Una estrategia más económica resulta efectiva para combatir la adicción a la heroína

Un estudio encuentra que la combinación de tratamiento y terapia una vez a la semana es igual de efectiva que la intervención más frecuente

MIÉRCOLES 26 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- En lo que respecta al tratamiento de la adicción a la heroína y otros opiáceos, tal vez menos implique más.

Investigadores han encontrado que los pacientes adictos a los opiáceos se beneficiaron igual de bien con un régimen combinado de un medicamento más psicoterapia una vez a la semana, que con una medicación tres veces a la semana y terapia semanal extensiva. También, el tratamiento se llevó a cabo en la comodidad relativa de un consultorio médico.

"Hemos demostrado la seguridad y eficacia de proveer este tipo de tratamiento en un ambiente de atención primaria, y eso nunca antes se había hecho", señaló el Dr. David A. Fiellin, principal autor del estudio publicado en la edición del 27 de julio del New England Journal of Medicine.

"También hemos identificado que una aplicación de terapia y medicamentos moderada o mínima es segura y efectiva", aseguró.

Menos también significa más barato, lo que debería complacer a los proveedores y pagadores de la atención médica.

"Si están considerando ofrecer este tipo de tratamiento a través de los consultorios médicos, no tienen que sentirse obligados a ofrecer un nivel de servicios de lujo", añadió Fiellin, quien es profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.

La U.S. Food and Drug Administration aprobó el medicamento buprenorfina solo y en combinación con naloxona para combatir la adicción a los opiáceos en 2002. La Ley de tratamiento a la adicción de drogas de 2000 permitió que los medicamentos fueran suministrados desde un consultorio médico.

La buprenorfina (bajo los nombres de marca Suboxone o Subutex) disminuye el deseo de opiáceos como la heroína, mientras que la naloxona (Narcan) contrarresta el abuso potencial de la buprenorfina. La combinación de buprenorfina y naloxona ha demostrado ser igual de efectiva que las dosis moderadas de metadona para ayudar a los adictos a dejar las drogas.

Sin embargo, aún no está claro cuál es el nivel óptimo de terapia y medicamentos recetados.

Para este estudio, se asignaron de forma aleatoria 166 pacientes adictos a los opiáceos a uno de tres tratamientos: gestión médica estándar (20 minutos de terapia una vez a la semana) con administración de medicamento una o tres veces a la semana, o gestión médica intensa (terapia de 45 minutos) y administración de medicamentos tres veces a la semana. Los participantes permanecieron en los distintos grupos durante 24 semanas. Los pacientes recibieron la misma cantidad de medicamento independientemente de la frecuencia con que fuera administrado.

Los tres grupos de tratamiento tuvieron casi la misma efectividad cuando se aplicaron pruebas de orina: el 44 por ciento dio negativo para los opiáceos en el grupo de una vez a la semana, así como el 40 por ciento de los que estaban en el grupo de tres veces a la semana, y el 40 por ciento del grupo de tres veces a la semana más gestión médica intensa.

Los grupos de tratamiento también fueron similares en el número de semanas consecutivas en que no utilizaron opiáceos ilícitos y la proporción de participantes que permanecía en el estudio a las 24 semanas (48 por ciento en el grupo de gestión estándar/una vez a la semana; 43 por ciento en el grupo de gestión estándar/tres veces a la semana; y 39 por ciento en el grupo de gestión intensa/tres veces por semana).

¿Por qué?

"Parte de la respuesta es que el medicamento en sí es tan efectivo, así que realmente se necesitaría tener una gran magnitud de diferencia en los servicios para demostrar algún beneficio por encima de lo que el medicamento provee", explicó Fiellin.

Los participantes que recibían medicamento una vez a la semana en general afirmaron estar más satisfechos que los que lo recibían tres veces a la semana.

"Todos sentían que una visita semanal era bastante razonable para ellos", apuntó Fiellin. "Para algunos de estos pacientes, asistir con demasiada frecuencia o prestar demasiada atención a los problemas que rodean a la adicción podría ser un impedimento, especialmente si están teniendo buenos resultados y se están absteniendo".

Sin embargo, algunos pacientes sin duda necesitarán asesoría adicional y deberían recibirla, añadió.

Una pregunta persistente es si los resultados serían los mismos para subgrupos de pacientes, como por ejemplo, personas con adicción cruzada a los analgésicos o que tienen otros trastornos psiquiátricos.

"Es un estudio excelente, pero me gustaría saber si hay distinción en el tratamiento en cuanto a la intensidad del tratamiento de esas personas", planteó Harris Stratyner, profesor asociado de psiquiatría en la Escuela de Medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York. "Necesitan refinar la población. ¿Es esto sólo para usuarios de opiáceos, [o] para usuarios de opiáceos con otros problemas psiquiátricos? Es una población muy heterogénea", señaló Stratyner.

Aunque el estudio no separó los distintos grupos de pacientes, una investigación adicional que ha sido enviada para su publicación encontró que a los pacientes adictos a opiáceos de receta (como la oxicodona, la hidrocodona, la metadona y el fentanil) les fue mejor que a los pacientes dependientes de la heroína, incluso con un menor nivel de terapia.

Esto podría ser importante, dado que un estudio publicado esta semana por los U.S. Centers for Disease Control and Prevention encontró que los analgésicos opiáceos recetados causan ahora más muertes por sobredosis de droga en los Estados Unidos que la cocaína o la heroína.

Según el estudio, en 2002, las sobredosis de drogas acabaron con la vida de más de 16,000 personas en los Estados Unidos. Entre 1999 y 2002, los opiáceos sobrepasaron a la cocaína y a la heroína como causa de sobredosis.

Entre 1999 y 2002, el número de muertes por sobredosis relacionadas a los opiáceos aumentó en 91.2 por ciento, apuntaron los investigadores, en comparación con 22.8 por ciento para la cocaína y 12.4 por ciento para la heroína. El estudio fue publicado en el boletín Pharmacoepidemiology and Drug Safety.

"El gran secreto es que muchas personas no están conscientes de que se estima que tres millones de personas son adictas a los analgésicos narcóticos en los EE.UU., y tan sólo alrededor de un millón a la heroína. Así que, en esta época, el abuso de los medicamentos recetados es un problema mucho más grande", afirmó Fiellin.

Más información

La American Medical Association tiene más información sobre el abuso de opiáceos.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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