Un estudio señala que los atracones de bebida y la marihuana pueden poner en peligro el intelecto de los adolescentes

Investigadores afirman que, a medida que aumentaban los niveles de abuso, las puntuaciones en las pruebas se reducían

MARTES, 19 de octubre (HealthDay News/HolaDoctor) -- El uso intenso de alcohol y marihuana pone a los adolescentes en riesgo de déficits mentales que podrían persistir en la adultez, según un estudio reciente.

Los investigadores encontraron que los adolescentes que habían abusado del alcohol y la marihuana obtuvieron puntajes más bajos que sus pares abstemios en pruebas que medían diversas capacidades intelectuales.

Robert Thoma, profesor asociado de psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Nuevo México y autor líder del estudio, afirmó que los investigadores deseaban observar si el abuso intenso de sustancias causaba "déficits neuropsicológicos" en los adolescentes similares a los que ya se han demostrado en alcohólicos y abusadores de drogas adultos.

"La preocupación es que los niños que comienzan a beber temprano y mucho podrían verse afectados para toda la vida. Los datos apenas comienzan a indicar que es así", advirtió Thoma, neuropsicólogo clínico.

Thoma señaló que el estudio "es demasiado pequeño para hacer afirmaciones", pero que es uno de los primeros en mostrar estos déficits en adolescentes con problemas de abuso de sustancias.

El estudio encontró que la memoria también resulto afectada negativamente, pero solo con el uso de marihuana, no de alcohol.

Los adolescentes que no usaban alcohol ni otras drogas pero tenían un padre alcohólico mostraron déficits en pruebas que medían la "capacidad visuoespacial". La capacidad visuoespacial es el tipo de pensamiento no verbal que tiene que ver con actividades creativas como la arquitectura, la música o el arte.

El estudio, sobre el que se informa en la edición en línea del 19 de octubre de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research, asignó a 48 adolescentes entre los doce y 18 años de edad a tres grupos: 19 al grupo de estudio de abuso de sustancias, 15 adolescentes sanos y abstemios a un grupo de control, y 14 abstemios cuyos padres habían abusado del alcohol. Los 19 abusadores de sustancias habían sido diagnosticados con adicción o dependencia al alcohol. Doce también habían sido diagnosticados con dependencia a la marihuana.

Los adolescentes del grupo de estudio, que en promedio eran dos años mayores que los demás, informaron consumir entre seis y veinte bebidas al día durante un periodo de tres meses antes de la última vez que habían bebido. Cuanto más alcohol consumían, peor eran las puntuaciones de los adolescentes en la batería de pruebas, sobre todo la que medía la función ejecutiva.

La función ejecutiva incluye la toma de decisiones, el mantenimiento de la atención, la planificación con antelación y otras habilidades que los adolescentes están en proceso de desarrollar "y que realmente necesitarán en la adultez", señaló Thoma.

Los adolescentes del grupo de estudio informaron pasar treinta por ciento de los 90 días de la encuesta bebiendo en exceso. Los que usaban marihuana recordaban pasar 40 por ciento del tiempo del periodo de estudio fumando la sustancia.

"Uno puede imaginarse cómo esto podría afectar a los niños, lo importante que son la atención y la función ejecutiva para las tareas del desarrollo", enfatizó Thoma. "Los niños tienen que organizarse, levantarse temprano e ir a la escuela, así como mantener la atención para aprender algunas cosas muy complejas".

Pero Ramani Durvasula dijo que el estudio podría estar "comparando cosas muy distintas", pues "los niños que abusan de las drogas y del alcohol son muy distintos a los que no lo hacen", y podrían tener problemas ausentes en sus pares.

"Cuando hablan sobre la función ejecutiva (el control de las inhibiciones, la planificación por adelantado y el control de la conducta), si ya están afectadas en un niño o adolescente, es más probable que hagan cosas como beber", dijo Durvasula, profesora asistente de psicología en la Facultad de ciencias naturales y sociales de la Universidad del Estado de California en Los Ángeles.

Al notar la gran cantidad de consumo de alcohol reportada por los adolescentes, citó posibles problemas en el hogar.

"Siendo realistas, cuando los niños beben trece copas al día (el promedio en el estudio), no puede haber mucha supervisión de los padres", lamentó Durvasula.

Thoma reconoció que los datos podrían sugerir que los niños que tenían una función ejecutiva poco desarrollada tienen una mayor tendencia a beber mucho.

"Es el problema de la gallina y el huevo", apuntó Thoma. "¿Qué sucedió primero, la función ejecutiva afectada, que podría llevar a beber más, o el beber en exceso, que lleva a una mala función ejecutiva? ".

Aunque no son "irrefutables", las correlaciones sugerían que el problema era el alcohol, apuntó, y añadió que "en la ciencia hay niveles en la seguridad que se puede tener sobre algo".

Durvasula también dijo que las entre seis y veinte bebidas al día que reportaron los adolescentes eran "sospechosamente excesivas". Recordó un estudio que hizo con hombres adultos de vecindarios pobres adictos al crack que apenas bebían ocho bebidas al día en promedio.

"Tal vez tuvieron un problema con los reportes", dijo Durvasula, y también apuntó al gran número de días que los adolescentes afirmaron usar drogas y alcohol.

El estudio no controló el nivel socioeconómico ni educativo, y ambos se relacionan íntimamente con los tipos de funcionamiento mental medidos en el estudio, apuntó Durvasula.

A pesar de sus comentarios, Durvasula dijo que se necesitan intervenciones "tanto en las escuelas como en las casas" para los adolescentes en riesgo de abuso de sustancias.

Thoma aseguró que estudios longitudinales de gran tamaño podrían separar las causas y los efectos en los adolescentes que abusan de las drogas y el alcohol, pero anotó que la investigación "sigue careciendo de fondos suficientes".

Más información

Para más información sobre el uso de las drogas y el alcohol en los adolescentes, visite la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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