Según los expertos, los padres son claves para proteger a los conductores adolescentes

Grupo de pediatras recomienda ponerle limites a la conducción de sus hijos con sus amigos o en la noche
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JUEVES 7 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Un informe reciente halla que los padres estadounidenses podrían estar haciendo más para reducir la cantidad de muertes de adolescentes en las carreteras del país.

En The Teen Driver (el conductor adolescente), una nueva actualización de políticas de la American Academy of Pediatrics (AAP), los expertos le están solicitando a los padres que sirvan como modelos para asegurarse de que los niños reciban entrenamiento supervisado adecuado sobre el comportamiento en las carreteras.

Los padres que limitan o prohíben que los adolescentes que acaban de obtener su licencia conduzcan de noche o sin supervisión con sus compañeros son claves para salvar las vidas de los muchachos, según la declaración de la AAP publicada en la edición de diciembre de 2006 de Pediatrics.

"Aquí lo más importante es que los padres estén involucrados", dijo el Dr. Jeffrey Weiss, autor líder de la declaración, jefe de pediatría general del Hospital infantil de Phoenix y miembros del Comité de prevención de lesiones, violencia y envenenamiento de la AAP.

"Queremos que los padres comprendan que los conductores jóvenes e inexpertos, los que tienen 16 ó 17, tienen algunas limitaciones en su capacidad por su edad, así que los padres deben poner algunas restricciones para evitar situaciones peligrosas", según Weiss.

Al resumir las conclusiones de varios estudios, el informe de la AAP resalta estadísticas nacionales preocupantes.

Según la AAP, los accidentes automovilísticos ahora son la causa principal de muerte de los estadounidenses entre los 16 y los 20, mueren unos 5,500 jóvenes cada año. Las dos terceras partes de las víctimas son varones.

Al mismo tiempo, aunque los 12 millones de conductores adolescentes constituyen apenas el 6 por ciento de la población de conductores, conforman el 14 por ciento de los accidentes mortales. El riesgo de accidentes es el más alto entre los más jóvenes de estos conductores, pues es casi nueve veces más probable que los de 16 tengan choques que los conductores en general.

Además, 450,000 adolescentes resultan lesionados cada año en accidentes automovilísticos y 27,000 deben ser hospitalizados por su causa.

Los adolescentes, en virtud de su edad, no son completamente capaces de detectar situaciones peligrosas o de controlar el vehículo, sobre todo cuando conducen con rapidez, anotaron los expertos de la AAP. Apuntaron a una investigación del cerebro realizada con IRM que sugiere que, entre los adolescentes, conducir mal podría restar relacionado con falta de madurez en la áreas del cerebro responsable de la planeación, el control de los impulsos y la toma de decisiones. Se cree que estas áreas de la corteza prefrontal del cerebro se desarrollan completamente entre los 20 y los 25.

La presión social empeora esta peligrosa mezcla, sobre todo para los varones, que con frecuencia relacionan conducir con rapidez con la masculinidad, según la AAP.

El comité agregó que también es más probable que los conductores adolescentes tengan comportamientos arriesgados y sobreestimen sus capacidades.

Un adolescente de 16 ó 17 están en un riesgo 40 por ciento superior de chocar si va con un compañero. El riesgo se duplica si son dos los compañeros y se cuadruplica si son tres o más.

Varios estados ya han establecido leyes para restringir la conducción de los adolescentes después de la media noche, aunque la AAP consideró que estas leyes no protegen lo suficiente.

Los expertos de la AAP anotaron que la fatiga, el exceso de velocidad, el uso del alcohol y la falta de experiencia dejan a los adolescentes de 16 y 17 con mayores probabilidades de chocar en la noche que ningún otro grupo de edad.

El informe tenía una buena noticia, que los adolescentes estadounidenses beben y conducen con menor frecuencia que los adultos. Pero cuando lo hacen, de todos modos tienen más probabilidades de chocar que los adultos.

Aún así, los esfuerzos de prevención rinden sus frutos cuando se trata de beber y conducir entre los adolescentes. Según la AAP, los accidentes automovilísticos fatales relacionados con el consumo del alcohol entre los adolescentes de 16 y 17 se redujo en 60 por ciento entre 1982 y 2001.

Los adolescentes tienen índices ligeramente más bajos de uso del cinturón de seguridad en comparación con los adultos, además de que la tendencia a conducir carros más pequeños y más viejos eleva su riesgo de accidentes. Además, los adolescentes son igual de susceptibles a las distracciones peligrosas como el celular y la comida mientras conducen.

Weiss y su panel alabaron los esfuerzos recientes de los estados por instituir el "Graduated Driver Licensing" (GDL), algo así como licenciamiento de conductores graduados. Estos programas crean una etapa intermedia entre el permiso de aprendiz y la licencia en sí, durante la cual el adolescente no puede tener infracciones y demostrar competencia. Las leyes GDL de algunos estados también restringen la conducción nocturna y conducir con los compañeros entre los adolescentes.

La nueva declaración de política dirige a los padres para que sirvan tanto como modelos así como instructores y supervisores de conducción, recalcó la AAP..

Además, los padres deberían tener que ver con la elección de un vehículo seguro para su hijo y con el acceso a éste.

Sugirieron que, en cuanto se obtenga la licencia, se deben implementar restricciones a la conducción nocturna y con los compañeros, junto con castigos por romper las reglas.

La Dra. Karen Sheehan, directora médica de Investigación y prevención de lesiones del Hospital conmemorativo infantil de Chicago se mostró a favor de la recomendación de estas políticas.

"Lo que me gusta de esto es que es un enfoque sumamente práctico para los padres que les puede permitir mantener seguros a sus hijos", aseguró Sheehan, quien también es directora médica de la Coalición por niños libres de lesiones de Chicago. "Nadie está diciendo que no se deba dejar que los adolescentes conduzcan. Lo que están diciendo es que hay que ayudarlos para que lo hagan de manera segura".

"Los padres tienen mucho que ver con mantener seguros a sus hijos", agregó Sheehan. "Además, esta declaración fortalece la noción de que los padres deberían involucrarse activamente en el proceso para lograrlo".

Más información

El National Safety Council tiene más información sobre cómo pueden conducir los adolescentes con seguridad.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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