Más niños de bajos ingresos están recibiendo vacunas

Estudio halla que la brecha en la inmunización entre los niños que tienen más dinero y los más pobres se está estrechando

LUNES, 4 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- La buena noticia de un estudio reciente es que más niños estadounidenses de familias de bajos ingresos están recibiendo las vacunas que necesitan.

Según los investigadores, la mala noticia es que aún existe una amplia disparidad entre los niños de bajos y los de altos ingresos cuando se trata de protección contra la difteria, el tétano y la tos ferina (pertussis) por medio de la vacuna combinada DPT.

En un estudio publicado en la edición de mayo de Archives of Pediatric & Adolescent Medicine, los investigadores informaron que las vacunas oportunas habían aumentado para los niños de bajos ingresos para todas las vacunas, con excepción de la vacuna contra Haemophilus-influenzae (Hib), en la que los niveles permanecieron sin cambio.

Cuando los investigadores examinaron la disparidad entre los niños de bajos y los de altos ingresos, hallaron que la brecha de vacunación se estaba estrechando para tres vacunas, pero que estaba aumentando para la vacuna triple DPT.

"Hemos avanzado, pero nos queda mucho por recorrer", comentó acerca del estudio el Dr. Mark Diamond, pediatría del Hospital infantil de Pittsburgh.

"Más avances en la vacunación oportuna podrían lograrse mejorando los sistemas de recordatorio de los proveedores de atención de la salud, implementando intervenciones educativas que aborden las barreras para la vacunación y aumentando la concienciación de los pacientes acerca del Programa de vacunas para niños", escribieron los autores del estudio.

El Programa de vacunas para niños (Vaccines for Children Program, VCP) se estableció en 1994 para proveer vacunas gratuitas o de bajo costo para niños de bajos ingresos. El programa se desarrolló luego de que se observara el resurgimiento del sarampión entre 1989 y 1991. Los expertos anotaron que los casos de sarampión afectaron de manera desproporcionada a los niños de barrios marginados, de edad preescolar y los de las minorías.

El estudio actual fue diseñado para evaluar si la mayoría de los niños de bajos ingresos entre 19 y 35 meses estaban recibiendo vacunas oportunas. Los hogares de bajos ingresos se definieron como aquellos que vivían 133 por ciento por debajo del nivel de pobreza, mientras que los de ingresos altos eran los que vivían 400 por ciento o más por encima del nivel de pobreza federal. Según el estudio, el nivel de pobreza federal cambia según el tamaño de la familia, pero, por ejemplo, en 1997, el nivel federal de pobreza para una familia de cinco era de $24,744.

En el estudio participaron más de 232,000 jóvenes que vivían en hogares de bajos ingresos entre 1995 y 2007.

Los investigadores hallaron que las inmunizaciones oportunas habían aumentado para cada tipo de vacuna, con excepción de Hib. Los niveles de inmunización en los niños de bajos ingresos permanecieron sin cambios para la vacuna Hib.

La brecha en las vacunaciones entre los niños de familias de bajos y altos ingresos se redujo para la vacuna contra sarampión, paperas y rubéola (SPR), contra hepatitis B y contra varicela. Según el estudio, las diferencias entre los índices de vacunaciones de los niños de altos y bajos ingresos no cambiaron para la vacuna contra la poliomielitis y en realidad aumentaron en 0.4 por ciento para la vacuna DPT.

"En total, los niños de bajos ingresos están poniéndose al día", señaló el Dr. Peter Belamarich, pediatra del Hospital infantil de Montefiore en la ciudad de Nueva York. "Hay más por hacer, pero en general estamos teniendo éxito aumentando los índices de vacunación", dijo.

Sin embargo, "los padres deben preguntar activamente por la situación de inmunización del niño cuando están en el consultorio del médico y deben permitirle al pediatra administrar las vacunas que hagan falta. No hay un límite superior sobre la cantidad de vacunas que un niño puede recibir en una misma visita", explicó Belamarich.

Diamond aseguró que ofrecer acceso es clave para mejorar aún más estos índices y que la educación deber seguir al acceso. Si la gente no se da cuenta de que hay vacunas de bajo costo o gratuitas, los índices de inmunización no aumentarán, señaló.

"Necesitamos asegurar el acceso y la cooperación profesional, y ofrecer más extensión a la comunidad", agregó Diamond.

"Las vacunas son un paso importante para ofrecerle un ambiente saludable a su hijo", anotó.

Otros dos estudios de la misma edición de la revista pediátrica también examinaron problemas relacionados con la vacuna. Uno halló que los registros internacionales de inmunizaciones para niños adoptados de otros países no son indicadores confiables de sí los niños han sido vacunados o no.

Por ejemplo, la inmunidad en algunos de los niños contra ciertos tipos de poliomielitis fue apenas cercana al cincuenta por ciento. En el estudio participaron niños adoptados de China, Rusia y Guatemala. Los niños de China fueron los que tuvieron más probabilidades de no tener inmunidad protectora. Los investigadores sugirieron que los niños adoptados de otros países deberían ser examinados para evaluar su inmunidad protectora y, si es necesario, ser vacunados de nuevo.

Un tercer estudio observó el orden en el que se administraron dos inmunizaciones para determinar si había una diferencia en los niveles de dolor de los bebés. Los niveles de dolor se evaluaron con una escala visual de dolor y si el bebé lloraba.

Los investigadores canadienses hallaron que el dolor se redujo cuando la vacuna antineumocócica conjugada (VAC) se administró después que la de difteria, poliomielitis, tétano, pertussis y Haemophilus-influenzae tipo b (DPTaP-Hib).

Más información

Para más información sobre las vacunas de la infancia, visite la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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