Muchos padres no siguen los consejos sobre el sueño seguro para los bebés

baby in crib
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LUNES, 21 de octubre de 2019 (HealthDay News) -- Muchos padres de EE. UU. no hacen caso a las recomendaciones sobre cómo poner a sus bebés a dormir de forma segura, encuentra un nuevo estudio del gobierno.

A la mayoría de los bebés los ponen a dormir de espaldas, una de las formas clave de reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), encontró el estudio.

Pero relativamente pocos padres siguen algunas de las demás recomendaciones. Menos de un tercio dijeron que ponían a sus bebés a dormir en superficies de sueño "aprobadas", es decir, una cuna, un moisés o una "cuna portátil". Y apenas un 42 por ciento mantenían las áreas de dormir de sus bebés libres de mantas, almohadas y juguetes.

Parte del problema es que los padres no conocen esas directrices, comentó la investigadora principal, Ashley Hirai, de la Administración de Recursos y Servicios de Salud de EE. UU.

Esas directrices son más recientes que el mensaje de poner a los bebés a dormir de espaldas, que se estableció hace mucho, anotó. Y basándose en las respuestas de los participantes, los médicos no siempre hablan sobre ellas.

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) comenzó a aconsejar a los padres a poner a los bebés a dormir de espaldas, y no boca abajo, ya en 1992. El gobierno federal lanzó la campaña "Back to Sleep" (algo más o menos como "a dormir de espaldas") para aumentar la concienciación del público, y en 1998 la tasa nacional de SMSL se había reducido en un 45 por ciento.

Pero ese declive se frenó. Y las muertes infantiles por asfixia o estrangulamientos accidentales durante el sueño han aumentado poco a poco a lo largo de los años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

En total, unos 3,500 bebés mueren de repente cada año en Estados Unidos.

En los últimos años, se han realizado recomendaciones adicionales para un sueño seguro. Poner a los bebés a dormir solo en una cuna, moisés o cuna portátil; mantener esas áreas libres de ropa de cama blanda, juguetes y protectores de cuna para prevenir el calor excesivo y la asfixia o los estrangulamientos accidentales; y poner al bebé a dormir en su habitación, pero no en su cama.

Para ver cuántos padres están siguiendo los consejos, el equipo de Hirai observó los datos de encuestas de madres de 29 estados de EE. UU., realizadas por los CDC.

Más de tres cuartas partes de las madres dijeron que en general ponen a sus bebes a dormir de espaldas. Menos (un 57 por ciento) dijeron que sus bebés dormían en sus habitaciones, pero no en sus camas. Incluso menos seguían de forma constante el consejo sobre las superficies para dormir y de mantener las áreas de dormir del bebé despejadas.

La gran mayoría de las madres (un 93 por ciento) dijeron que sus médicos les habían recomendado que sus bebés durmieran de espaldas, y más o menos un 84 por ciento dijeron que habían recibido consejos sobre las superficies para dormir y los artículos que no se debían poner en las cunas. Pero menos de la mitad dijeron que el médico les había recomendado compartir la habitación, pero evitar compartir la cama.

Más allá de los consejos (o la falta de consejos) de los médicos, muchos padres podrían verse persuadidos por otras influencias, señaló la Dra. Rachel Moon.

Moon es coautora de un editorial que se publicó junto con el estudio en la edición en línea del 21 de octubre de la revista Pediatrics.

"Hemos averiguado que las actitudes y las normas sociales de las personas son fuerzas increíblemente potentes", aseguró Moon, directora de pediatría general en la Universidad de Virginia, en Charlottesville. "En particular en la era de internet, los padres reciben información de muchas fuentes aparte de su médico".

Y también hay que tomar en cuenta al mercadeo. Cuando los padres entran a una tienda, anotó Moon, ven ropa de cama blanda y quizá piensen que deben comprarla. Cuando ven fotografías de los cuartos de los bebés de los famosos, "llenos de ropa de cama blanda", quizá sean influidos, a nivel consciente o inconsciente, dijo Moon.

Compartir la cama (una práctica que ha aumentado en todo el país desde los años 80) es un problema particular, anotó.

"Muchas personas creen que no se puede dar el seno con éxito a menos que se comparta la cama", indicó Moon. Y en algunas culturas, añadió, se considera que una persona es "un mal padre" si no duerme con el bebé.

El estudio también encontró diferencias raciales y étnicas. Las madres negras eran más menos propensas a reportar que ponían a sus bebés a dormir de espaldas, mientras que compartir habitación pero no cama fue menos común entre las familias negras y amerindias/nativas de Alaska.

El motivo no está claro, dijo Hirai. Pero añadió que un acceso más bajo a la atención de la salud y otras barreras (como tener el espacio y el dinero para una cuna) podrían encontrarse entre los factores.

"Debemos trabajar en múltiples niveles para resolver estas diferencias", planteó Moon. Esto, añadió, incluye ofrecer información sobre un sueño seguro a todo el mundo, y no solo a los nuevos padres, y hacer que los vecindarios y las viviendas sean más seguros.

De forma que "los padres no sientan que deben compartir cama para mantener a su bebé lejos de los roedores dentro del hogar o los disparos de fuera", explicó Moon.

Más información

La Academia Americana de Pediatría ofrece más información sobre un sueño seguro.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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