Muchos hipertensos rechazan una dieta saludable para el corazón

Un experto opina que más personas podrían seguirla si los alimentos nutritivos no costaran tanto

DOMINGO 20 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Algo extraño sucedió después de que se publicaran las recomendaciones gubernamentales sobre una dieta saludable diseñada para controlar la hipertensión arterial en 1999: El porcentaje de estadounidenses hipertensos que seguían tales recomendaciones disminuyó, según un estudio reciente.

El hecho de que tan pocas personas hipertensas (apenas el 22 por ciento en el grupo estudiado) sigan algunas medidas dietéticas sencillas indica una avería en algún sitio en el sistema de salud estadounidense, según afirmó el Dr. Philip Mellen, investigador principal y profesor asistente de medicina interna de la Facultad de medicina de la Universidad de Wake Forest de Winston-Salem, Carolina del Norte.

"No sabemos dónde está la falla", apuntó Mellen. "No sabemos si los médicos les han dicho que lo hagan o si éstos creen que no saben lo suficiente para aconsejarlos. Tenemos pruebas de otras fuentes de que hay problemas por toda la cadena".

El problema es bastante grave. Si no se controla, la hipertensión (que es el nombre formal para la presión arterial elevada) es una importante causa de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.

El estudio de Mellen, que debía presentarse el domingo en la reunión anual de la American Society of Hypertension, se enfocó en personas a quienes se había informado que tenían hipertensión.

"Presumiblemente, las directrices deberían haber recetado cambios en sus estilos de vida", apuntó Mellen. "No lo hicieron. Presumiblemente, eso significaría que los cambios en la población han abrumado las recomendaciones de la dieta DASH".

La DASH (por la sigla en inglés de métodos dietéticos para detener la hipertensión) se enfoca en nueve tipos de nutrientes, grasa total, grasa saturada, proteína, colesterol, fibra, calcio, magnesio, potasio y sodio. Esencialmente, aconseja comer muchas frutas, verduras, granos y lácteos bajos en grasa. Se consideró que las personas hipertensas cuyos historiales examinó Mellen en las dos Encuestas nacionales de evaluación de la salud y la nutrición seguían la dieta DASH si cumplían con la mitad de las metas de nutrientes.

Pero el "cumplimento con DASH" general fue cercano al 8 por ciento menor en el grupo de 1999 a 2004 que en el grupo de 1988 a 1994, encontró Mellen.

Emergieron ciertas tendencias. "Tener una menor edad significaba un menor cumplimiento con DASH", apuntó. "Fue menos probable que los estadounidenses de origen africano cumplieran. El cumplimiento fue más alto entre individuos con una educación superior a la secundaria, entre los individuos de mayor edad y entre los que tenían diabetes".

Otras diferencias sociales parecían tener que ver. "Hay diferencias significativas en la disponibilidad de alimentos saludables, dependiendo del lugar en que se viva", apuntó Mellen.

Mellen también insistió en la relación entre médico y paciente y cómo era afectada por los métodos de pago de la atención médica.

"La asesoría dietética no se reembolsa", apuntó Mellen. "Medicare no reembolsa por asesoría dietética". Por lo tanto, es más fácil para un médico escribir una receta para un medicamento antihipertensivo que pasar tiempo hablando con alguien sobre unos buenos hábitos dietéticos, señaló.

El Dr. George Bakris, director de la unidad de trastornos hipertensivos de la Universidad de Chicago, anotó que la dieta tenía algunas desventajas prácticas, comenzando por los costos.

"Aunque la dieta es ciertamente nutritiva y ofrece un equilibrio de todas las frutas y verduras que se necesitan, si se va al supermercado a hacer la compra, es más cara de lo que la gente cree", dijo Bakris.

La dieta DASH también conlleva más preparación que la mayoría de comidas, dijo. "Gran parte de ella tiene que ser preparada y actualmente la gente está acostumbrada a las cosas rápidas", señaló Bakris. "En los estudios originales, la comida era preparada por los participantes. No es para todo el mundo".

El mensaje final: Lograr que más personas hipertensas sigan la dieta DASH no será fácil, aseguró Bakris. "Si uno no lo puede pagar, no se lo come", dijo.

Más información

Para más información sobre la dieta DASH, visite el U.S National Heart, Lung and Blood Institute.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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