Los videojuegos violentos desensibilizan a los jugadores a la brutalidad de la vida real

Un estudio encontró que sus reacciones ante escenas horrendas fueron más indiferentes después de jugar

MIÉRCOLES 9 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Usar videojuegos violentos, aunque sea sólo por 20 minutos, desensibiliza a las personas a la violencia del mundo real, asegura una reciente investigación.

"Encontramos que los sujetos que usaron videojuegos violentos por 20 minutos tenían respuestas fisiológicas más bajas cuando veían videos de violencia de la vida real", señaló Nicholas Carnagey, quien condujo la investigación mientras era profesor de psicología en la Universidad del Estado de Iowa en Ames.

Explicó que estas respuestas físicas disminuidas indicaban que la persona sentía menos molestia emocional cuando veía brutalidad de la vida real.

Estudios anteriores han informado sobre una correlación entre la exposición a los videojuegos violentos y una desensibilización a la violencia real. Pero el equipo de Carnagey afirmó que el suyo es el primero en exponer a los sujetos a videojuegos y entonces medir sus reacciones fisiológicas a la violencia de la vida real a través del ritmo cardiaco y la respuesta galvánica de la piel, que mide la transpiración.

A medida que aumentan el ritmo cardiaco y la transpiración, también lo hace la activación emocional, explicó Carnagey, quien es ahora profesor de psicología de la Universidad de Michigan y la Universidad de Vrije en Ámsterdam.

En el estudio, publicado en línea antes de su publicación impresa en el Journal of Experimental Social Psychology, participaron 257 estudiantes universitarios (124 hombres y 133 mujeres) que fueron evaluados antes y después de usar videojuegos violentos o no violentos durante 20 minutos. Entre los juegos violentos se encontraban Carmageddon, Duke Nukem, Mortal Kombat y Future Cop. Entre los juegos no violentos se incluyeron Glider Pro, 3D Pinball, 3D Munch Man y Tetra Madness.

Todos los participantes tenían ritmos cardiacos y otras señales de activación similares antes de la exposición a la violencia en la vida real, que incluía videos de tiroteos, peleas en prisión y enfrentamientos policíacos.

"El único momento en que vimos diferencias fisiológicas [entre los participantes] fue cuando veían violencia de la vida real", aseguró Carnagey.

Las personas que usaron videojuegos violentos durante 20 minutos tuvieron menores respuestas galvánicas (menos transpiración) y ritmos cardiacos mientras veían las escenas de la vida real. "Muchos otros estudios sobre la exposición a los videojuegos violentos indicaban que encontraríamos esta [desensibilización], pero nos sorprendió que apenas 20 minutos de exposición bastaran para mostrar este efecto", apuntó Carnagey.

Trasladadas al mundo real, estas señales de una menor molestia emocional podrían significar que una persona está más desensibilizada a la violencia. La persona podría ser menos capaz de identificar la violencia y menos propensa a ayudar a las víctimas de violencia, explicó Carnagey.

Los hallazgos podrían ser una señal de advertencia para los padres.

Aunque el estudio se dirigió a estudiantes universitarios, "no hay duda de que estos resultados aplican a niños más jóvenes y hay todo motivo para preocuparse de que los efectos podrían ser aún más grandes en los menores de 7 años porque estos niños no distinguen muy bien entre la fantasía y la realidad", señaló el pediatra Dimitri A. Christakis, director del Instituto de Salud Infantil de la Universidad de Washington en Seattle, y autor de The Elephant in the Living Room: Make TV Work for Your Kids (El elefante en la sala: haga que la televisión sea beneficiosa para sus hijos).

Los investigadores ya saben que la exposición a los medios violentos en muchas formas distintas lleva a violencia y agresión en el mundo real, pero el mecanismo mediante el cual esto ocurre no es tan bien conocido. El estudio sugiere que la desensibilización, que es definida por los investigadores como una reducción en la reacción física relacionada a las emociones a la violencia real, podría ser un factor crítico en esa vía.

Christakis añadió que la advertencia para los padres es real. "Los niños se están familiarizando mucho más con los medios a una edad bastante inferior a la que tenían sus padres cuando lo hicieron", anotó.

Muchos padres creen que los juegos violentos no harán que sus hijos sean más violentos, pero podrían no ser testigos de primera mano de cualquier aumento en las conductas agresivas, dijo. Los efectos negativos de la exposición a los videojuegos con frecuencia infiltran los juegos de los niños en la vida real, aseguró Christakis. "Esta creciente violencia aumenta mutuamente de manera negativa", advirtió, porque "refuerza la violencia en sus propias vidas".

Carnagey agregó que muchos de los medios para niños están llenos de violencia. En las películas y juegos de clasificación G, la violencia con frecuencia se presenta de "manera atractiva y amistosa", anotó el investigador de Iowa.

Y "a medida que los niños crecen, resultan expuestos a escenas cada vez más realistas y sangrientas", afirmó. "Los padres podrían decir que sus hijos aún no están listos para ver eso, pero, ¿qué significa en realidad ese comentario? ¿Cuándo estarían listos los niños para ver cómo decapitan a alguien?".

Según los investigadores, esta desensibilización no intencionada a los medios muy violentos puede tener un impacto real en el desarrollo de los niños.

"En la vida real, no estamos hablando de una simple exposición de 20 minutos, sino de una exposición de varias horas a la vez, día tras día", señaló Carnagey. "Los padres deben mantenerse conscientes y participar activamente en la exposición de sus niños a los medios. Realmente deberían considerar a qué mensajes están exponiendo a sus hijos".

El estudio también genera algunas preguntas importantes para investigaciones futuras, entre ellas si el efecto de la exposición a corto plazo a los juegos violentos permanece y cuál podría ser el efecto acumulativo de usar videojuegos violentos durante días, semanas y años.

Más información

Para más información sobre la violencia en los medios y su efecto en los niños, visite la American Academy of Pediatrics.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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