Un estudio halla un aumento en las tasas de discapacidades mentales en la niñez

Se informa sobre el mayor aumento en las familias más ricas

LUNES, 18 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- Las tasas de discapacidades del desarrollo y mentales, desde los problemas del habla hasta el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), han aumentado en un 21 por ciento entre los niños de EE. UU., según un informe reciente.

En general, las discapacidades reportadas por los padres aumentaron en un 16 por ciento, de casi 5 millones a unos 6 millones de niños entre 2001 y 2011, señaló la autora del estudio, la Dra. Amy Houtrow, profesora asociada de medicina física y rehabilitación y pediatría de la Universidad de Pittsburgh.

"Sabemos que los casos de discapacidades han aumentado durante décadas", comentó Houtrow. Comprender las tendencias ayuda a los profesionales a saber dónde y cómo es mejor dirigir los servicios, anotó el estudio.

Los niños de familias pobres son más propensos a sufrir de una discapacidad que los niños más ricos, pero el aumento en los problemas del neurodesarrollo y mentales fue más notable entre las familias más ricas, hallaron los investigadores.

Aunque el estudio no observó el motivo de esto, Houtrow dijo que hay menos estigma sobre la obtención de ayuda para una discapacidad que en el pasado. También especuló que las familias más ricas tienen un mejor acceso a la atención.

Un neurólogo pediátrico de Florida, el Dr. Sayed Naqvi, del Hospital Pediátrico de Miami, afirmó que ha observado un aumento en los servicios solicitados por el autismo, el TDAH y el retraso en el habla. Muchas de esas familias tienen un acceso fácil a información pediátrica en internet, y una conciencia creciente de que sus hijos pueden recibir ayuda, apuntó.

"Los padres más ricos llegan preparados, saben qué servicios hay", dijo Naqvi. "Ahora pasamos mucho tiempo discutiendo [tratamientos]".

Para el estudio, que aparece en la edición en línea del 18 de agosto de la revista Pediatrics, Houtrow analizó datos de las Encuestas nacionales de entrevistas de salud en cuatro periodos entre 2001 y 2011.

Primero, los padres reportaron si su hijo tenía una limitación o discapacidad. Luego, eligieron de una lista de afecciones físicas, del desarrollo o mentales limitantes.

Las afecciones físicas incluían asma o problemas de la respiración, problemas de la vista, problemas del oído, problemas de los huesos, las articulaciones y los músculos, y lesiones.

Las afecciones mentales y del neurodesarrollo incluían epilepsia o convulsiones, problemas del habla, una discapacidad del aprendizaje, TDAH, retraso mental, otros problemas mentales, emocionales y conductuales, y otros problemas del desarrollo.

Los trastornos del espectro autista, que ahora se cree que afectan a uno de cada 68 niños de EE. UU., no fueron uno de los trastornos específicos del desarrollo que los padres podían reportar. "Es probable que los padres hayan mencionado el autismo como "otro problema del desarrollo" como "otro problema mental, emocional o conductual" o como una "discapacidad intelectual" (también conocido como retraso mental)", señaló Houtrow.

Los defectos congénitos u otros problemas de discapacidad se consideraron como afecciones inclasificables.

Los casos de discapacidad física se redujeron en casi un 12 por ciento durante la década, anotaron los autores del estudio.

Se reportaron aumentos significativos en "otros problemas mentales, emocionales o conductuales", que aumentaron en un 65 por ciento, y en los problemas del habla y el retraso mental, cada uno de los cuales aumentó en un 63 por ciento, apuntó Houtrow.

Aunque el TDAH aumentó en un 22 por ciento, según los informes de los padres, las discapacidades del desarrollo se redujeron en un 13 por ciento, hallaron los investigadores.

Los informes de asma se redujeron en un 24 por ciento, y los problemas del oído aumentaron en un 16 por ciento, mostraron los hallazgos.

Las familias que ganaban a partir de 89,400 dólares en 2011 experimentaron el aumento más marcado en las discapacidades reportadas, con casi un 29 por ciento, halló el estudio. Los hogares con ingresos por debajo del nivel de pobreza tuvieron un aumento de alrededor de un 11 por ciento.

¿Es sano o no etiquetar a los niños como discapacitados? El estudio no abordó ese tema, pero Houtrow dijo que "una discapacidad es una parte normal de la vida. Debemos trabajar para maximizar la capacidad de un niño".

Aunque la discapacidad sigue conllevando cierto estigma, dijo, el enfoque debe ponerse en la comprensión de la limitación de un niño y los planes para vencerla.

"La discapacidad no solo describe la limitación", aseguró. "Afecta la interacción [del niño] con el mundo".

Reconocerlo y crear un plan "es mejor que simplemente ignorarlo", enfatizó.

Más información

Para más información sobre las discapacidades infantiles, visite la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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