En el mercado accionario de alto nivel, la longitud de los dedos cuenta

Estudio halla que la exposición a la testosterona en el vientre materno crea un dedo anular largo y éxito financiero
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LUNES, 12 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los investigadores británicos le tienen el trabajo perfecto a los que tienen el anular bastante más largo que el índice: el comercio de acciones de alto volumen.

Según un estudio reciente, tener el dedo anular relativamente largo es buen augurio de éxito en escenarios financieros de estrés extremo en los que pensar rápido, tener buenos reflejos y las tradicionales agallas son lo que más importa. Tener el anular largo, según anotan los autores, indica mayor exposición a la testosterona en el vientre materno, lo que a su vez le otorga a lo que ellos llaman comerciantes "de alta frecuencia" una ventaja biológica por estimular el desarrollo de la mezcla adecuada de actitud mental y habilidades físicas para hacer dinero en un negocio brutal.

Se informa sobre el hallazgo en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Yo solía tener una mesa de negociación en Wall Street", explicó John M. Coates, autor del estudio. "Durante ese tiempo noté, eso fue en la época de la burbuja de las nacientes empresas de Internet, que los comerciantes presentaban síntomas prácticamente clínicos de manía. Tenían comportamientos que indicaban alucinaciones, euforia, menor necesidad de sueño y se mostraban extremadamente confiados. No había manera de hacer que se callaran o de que compusieran una oración normal. Comencé a pensar que había un asunto psicológico de por medio".

La hipótesis de Coates es que la sustancia química que controlan el comportamiento de negociación es uno de los esteroides humanos, que describió como "contundentemente poderosos" en su capacidad para afectar el estado de ánimo, la memoria y la cognición. Se concentró específicamente en la testosterona porque las relativamente pocas comerciantes que había en el parqué no mostraban el mismo compartimiento maniaco que los hombres.

"Abandoné Wall Street, en gran medida para examinar la hipótesis de que la testosterona estaba suscitando el comportamiento comercial durante el mercado alcista", señaló Coates, que a su vez realizó su trabajo como becario de investigación de la facultad de administración Judge y del departamento fisiología, desarrollo y neurociencia de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

Para explorar este concepto, Coates y sus colegas analizaron veinte meses de registros de pérdidas y ganancias relacionados con 44 comerciantes de sexo masculino que trabajaron en el parqué de Londres. Cuando el estudio comenzó, en el parqué había doscientos comerciantes, de los cuales apenas tres eran mujeres.

Los participantes eran especialistas en lo que se conoce como "negociaciones de alta frecuencia". En comparación con las inversiones que resultan de la investigación, que son más lentas, por ejemplo, las de fondos comunes, pensiones y fondos especulativos, los autores anotaron que las negociaciones de alta frecuencia implican compra y venta a toda velocidad de valores por hasta mil millones de libras esterlinas (alrededor de 1.49 mil millones de dólares).

Coates y su equipo observaron que esta forma particular de tejemaneje financiero es bastante exigente físicamente. Las ejecuciones aceleradas de negociaciones, dijeron, exigen concentración intensa, atención visual, coordinación visual motora potente y tiempo rápido de reacción, sin mencionar confianza extrema y disposición para tomar riesgos sustanciales.

Las investigaciones anteriores, agregaron, sugieren que estas cualidades específicas son exactamente las que parecen aumentar particularmente entre los que resultan expuestos a cantidades relativamente elevadas de testosterona durante la gestación porque sus cerebros desarrollan una sensibilidad superior al promedio a los efectos de la testosterona circulante.

El equipo anotó que un marcador confiable de exposición prenatal elevada a la testosterona es tener el dedo anular más largo que el índice, una proporción que anteriormente se utilizaba para predecir mejor desempeño en diversos deportes de competencia. Los autores utilizaron entonces este indicador del tamaño de los dedos, conocido como 2D:4D, para comparar el éxito financiero de cada negociante con la exposición que había tenido a la testosterona en el vientre materno.

Luego de tener en cuenta tanto la edad del negociador como sus años de experiencia en el negocio, Coates y sus asociados concluyeron que tener un dedo anular relativamente largo (es decir, haber estado más expuesto a la testosterona durante la gestación) parecía ser igual que la experiencia como precursor de mayor éxito financiero en la negociación de alta frecuencia.

Recalcaron que en otros campos financieros, el efecto de la testosterona podría no ser tan importante. Pero en el mundo particular de las negociaciones de alta frecuencia, tener un anular largo en comparación con el índice definitivamente pareció indicar rentabilidad más alta a largo plazo y más tiempo de permanencia en el campo.

"Hicimos el primer estudio en examinar esto, pero los resultados son increíblemente contundentes", aseguró Coates. "La economía generalmente ha pasado por alto el cuerpo humano. Esto muestra, sin embargo, que las hormonas tienen mucho que ver con el mercado, que la mente y el cuerpo trabajan juntos y que el cuerpo influye sobre la vida económica.

Más información

Para más información sobre la testosterona, visite el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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