JUEVES 13 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Una historia familiar de alcoholismo tiene poco que ver con la edad en que un niño toma su primera bebida alcohólica, encuentra un estudio de los EE.UU.
El estudio de niños entre los 7 y 17 años evaluó cuatro factores que podrían afectar la edad de la primera bebida: las características del niño, la demografía familiar, la psicopatología familiar, y los problemas conductuales del niño.
"Tres variables explicaron el 45 por ciento de la varianza del modelo", afirmó en una declaración preparada el autor correspondiente del estudio, el Dr. Samuel Kuperman, director de la división de psiquiatría infantil en los Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa. "La edad de la entrevista fue responsable del 38.3 por ciento, la puntuación en la escala conductual del 6.2 por ciento, y el número de hermanos adultos dependientes del alcohol del 0.5 por ciento", explicó.
Según Kuperman "ninguna historia familiar de dependencia del alcohol ni trastorno de personalidad antisocial contribuyeron al modelo de predicción de la edad de la primera bebida".
El estudio aparece en la edición de octubre de Alcoholism: Clinical and Experimental Research.
"No me sorprendió ver que los factores del niño y ambientales fueran pronosticadores más fuertes de la edad de la primera bebida que la historia familiar", apuntó en una declaración preparada Stephan Arndt, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina Carver de la Universidad de Iowa.
"El ambiente y cómo el niño reacciona a éste son determinantes claramente más importantes en la edad de la primera bebida y, posiblemente, resultados negativos del alcohol. La cultura también desempeña un fuerte papel. "Si bien podrían haber componentes genéticos que operen sobre la conducta de bebida, estos parecen estar relacionados con el nivel de riesgo, y deben interactuar con el ambiente en última instancia", señaló Arndt.
Dijo que investigaciones previas han relacionado una edad precoz de la primera bebida con un aumento en las tasas de los trastornos psiquiátricos infantiles, una reducción en las actividades escolares y extracurriculares, un aumento en la conducta criminal, y una disminución en la satisfacción vital y la productividad.
Más información
La Nemours Foundation tiene más información sobre los niños y el alcohol.
