Los niños insomnes son niños problemáticos

Expertos señalan que el 25 por ciento de los niños de EE.UU. tienen dificultades para dormir

DOMINGO, 26 de agosto (HealthDay News/Dr. Tango) -- Expertos señalan que viajar cada noche al mundo de los sueños es una de las cosas más frustrantes que enfrentan los niños estadounidenses que sufren de insomnio, despertares nocturnos e incluso apnea del sueño.

"En cada estudio, entre el 20 y el 25 por ciento de los niños tiene algún problema del sueño", dijo Jodi Mindell, directora ajunta del Centro para el sueño del Hospital infantil de Filadelfia. "Esto engloba desde los niños que se desvelan por la noche, los que ponen resistencia para irse a la cama, los que tienen sonambulismo, los que padecen trastornos respiratorios, o sea, todas las variedades", apuntó.

Una encuesta de 2004 de la National Sleep Foundation halló que, entre los niños menores de 11 años, el 60 por ciento experimentaba algún tipo de problema de sueño al menos unas cuantas noches a la semana, dijo Mindell. "Y el 74 por ciento de los padres señaló que deseaba cambiar algún aspecto en los patrones de sueño de sus hijos", agregó.

Así pues, los padres que despiertan por la noche a causa del insomnio de un hijo tienen mucha compañía a nivel nacional. Un gran culpable: la apnea del sueño, que ocurre cuando las obstrucciones de la vía aérea producen ronquidos y despertares nocturnos frecuentes.

"Alrededor del 2 al 3 por ciento de los niños padece de apnea del sueño", dijo Mindell, coautora de Take Charge of Your Child's Sleep (Hágase cargo del sueño de su hijo). "Entre el 10 y el 12 por ciento de los niños roncan de manera regular, pero no todos los niños que roncan, tiene apnea del sueño. En los niños, el agrandamiento de las amígdalas o adenoides constituye la causa principal de apnea obstructiva del sueño".

En la mayoría de los casos, una amigdalotomía o adenoidectomía ofrece una solución rápida para la apnea del sueño en la infancia, dijo Mindell. Sin embargo, otro factor que también contribuye es la creciente prevalencia de la obesidad. "En los niños obesos, las amígdalas y adenoides son muy grandes, y luego el peso sobre el cuello estrecha las vías aéreas", explicó.

La somnolencia diurna que acompaña a la apnea del sueño puede afectar en gran medida el estado de ánimo del niño, su nivel de alerta durante el día y el rendimiento académico. Un estudio de 2006 que aparece en la publicaciónPublic Library of Science Medicine halló que los niños que tenían apnea del sueño puntuaban mucho menos en las pruebas estándar de coeficiente intelectual que los niños que no tenían ese problema, con un promedio de 85 puntos frente a 100, respectivamente.

Si no se trata, la apnea del sueño puede causar incluso daños permanentes en la función cognitiva, apuntaron los investigadores. "Solamente podemos asumir que este problema podría convertir a un niño inteligente en uno mediocre", declaró la investigadora principal, la Dra. Ann Halbower, del Centro infantil de la Universidad de John Hopkins, a HealthDay.

No obstante, hay otros problemas del sueño que afectan a los niños, tales como insomnio, terrores nocturnos, despertares frecuentes y sonambulismo.

Muchos pueden resolverse con simples cambios de conducta en el hogar, sugirió Mindell. Se pueden tomar medidas como éstas:

  • Establecer horarios firmes. "Acostar a los niños a la misma hora todas las noches y levantarlos a la misma hora cada mañana", aconsejó Mindell. "Esto programa el reloj interno del niño de forma que sienta sueño y se duerma con más facilidad".
  • Crear una rutina para irse a la cama. Establecer un tiempo de "relajación" antes de ir a la cama, quizá de 20 a 30 minutos cada noche, ayuda a que los niños de todas las edades se tranquilicen y preparen sus mentes y cuerpos para dormir, aseguró Mindell.
  • Prohibir el uso de equipos electrónicos en la habitación De acuerdo con las encuestas, el 97 por ciento de los niños de EE.UU. tiene alguna distracción electrónica (TV, celular, computadora, Gameboy) en su habitación. "Esto tiene un gran impacto sobre el sueño", apuntó Mindell. "Queremos que los niños se desconecten en sus respectivas habitaciones".
  • Limitar el consumo de cafeína. Y no sólo de café, sino también de té frío, y bebidas gaseosas oscuras y claras. "Algunos niños tardan más tiempo en metabolizar la cafeína", aseguró Mindell. "Así que tomar té frío a las 3 de la tarde puede mantener a algunos niños despiertos incluso a las 10 p.m.".
  • Hacer que la hora de acostarse se convierta en algo individual. Los niños que están acostumbrados a disfrutar de la compañía de uno de los padres mientras se duermen necesitan de ese padre cada vez que quieran dormir. "Así que si acompaña a su hijo de cinco años a la hora de acostarse, prepárese para tumbarse a su lado a la 1 a.m.", advirtió Mindell. Permitir que el niño se duerma por su propia cuenta elimina ese problema.

El consejo escolar también tiene un papel importante, aseguró Mindell.

"Muchas escuelas secundarias actualmente empiezan su docencia a partir de las 7:15 de la mañana, y ese horario está completamente en contra del reloj interno de los adolescentes", explicó. "De hecho, su reloj cambia más tarde [que el de los adultos], es una simple función biológica".

Por tanto, un horario de entrada más tardío podría marcar la gran diferencia. De acuerdo con Mindell, los distritos escolares que han puesto en marcha ese cambio "han conseguido grandes respuestas positivas en el rendimiento de los niños".

Más información

Para más información sobre cómo ayudar a los niños a dormir, visite la National Sleep Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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