VIERNES, 18 de septiembre (HealthDay News/DrTango) -- La casa está vacía, los niños han vuelto a la escuela. Es una especie de síndrome de nido vacío, salvo que el ocupante que se quedó en casa se entretiene masticando el control remoto en el sofá.
Es un escenario común en todo el país a medida que los caninos son "abandonados" por sus mejores amigos con la llegada del otoño y la vuelta a la escuela.
"Hay que verlo desde el punto de vista de un perro. Un día la casa está llena de gente y al día siguiente ya no hay nadie, y pasa tan rápido", apuntó Judi Halliburton, conductista de animales de compañía de Albuquerque, Nuevo México, y autora del libro Raising Rover: Breed-By-Breed Training from Afghans to Yorkies.. "Luego todos empiezan a llegar a casa desde la escuela, el trabajo y encuentran la sala de estar patas arriba".
Quizá lo primero que se le cruza por la cabeza es que el perro está enojado. Sin embargo, de acuerdo con Halliburton, su mascota no está enojada, es un caso de ansiedad por separación.
"Todo lo que saben es que los humanos fueron absorbidos por un agujero negro", dijo. "No tienen ni idea de lo que le ocurre a toda la familia".
"La vuelta a la escuela puede causar ansiedad por separación en algunos perros", señaló Adam Goldfarb, director del programa Mascotas en riesgo de la Sociedad Humana de los Estados Unidos (Humane Society of the United States, HSUS). "Están acostumbrados a jugar todo el día con sus mejores amigos, y luego se quedan solos por seis a ocho horas al día. Esta situación puede ser dura para algunos perros".
"Se puede manifestar en ladridos, gemidos, arañazos a la puerta, masticación de objetos inapropiados, o síntomas más médicos como letargo o no comer bien", agregó. "Y es algo que le puede pasar a cualquier raza".
Pero hay esperanza.
"Puedo ayudarlos a superar este problema. Sólo necesita preparar el terreno", apuntó Halliburton.
Por ejemplo, ya sea que se trate de la vuelta a la escuela o no, cada vez que tenga que salir de casa necesita decir adiós a su perro, dijo Halliburton. No tiene que decirle literalmente "adiós", pero puede ser algo como "¡Que la fuerza te acompañe!" o cualquier otra frase. El punto es entrenar a su perro para que cada vez que escuche esa frase, sepa que lo verá otra vez de nuevo, señaló.
"Tiende que darle una base de seguridad en la que su mundo se mantenga en pie", aseguró.
A continuación otros consejos:
Más información
La Humane Society of the United States tiene más información sobre la ansiedad por separación en perros.