El punto de vista de los padres sobre la violencia guía la conducta de sus hijos

Estudio encuentra que los que usan castigos físicos o apoyan 'defenderse' con frecuencia crían niños que pelean

LUNES 6 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Investigadores informan que es más probable que los padres que dan el ejemplo de que cualquier forma de violencia es inaceptable (incluido el castigo físico) críen hijos que no peleen ni se participen en otras formas de violencia.

Pero el estudio encontró que ese tipo de crianza no es siempre la norma en las familias estadounidenses.

"Casi el 40 por ciento de los padres de la población del estudio afirmó que diría a sus hijos que estaba bien golpear a otra persona que los empuje o golpee", afirmó la investigadora líder, la Dra. Sally-Ann Ohene, quien anteriormente trabajaba en la Universidad de Minnesota en Miniápolis.

"Esto sugiere que para un número significativo de estos padres, aconsejar a sus niños que se defiendan es [considerado] la mejor manera" de manejar la violencia, apuntó.

Según Ohene, los niños con frecuencia hacen caso de ese consejo y hacen lo que piensan que se espera de ellos, pelear.

Por otro lado, los padres que no golpean a sus hijos y que afirman categóricamente que dar golpes es incorrecto envían un mensaje claro de que los niños también pueden comprender y aceptar, según los investigadores.

Publicaron sus hallazgos en la edición de febrero del boletín Pediatrics.

El estudio se basa en una encuesta de 2003 de 134 niños entre los 10 y 15 años de edad y sus padres, quienes vivían en el área metropolitana de Miniápolis-San Paúl.

Las parejas de padres e hijos fueron elegidos de ocho consultorios ambulatorios pediátricos en áreas urbanas y suburbanas que cubrían un amplio rango socioeconómico.

Los investigadores encontraron una clara relación inversa entre las actitudes de los padres hacia la violencia y el historial de pleitos de los hijos. Mientras más aceptaba el padre la violencia, más propenso era el niño a participar en pleitos violentos. Se encontraron resultados similares para el uso del castigo corporal en la casa, como las nalgadas.

Daniel W. Webster, profesor asociado del Centro de Prevención de la Violencia Juvenil, parte de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, afirmó que los resultados son interesantes pero predecibles.

"Es muy consecuente con otras investigaciones sobre el ciclo de violencia", señaló. "En los hogares en los que hay violencia física entre los padres, o entre padres e hijos, aumenta la probabilidad de que tendrán problemas con un aumento de la violencia".

Sin embargo, Webster resaltó que "la mayoría de los niños que experimenta violencia no se vuelve violenta, aunque ciertamente aumenta el riesgo de que suceda".

La Dra. Iris Wagman Borowsky, profesora asistente de pediatría de la Universidad de Minnesota y autora principal del estudio, afirmó que también es importante notar qué conductas esperaban los padres de los niños, y qué creen los niños que sus padres quieren, ya que ambas cosas pueden ser muy diferentes.

"Lo que un niño piensa que su padre espera de él o ella es más importante que lo que el padre piensa en realidad", explicó. "Encontramos que esto aplica para la violencia y también para otras conductas de riesgo", incluida la actividad sexual y el abuso de sustancias.

"Simplemente tiene sentido hablar con su hijo sobre qué opina usted de esos temas", aconsejó.

Más información

Para aprender más sobre los factores de riesgo de violencia juvenil, además de los factores protectores, vaya al National Center for Injury Prevention and Control.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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