La crianza tiene mucho que ver con la respuesta de los niños al estrés

Un estudio afirma que aunque los genes afectan el desarrollo fisiológico, la conducta de la madre cambia el efecto

JUEVES, 18 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- El estilo de crianza comienza a influenciar la capacidad de un niño de lidiar con el estrés desde los seis meses de edad, según un informe reciente.

Los hallazgos, que aparecen en la edición de septiembre y octubre de la revista Child Development, muestran que la crianza y los genes influencian cómo un niño maneja el estrés, y que las acciones de los padres podrían poner a los bebés en riesgo de desarrollar malas respuestas a tales situaciones.

Investigadores de tres universidades de Carolina del Norte y de la Universidad estatal de Pensilvania midieron las tasas cardiacas de 142 bebés durante una situación estresante (separación de sus madres) para evaluar el tono vagal, una respuesta cardiaca que ralentiza el corazón cuando está calmado pero que le permite bombear más rápido en situaciones desafiantes. También revisaron el ADN de los bebés para determinar qué gen receptor de la dopamina portaban; algunas formas de este gen se relacionan con problemas posteriores como agresión, abuso de sustancias y otras conductas de riesgo.

A los tres y seis meses de edad, los bebés que tenían el gen de la dopamina asociado a conductas riesgosas posteriores tampoco tenían tonos vagales eficaces en quitar el freno al corazón en situaciones estresantes, mientas que los bebés que portaban la versión sin riesgo del gen si los tenían. A esas edades tempranas, encontraron los investigadores, que las madres fueran o no sensibles al estrés de sus hijos no pareció afectar su tono vagal.

Para a los doce meses, los bebés que portaban el gen de riesgo que también tenían madres que eran altamente sensibles mostraban entonces la respuesta cardiaca esperada cuando estaban estresados. Esos mismos bebés con madres insensibles continuaron mostrando una respuesta cardiaca ineficaz al estrés.

Estos hallazgos sugieren que aunque los genes afectan el desarrollo de las respuestas fisiológicas al estrés, la experiencia ambiental (como la conducta de atención de las madres sensibles) puede tener una influencia suficientemente potente para cambiar el efecto de esos genes muy temprano en la vida.

"Nuestros hallazgos proveen más respaldo de la idea de que el desarrollo de respuestas conductuales y fisiológicas completas no es resultado de la herencia y el ambiente, sino de una combinación de ambos", afirmó en un comunicado de prensa emitido por el editor de la revista la autora principal del estudio Cathi Propper, científica de investigación de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. "También ilustran la importancia de la crianza no sólo para el desarrollo de la conducta de los niños, sino para los mecanismos fisiológicos subyacentes que respaldan esa conducta".

"Aunque estos procesos continuarán cambiando con el tiempo, la crianza puede tener importantes efectos positivos incluso cuando los niños han heredado una vulnerabilidad genética a conductas problemáticas".

Más información

El U.S. National Institute of Mental Health tiene más información sobre la salud mental en la infancia y la adolescencia.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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