¿Está el sistema de salud mental fallando con los niños con problemas?

Localizar y manejar a los jóvenes como el autor del tiroteo de Connecticut es difícil y se necesitarán más recursos, afirman los expertos

MARTES, 18 de diciembre (HealthDay News) -- Como consecuencia del tiroteo masivo que el pasado viernes acabó con la vida de 20 niños en Newtown, Connecticut, en todo el país surgen voces que preguntan cómo ha podido ocurrir esto.

Todas las respuestas apuntan al perfil psicológico de Adam Lanza, el autor de la masacre de 20 años de edad, que entró por la fuerza en la escuela primaria de Sandy Hook para luego asesinar a tiros a los niños y a seis adultos. Con anterioridad, esa misma mañana, había asesinado a tiros a su madre en la casa que ambos compartían.

Los problemas de salud mental de Lanza todavía quedan por aclarar, pero no hay duda de que fue un niño y un adulto joven con problemas. Tal y como se informó desde ABC News, los comentarios típicos de las personas que conocieron a Lanza incluían expresiones como "un niño raro", que "no estaba bien" y que "detestaba mirarte a los ojos".

Los expertos en salud mental hicieron hincapié en que simplemente con notar que un niño parece "raro" no es suficiente para afirmar que necesita atención profesional. Sin embargo, la mayoría está de acuerdo con que los niños y los jóvenes con problemas de salud mental en Estados Unidos están pasando inadvertidos a un sistema inadecuado.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU., la mitad de todos los casos de salud mental empiezan a desarrollarse antes de los 14 años de edad. A pesar de esto, Estados Unidos tiene una grave escasez de proveedores de salud mental especializados en niños, señaló el Dr. Howard Liu, director médico del Centro de Educación en Salud Conductual de Nebraska del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, en Omaha.

La Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMHSA) de EE. UU. elaboró un informe sobre este problema teniendo en cuenta a partir de 2007. "Este informe halló que el sistema de salud mental contaba con muchas carencias, entre las que se incluye una escasez crítica de proveedores de salud mental especializados en niños y adolescentes", aseguró Liu.

Según las palabras del informe, "hay una escasez grave de individuos entrenados para gestionar las necesidades de los niños, los jóvenes y sus familias. Como ejemplo de esto, el gobierno federal tiene previsto que se necesiten 12,624 psiquiatras especializados en niños y adolescentes para 2020, lo que sobrepasa con mucho la existencia prevista de 8,312. En la actualidad hay solo 6,300 psiquiatras especializados en niños y adolescentes en todo el país, de los cuales solo unos pocos están en zonas rurales y de bajos ingresos".

El informe de la SAMHSA apunta concretamente a la carencia de profesionales de salud mental entrenados y en activo en las escuelas del país, y afirma que "hay muy poco personal disponible de este tipo, o se encuentran en una posición que les dificulta el uso de tales habilidades".

Liu afirma que él se encuentra con este tipo de escasez cada día. En Nebraska, por ejemplo, solo hay 30 psiquiatras especializados en niños en todo el estado, o uno por cada 11,000 niños.

Otro experto estuvo de acuerdo. "En la mayoría de lugares del país, hay que esperar varios meses para poder visitar a un profesional de salud mental", manifestó Eric Butter, director asociado del Centro de Desarrollo Infantil del Hospital Pediátrico Nacional de Westerville, Ohio.

Además, muchas compañías aseguradoras de salud no cubren de forma adecuada los servicios de salud mental, aseguró Butter. Esto significa que las personas tienen menos acceso a los psicólogos, asesores, trabajadores sociales clínicos y otros profesionales médicos que podrían evitar que se hicieran daño a sí mismas o a otras personas.

Los dos expertos hicieron hincapié en que la gran mayoría de las personas con alguna enfermedad mental no se comportarán de forma violenta. Así que encontrar y manejar esos pocos casos que sí que podrían hacerlo supone una tarea muy ardua.

"Hay algunas herramientas forenses que se usan en la evaluación de la amenaza por violencia, pero como sabe cualquier individuo que trabaje con la salud conductual, se trata de herramientas imperfectas que solo pueden dar una idea general del riesgo al profesional clínico", señaló Liu. "De ninguna manera son una bola de cristal para un individuo en concreto".

Según Liu, un estudio que investigó el problema de la "evaluación de riesgo" en las personas con esquizofrenia, por ejemplo, halló que para evitar solo un homicidio se debería detener a un total de 35,000 personas con esquizofrenia. "Hacer eso no es razonable si respetamos los derechos civiles de nuestros ciudadanos", afirmó Liu.

Simon Rego, director de entrenamiento en psicología del Centro Médico Montefiore y del Colegio de Medicina Albert Einstein en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo. "Sigue siendo extremadamente difícil predecir ese tipo de acciones violentas", aseguró.

"Sin duda la gente observará [y debería hacerlo], entre otras cosas, el papel que pueden jugar los videojuegos violentos, las leyes actuales de posesión de armas, las enfermedades mentales y la facilidad de acceso a la atención de salud mental. Pero la cuestión es que la mayoría de los individuos con trastornos psiquiátricos y la mayoría de los jóvenes que juegan con videojuegos violentos no cometen actos violentos", afirmó Rego.

Esto no significa que los padres, las escuelas o los trabajadores de atención de salud mental deban relajar su vigilancia sobre los niños o jóvenes adultos "en riesgo", señalan los expertos.

Puede ser duro para los padres admitir que su hijo tenga algún problema de salud mental, pero es fundamental que el niño empiece un tratamiento temprano. "Eso es difícil para los padres", manifestó a ABC News el Dr. Sandro Galea, catedrático de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia.

"Pienso que es duro intentar comprender el tratamiento que los hijos necesitan para cualquier cosa, pero quizás seamos incluso más reacios a aceptar el concepto de enfermedad mental", señaló.

Liza Long, que tiene un hijo de 13 años, del que afirma que "la tiene aterrada", provocó una reacción masiva esta semana con un artículo publicado en su blog en línea llamado "Yo soy la madre de Adam Lanza". En el artículo, describió de forma detallada y dolorosa los estallidos violentos de su hijo "Michael" y las dificultades para conseguir que empezara un tratamiento.

"Este problema es demasiado grande para manejarlo yo sola", afirmo en su artículo.

Los profesores y otros trabajadores de la escuela siguen teniendo un papel fundamental en darse cuenta de cuándo los niños tienen problemas y en que reciban la atención adecuada, pero la mayoría no son profesionales de salud mental. "Las escuelas no pueden prescribir los tratamientos, ni deberían hacerlo", señaló Galea.

De hecho, el Washington Post informó el lunes que la dirección de la escuela de secundaria de Lanza le había asignado un psicólogo de forma permanente durante su primer año en 2007, además de informar al jefe de seguridad de la escuela acerca del chico. Pero Richard Novia, director de seguridad del Distrito Escolar de Newtown en aquel momento, declaró al Post que lo que les preocupaba era la seguridad de Lanza, no la seguridad de los demás.

"En ese momento de su vida, él no suponía ninguna amenaza para nadie", aseguró Novia. "Nos preocupaba que él fuera la víctima o que se hiciera daño a sí mismo".

Que un niño con una enfermedad mental reciba la atención profesional que necesita puede ser un proceso "engorroso", tal y como declaró a CBS News el Dr. Jeffrey Lieberman, presidente de psiquiatría del Centro Médico la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.

Afirmó que incluso si una persona anuncia que tiene un plan concreto para causar daño, un médico necesitaría llamar a las fuerzas del orden y rellenar toneladas de documentos para ayudar a contener lo que puede o no ser una amenaza real.

"Por un lado, se ha de proteger la confidencialidad y los derechos de los pacientes. [Por] otra parte, tenemos el deber de proteger a la sociedad", indicó. "Ahora mismo, la balanza se inclina a favor del individuo en detrimento de los intereses de la sociedad".

Más información

Hay más información disponible sobre las enfermedades mentales en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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