La depresión se deja frecuentemente sin tratar en los pacientes cardiacos

Los cardiólogos necesitan detectar las señales de advertencia, y gestionar ayuda, sugiere un estudio

VIERNES 10 de junio (HealthDay News/HispaniCare) -- En un hallazgo que indica que los cardiólogos podrían no estar viendo el cuadro completo, una nueva investigación sugiere que sólo alrededor de un tercio de los pacientes de enfermedad del corazón con serios síntomas de depresión y ansiedad reciben el tratamiento necesario.

Los hallazgos son significativos porque estudios anteriores han relacionado los problemas psicológicos con una peor salud y tasas más altas de mortalidad entre las personas con enfermedad cardiaca, afirmó la coautora Amy Ferketich, profesora asistente de epidemiología y bioestadística de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio.

"Simplemente, no se está evaluando a los pacientes", apuntó. "Los médicos se concentran en el problema obvio, y no piensan sobre todos los demás factores que podrían contribuir a la dolencia".

Ferketich y un colega examinaron una encuesta federal de 2002 que preguntó a 17,541 hombres y mujeres pacientes del corazón sobre su salud. Los investigadores revisaron si los pacientes, todos de más de 40 años de edad, tenían más probabilidades de haber sufrido "angustia psicológica", un término general que se refiere a síntomas serios de salud mental pobre, incluidos la tristeza, el nerviosismo, la inquietud y la desesperanza, entre otros.

Si bien los investigadores no examinaron específicamente la tasa de depresión y ansiedad, muchos de los síntomas aparecen en personas con esas dolencias.

Los investigadores encontraron que el 6.4 por ciento de los supervivientes de ataques del corazón sufrían de angustia psicológica, en comparación del 2.8 por ciento en una población saludable. Las cifras fueron más altas (hasta un 10 por ciento) entre los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva.

Sin embargo, sólo cerca de un tercio de los pacientes que reportaron los síntomas afirmaron haber sido tratados por un proveedor de salud mental. Las investigaciones sugieren que los problemas psicológicos pueden tanto contribuir al desarrollo de la enfermedad cardiaca como agravarla luego de que se desarrolla, señaló Ferketich.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 9 de junio del European Heart Journal.

Todavía no está completamente claro cómo la enfermedad mental y la enfermedad cardiaca se relacionan, afirmó Sylvia Wassertheil-Smoller, profesora de epidemiología y salud poblacional en el Colegio de Medicina Albert Einsten de la ciudad de Nueva York. Algunas investigaciones sugieren que los síntomas psicológicos podrían contribuir a los coágulos sanguíneos o hacer que el corazón lata menos efectivamente, declaró.

El año pasado, Wassertheil-Smoller y sus colegas publicaron un estudio en Archives of Internal Medicine que reportaba que las mujeres con depresión de leve a moderada tenían un 50 por ciento más de probabilidades de tener ataques al corazón que las demás mujeres.

Por supuesto, la depresión y la ansiedad son respuestas normales a eventos vitales traumáticos, tales como una enfermedad que amenaza la vida. Su seriedad "depende de cuánto tiempo esté deprimido", apuntó Wassertheil-Smoller. "En la mayoría de depresiones situacionales, tal como la muerte del cónyuge, la depresión desaparece eventualmente, y se aprende a manejar la situación y a seguir con la vida. Si esto no sucede, es una señal de problemas".

¿Y cuál es el papel de los médicos cardiólogos en detectar los problemas psicológicos en sus pacientes?

"Es un gran problema", afirmó Wassertheil-Smoller. "No tienen tiempo, con la atención administrada y el énfasis en tiempo de entrega rápido y alta productividad en términos del número de pacientes atendidos. No hay mucho tiempo para que el médico sea un Dr. Welby y averigüe lo que realmente le está pasando".

La buena noticia es que los médicos tienen más herramientas para tratar problemas psicológicos, añadió. En cuanto a posibles soluciones, sugirió que las enfermeras y otros miembros del personal podrían ayudar a evaluar a los pacientes antes de que vean al cardiólogo. "Podrían detectar las personas que realmente necesitan ayuda", dijo.

Más información

Para aprender más sobre la enfermedad cardiaca y la depresión, visite el National Institute of Mental Health.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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