Los que abusan de Oxycontin con frecuencia dependen de los medicamentos 'sobrantes' de los amigos

Expertos señalan que un estudio de Utah enfatiza la necesidad de deshacerse de las pastillas no utilizadas

JUEVES, 18 de febrero (HealthDay News/DrTango) -- Casi todas las personas que usan ilegalmente o abusan de los analgésicos opiáceos, como Oxycontin o Vicodin, obtienen los fármacos de un amigo o familiar que ha recibido una receta, según un informe reciente.

En el estudio, para el que se realizó una encuesta a más de 5,300 adultos de Utah en 2009, casi el dos por ciento de los encuestados afirmó que había tomado un analgésico opiáceo que no se le había recetado en el año anterior.

El 97 por ciento de las veces, el medicamento provino de un amigo o familiar, y, en la mayoría de los casos, entregaron el fármaco voluntariamente.

El estudio aparece en la edición del 19 de febrero de Morbidity and Mortality Weekly Report, la revista de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Muchos residentes de Utah tienen al menos una receta para analgésicos opiáceos, según los investigadores del Departamento de Salud de Utah.

"Encontramos que uno de cada cinco pacientes recibe una receta de opiáceos y a la mayoría le sobra medicamento", afirmó la coautora del informe, Erin Johnson, coordinadora de proyecto del Programa de gestión y educación del dolor del departamento.

La mayoría de pacientes (el 71 por ciento) conservó el medicamento sobrante, añadió.

Johnson y su equipo advirtieron que conservar analgésicos opiáceos recetados no utilizados puede causar sobredosis fatales, sobre todo entre las personas que no han recibido recetas para los fármacos.

Según el informe, 85.2 por ciento de las personas que usaron un opiáceo sin receta afirmó que recibió el fármaco de alguien que sí tenía una receta, y 9.8 por ciento dijo que lo tomaba sin que el propietario lo supiera o autorizara. Apenas 4.1 por ciento afirmó haber comprado el medicamento.

"Hay grandes probabilidades de que ese exceso de pastillas causa mal uso o abuso", advirtió Johnson. "Entonces, deshágase de sus medicamentos sobrantes de inmediato", añadió.

Según el informe, entre 1999 y 2007, las muertes en Utah por envenenamiento con analgésicos recetados aumentaron en 600 por ciento, de 39 en 1999 a 261 en 2007.

Johnson señaló que cualquier mal uso de una receta es un delito grave en Utah. Esto incluso incluye tomar el medicamento recetado para una enfermedad o episodio de dolor que no es para lo que fue recetado.

Johnson afirmó que lo mejor es deshacerse los opiáceos sobrantes. "La manera recomendada es mezclar las pastillas con algo desagradable en una bolsa separada, borrar cualquier información de identificación del frasco y luego tirarlos por separado", aconsejó.

Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. recomienda eliminar por el sanitario cualquier medicamento recetado no utilizado, en Utah los expertos prefieren que la gente no lo haga, para evitar la contaminación del ambiente, apuntó Johnson.

En ese estado, las estaciones de policía también tienen cajas para recolectar los medicamentos no usados, añadió.

Johnson anotó que la mayoría de personas se muestran renuentes a deshacerse de sus fármacos recetados. La razón principal es que pagaron por ellos y podrían necesitarlos de nuevo, apuntó.

Aunque hacer cumplir que la gente se deshaga de los medicamentos es difícil, Johnson espera que la conciencia pública de los peligros de conservar opiáceos no usados anime a la gente a deshacerse de ellos.

Además, Utah está intentando lograr que los médicos sólo receten el número de pastillas que creen que el paciente necesitará para gestionar su dolor, dijo Johnson.

"No es demasiado problemático llamar y decir que se necesita más", aseguró. "Los médicos son comprensivos y recetarán más".

El Dr. James Garbutt, profesor de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, sentenció que "el aumento en el uso y mal uso de medicamentos opiáceos es un problema significativo de salud".

Las muertes por sobredosis de opiáceos han aumentado de manera significativa durante los últimos diez años. "Esto es un problema, sobre todo para las personas jóvenes que no son conscientes de los riesgos de estos fármacos", señaló.

"El efecto neto es que hay más opiáceos disponibles y tal vez una consecuencia es que más personas tienen problemas con ellos", advirtió.

El informe de Utah anima a los médicos a usar opiáceos sólo cuando la indicación sea clara, a no recetar cantidades excesivas, a evitar los opiáceos de actuación prolongada como Oxycontin a menos que sea necesario, y a animar a los pacientes a deshacerse de los medicamentos sobrantes, dijo Garbutt.

"El informe es más evidencia del creciente problema del mal uso de opiáceos en EE. UU. Este problema cuesta vidas, incluso vidas de gente joven y sana", lamentó. "Se necesita educación tanto para médicos como para el público".

Más información

Para más información sobre cómo deshacerse de los medicamentos, visite la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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