Las guarderías envían a los niños un poco enfermos demasiado rápido a casa

Los autores de un estudio señalan que los resfriados y los virus estomacales ya son contagiosos mucho antes de que aparezcan los síntomas

LUNES, 19 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Casi seis de cada diez guarderías de Wisconsin envían a casa a los niños que tienen malestares menores, aunque las directrices profesionales sugieren lo contrario, según encuentra un estudio reciente.

Las directrices desarrolladas en conjunto por la Academia Estadounidense de Pediatría y la American Public Health Association (AAP/APHA) recomiendan que los niños con enfermedades leves, incluso en algunos casos ciertas enfermedades infecciosas como la conjuntivitis, pueden permanecer en su guardería con seguridad.

Eso se debe a que "para cuando se comienzan a ver síntomas, ya es demasiado tarde", explicó el Dr. Andrew Hashikawa, autor del estudio y profesor de pediatría del Colegio Médico de Wisconsin. Si un niño tiene un resfriado, conjuntivitis, una enfermedad estomacal o incluso una infección por hongos como la tiña, es probable que haya sido contagioso durante al menos varios días antes de que los síntomas se hicieran evidentes, comentó Hashikawa.

Entonces, mantener al niño en casa en ese momento no evitará que otros niños enfermen, pero si constituirá una carga sobre un padre que tiene que faltar al trabajo. Sin embargo, el 57 por ciento de las guarderías elegirían enviar a casa a los niños que tienen enfermedades leves, encontró el estudio.

Los resultados del estudio se publicarán en la edición de mayo de la revista Pediatrics, pero aparecerán en Internet el 19 de abril.

Más de las dos terceras partes de los niños estadounidenses menores de cinco años reciben en ocasiones cuidados de personas que no son sus padres, según la información de respaldo del estudio. Además, muchos de esos niños reciben atención en una guardería.

El estado de Wisconsin comenzó a respaldar las directrices de AAP/APHA hace más de diez años. El estado envía de forma rutinaria material educativo para que los directores de las guarderías las conozcan.

Hashikawa y colegas plantearon cinco escenarios distintos a 305 directores de guarderías en Milwaukee, Wisconsin. Los cinco síntomas o enfermedades distintas incluidos en los escenarios fueron resfriado, fiebre, tiña en el cuero cabelludo, conjuntivitis y una enfermedad estomacal (gastroenteritis).

En cada uno de los caso, el niño no debe ser excluido de la guardería de inmediato. Una excepción, anotó Hashikawa, es si el niño tiene diarrea. Cuando los niños tienen heces aguadas, deben enviarse a casa, enfatizó.

La AAP aconseja mantener a los niños que tienen conjuntivitis en casa si hay supuración del ojo, sin embargo, incluso si está tomando gotas antibióticas.

Casi las dos terceras partes (el 62 por ciento) de los directores encuestados nunca habían oído hablar de las directrices de AAP/APHA, informó el estudio.

Los investigadores encontraron variabilidad entre los centros en ese punto. Las guarderías en las que más del diez por ciento de los niños recibía asistencia estatal para el pago de la matrícula y las que tenían un porcentaje más alto de responsables del hogar de sexo femenino eran menos propensas a enviar a los niños a casa por enfermedades menores, según el estudio.

"Este estudio subraya la necesidad de capacitación continua", aseguró Hashikawa. "Creo que los directores de guarderías necesitan más respaldo y educación continua".

Brian Crowe, director ejecutivo de la National Association of Child Care Providers, se mostró de acuerdo. "La educación lo es todo. Si los directores de guarderías y centros de cuidado de niños están bien educados y comprenden las directrices recomendadas, está bastante claro qué niños deben quedarse y cuáles deben enviarse a casa".

Crowe comentó que es útil tener una buena comprensión de cuáles son las políticas de una guardería por adelantado. Y cuando su hijo comience a asistir a una guardería, "necesita invertir en esa relación, y asegurar la comunicación", aconsejó. Así, si su hijo tiene afecciones como las alergias, probablemente la guardaría no lo mande a casa por una nariz que escurre si no hay más síntomas.

Hashikawa apuntó que una de las formas más fáciles de averiguar si un niño tiene una enfermedad leve es fijarse en cómo actúa. Si está letárgico o exige mucha atención por la enfermedad, probablemente lo mejor sea dejarlo en casa. Pero si el niño tiene escurrimiento nasal, pero parece estar bien por lo demás, las directrices sugieren que puede ir a la guardería.

La AAP también recomienda dejar a los niños en casa si tienen fiebre, heces sanguinolentas, lesiones en la boca con babeo, o vómitos frecuentes, o si tienen piojos, sarna o impétigo sin tratar.

"La guía subyacente es si una guardería tiene que gastar demasiados recursos cuidando a un niño o no. Si es así, entonces tienen que enviar al niño a casa", afirmó.

Más información

Para más información sobre cómo elegir una guardería y prevenir enfermedades en sus hijos, visite la Academia Estadounidense de Pediatría.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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