La violencia en la TV y los videojuegos hace daño a los niños

Estudios encuentran que aumenta la agresión y mantiene a los niños aislados

LUNES 3 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Ver demasiada violencia en la televisión y usar demasiados videojuegos violentos representa una carga en el desarrollo social y físico de los niños, reportan investigadores.

"Encontramos que mientras más TV ven, menos tiempo pasan con sus amigos", afirmó el investigador David S. Bickham, científico investigador del Centro de Medios y Salud Infantil de la Facultad de Salud Pública de la Harvard. Sin embargo, "esta relación sólo es verdadera con la TV verdaderamente violenta", añadió.

Otro estudio encontró que los videojuegos violentos parecen promover malas actitudes en los niños cuando se trata de su propia salud, al mismo tiempo que fomentan conductas arriesgadas. Un tercer informe encontró que los videojuegos clasificados como para audiencias maduras con frecuencia incluyen imágenes sexuales y lenguaje que no se menciona en las advertencias de las etiquetas.

Estos y otros estudios dedicados a los efectos de los medios sobre los niños aparecen en una edición con tema especial de abril del boletín Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

En el primer informe, Bickham y un colega recolectaron datos sobre 1,356 niños entre los 6 y 8 años de edad y examinaron cómo ver TV violenta afectaba la integración social.

Encontraron niveles crecientes de aislamiento social entre los niños con mayores niveles de exposición a programación violenta en la TV. Para explicar este hallazgo, Bickham especuló que, dado que la TV violenta está relacionada con la conducta agresiva en los niños, hace que sea más difícil que éstos se lleven bien con los demás. "Los niños ven TV violenta, se están volviendo más agresivos y esa agresión hace que sea más difícil para ellos interactuar con sus compañeros", explicó.

En el segundo informe, Sonya S. Brady, becaria de posdoctorado en psiquiatría de la Universidad de California en San Diego y un colega evaluaron la reacción de 100 hombres universitarios, entre 18 y 21 años de edad, a dos videojuegos, Grand Theft Auto III o The Simpsons: Hit and Run.

"Cuando los hombres jugaron el videojuego más violento, Grand Theft Auto, en comparación con el videojuego menos violento, The Simpsons: Hit and Run, tuvieron mayores aumentos en la presión sanguínea, además de que los que jugaron Grand Theft Auto tuvieron más emociones negativas y sentimientos hostiles", aseguró Brady.

Además, los que jugaron Grand Theft Auto tenían actitudes más permisivas sobre el uso del alcohol y marihuana, apuntó Brady. "Los videojuegos no sólo pueden influir sobre la agresión sino que también podrían influir en las actitudes sobre la conducta arriesgada", señaló.

El equipo de Brady también encontró que los que usaban videojuegos violentos eran menos propensos a cooperar con los demás después de jugar. "La violencia de los medios podría predisponer a los jóvenes y adolescentes no sólo a conductas de mayor riesgo para la salud, sino también a tensión y conflicto en su interacción social con los demás", añadió.

En el tercer estudio, un equipo liderado por Kimberly Thompson, profesora asociada de ciencias de análisis y decisión de riesgos de la Facultad de Salud Pública de la Harvard, encontró que el 81 por ciento de los videojuegos clasificados para audiencias maduras tenía contenido violento o sexual no especificado en la etiqueta.

En su estudio, el equipo de Thompson jugó el 25 por ciento de los videojuegos de clasificación para audiencias maduras disponibles.

"Encontramos que los juegos contenían imágenes de sustancias, temas sexuales o lenguaje vulgar que no fueron especificados", dijo Thompson. Estos hallazgos son similares a los que el mismo equipo encontró en otros videojuegos clasificados para niños más pequeños, afirmó.

La Entertainment Software Rating Board (Junta de clasificación de software de entretenimiento) que clasifica estos juegos no los juega en realidad, anotó Thompson. Lo que hace es basar su calificación sólo en el material suministrado por el fabricante, dijo.

"Los padres realmente necesitan prestar atención a la experiencia real del juego y a lo que sus hijos están viendo porque la descripción del contenido no necesariamente tiene toda la información sobre lo que hay en los juegos", explicó Thompson.

Otros informes de la misma edición del boletín encontraron problemas con lo que los niños y adolescentes ven en la TV. Un informe señalaba que los niños expuestos a medios violentos tenían un aumento significativo a largo plazo en conductas agresivas, pensamientos agresivos, sentimientos de enojo y niveles de activación.

Y un quinto estudio encontró que los niños que veían más TV comen más y aumentan más de peso que los niños que ven menos. Otro informe reveló que, entre los adolescentes cuyos padres expresaban desaprobación del sexo adolescente, los que veían más de dos horas de televisión al día podrían comenzar a tener sexo a una edad menor que los que no lo hacen.

El Dr. Dimitri A. Christakis es director del Instituto de Salud Infantil de la Universidad de Washington y coautor de un editorial del boletín que comenta sobre los estudios. Considera que los medios para los niños son "realmente un asunto de salud pública. No se trata simplemente de una industria y de regularla. Se trata de la salud de nuestros niños".

Christakis dijo que el desafío futuro es "encontrar maneras en las que los medios trabajen para los niños de forma positiva. El problema real para los padres y los tomadores de decisiones es cómo asegurar que este ambiente de medios sirva los mejores intereses de nuestros niños".

Se necesitan directrices sobre cómo deberían ser la TV y videojuegos educacionales, aseguró. "Las directrices deben basarse en evidencia sólida, y deben ser obligatorias", agregó.

Además, Christakis opina que la publicidad dirigida a los niños debe ser prohibida por ley. "Necesitamos considerar esta medida cuando reconozcamos a los medios como un asunto de salud pública", dijo. "Tenemos que ser más audaces".

Christakis no cree que se trate de un problema de libertad de expresión. "Sí limitamos la expresión", aseguró. "Tenemos leyes de la Comisión Federal de Comercio que regulan lo que los publicistas pueden decir y asegurar", apuntó. "Es realmente un asunto de usar las leyes existentes y fortalecerlas".

Más información

Para más información sobre la violencia en los medios y su efecto en los niños, visite la American Academy of Pediatrics.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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