La obesidad es una amenaza mayor para los niños de los estados del sur

Según un estudio de los CDC, el índice en Misisipí es el doble que el de los niños de Oregón

LUNES, 3 de mayo (HealthDay News/DrTango) -- Para los niños estadounidenses, el lugar donde crecen podría pronosticar intensamente si serán obesos o no.

Un estudio reciente halla que cerca de la mitad de los niños de todo el país tienen ahora exceso de peso (32 por ciento) o son obesos (16 por ciento) y los índices de obesidad son mucho mayores en los estados del sur que en otras regiones.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la obesidad infantil se ha más que triplicado en los últimos treinta años y continúa siendo elevada tanto en niños como en niñas de todas las edades, y grupos raciales y étnicos.

Sin embargo, "sí se ven disparidades sustanciales en la obesidad entre estado y estado", señaló Gopal K. Singh, investigador líder y epidemiólogo principal de la Administración de Recursos y Servicios (Health Resources and Services Administration).

Misisipí tuvo el mayor índice de obesidad infantil con cerca de 22 por ciento de los niños encuestados, mientras que Oregón tuvo el más bajo con un 9.6 por ciento. La mayoría de los niños en la categoría de "sobrepeso" (pero no obesos) también estaban en Misisipí, con 44.5 por ciento, mientras que Utah, con cerca de 23 por ciento, tuvo la menor cantidad de niños con exceso de peso.

Sin embargo, los hallazgos también dan esperanzas, aunque reducidas, de que la epidemia de obesidad se puede controlar.

Singh anotó que si las estrategias para reducir la obesidad usadas en estados como Oregón y Utah se aplicaran a estados como Misisipí, "hay un potencial enorme para reducir la obesidad".

El informe aparece en la edición en línea del 3 de mayo de Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

Para el estudio, el equipo de Singh usó la Encuesta Nacional de Información sobre Salud Infantil (National Survey of Children's Health Data) para recolectar información sobre más de 6,700 niños entre los 10 y los 17 que fueron encuestados en 2003, y más de 44,000 que fueron encuestados en 2007.

Entre 2003 y 2007, la obesidad aumentó en 10 por ciento para los niños de ambos sexos y en 18 por ciento solo para las niñas. Sin embargo, esas tendencias no fueron uniformes. Por ejemplo, durante el mismo período, el nivel de obesidad infantil en Oregón cayó en 32 por ciento, incluso mientras se duplicó entre las niñas de Arizona y Kansas.

Los investigadores anotaron que, en general, los niños de Illinois, Tennessee, Kentucky, Virginia Occidental, Georgia y Kansas tuvieron el doble de probabilidades de ser obesos que en Oregón.

Y por todos los EE. UU, más niñas tenían exceso de peso o eran obesas que niños, según halló el grupo de Singh.

Estos patrones de obesidad entre los niños reflejan los de los adultos, aseguró Singh. En 2007, los estados del sur, entre ellos Misisipí, Georgia, Kentucky, Luisiana y Tennessee, se encontraban en el quinto superior de obesidad, tanto infantil como de adultos. La obesidad fue la más elevada tanto para adultos como para niños en los estados del sur y más baja en los estados del oeste, según los investigadores.

El ejercicio, o la falta de éste, parece ser la causa principal. Los niños del sur tienden a tener "comportamientos más sedentarios, como ver televisión", aseguró Singh. "También tienden a obtener puntajes más bajos en acceso a lugares para la actividad física", dijo.

Además, Singh anotó que los niños estadounidenses de las familias de bajos ingresos también tendieron a estar en mayor riesgo de obesidad o exceso de peso, comparados con sus contrapartes más pudientes.

"Los programas de prevención para reducir disparidades en la obesidad de la infancia no solo deberían incluir intervenciones conductuales para reducir los niveles de inactividad física de los niños y limitar el tiempo que pasan frente a la televisión y otras pantallas, también deben incluir medidas de políticas públicas dirigidas a mejorar los ambientes sociales y físicos más amplios que crean condiciones obesogénicas que ponen a los niños en riesgo de dietas inadecuadas, inactividad física y otras actividades sedentarias", concluyen los investigadores.

El Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale señaló que "el punto de este estudio es ofrecer un panorama estado por estado de las tendencias de la obesidad infantil, pero sería un error no tener en cuenta la imagen general, que la obesidad y el exceso de peso en la infancia aumentaron en cerca de 10 por ciento en todo el país entre 2003 y 2007. Claramente, aunque no sorprende, la noticia no es buena".

El panorama específico para cada estado también es importante, aseguró Katz.

"Los índices de obesidad infantil aumentaron en muchos estados, sobre todo en los del sur, aunque hubo una reducción real en Oregón, que sugiere que una combinación de recursos y dedicación puede revertir las tendencias que han permanecido por demasiado tiempo", dijo. "Generar estrategias efectivas en los estados que logran el mejor desempeño y diseminar aquellas estrategias a los estados que están bien rezagados es el reto".

Más información

Para más información sobre la obesidad infantil, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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