñeles a ver cómo están creciendo y mejorando, y minimice las comparaciones con otros niños.

El Dr. Andrew Adesman es jefe de pediatría del desarrollo y conductual en el Centro Médico Pediátrico Cohen, en New Hyde Park Nueva York.

Dijo que estudios anteriores han mostrado la conexión entre el TDAH y una edad más temprana en un curso. Pero afirmó que le sorprendieron los hallazgos sobre la discapacidad intelectual. Adesman comentó que la calificación de las pruebas de CI se ajustan según la edad exacta de un niño, de forma que no habría previsto esa diferencia.

Los "hallazgos sugieren que se debe dar una mayor consideración a la edad de un niño en relación con sus compañeros de clase cuando se planteen por primera vez preocupaciones sobre una capacidad limitada de atención, la impulsividad o la intranquilidad".

Adesman también dijo que la fecha de nacimiento de un niño no debe ser el único factor cuando se decida en qué momento el niño debe comenzar la escuela. Añadió que también se debe tomar en cuenta el nivel de madurez.

El estudio aparece en la edición en línea del 23 de septiembre de la revista JAMA Pediatrics.

Más información

Para más información sobre el diagnóstico temprano del TDAH, visite el Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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