Un horario irregular para irse a la cama conduce a problemas conductuales en los niños, según un estudio

Pero fijar una hora constante para irse a la cama puede corregir los problemas, afirma una investigadora

LUNES, 14 de octubre (HealthDay News) -- Un horario regular para ir a la cama podría garantizar más que un buen sueño por la noche tanto para los niños como para sus padres. Un horario regular para irse a dormir puede hacer que el niño se comporte mejor, sugiere una investigación reciente.

Cuando los niños de siete años tenían horarios irregulares para irse a la cama, era más probable que presentaran problemas conductuales que sus pares que iban a dormir a una hora constante. Y el estudio también halló que mientras más tiempo había pasado el niño yéndose a dormir a unas horas inconstantes cada noche, peores eran los problemas conductuales.

"Los horarios irregulares para ir a dormir se vincularon con dificultades conductuales, y esos efectos parecieron acumularse durante toda la niñez temprana", apuntó la autora del estudio, Yvonne Kelly, profesora de epidemiología del ciclo vital en el Colegio Universitario de Londres.

"También hallamos que los efectos parecían ser reversibles. Los niños que pasaban de no tener un horario regular a tener uno para irse a la cama mostraron mejoras en la conducta, y viceversa", añadió.

Kelly y colegas revisaron los datos de más de 10,000 niños de 7 años inscritos en el Estudio de la Cohorte del Milenio de Reino Unido. Los detalles sobre el horario para irse a dormir de los niños se recolectaron cuando tenían 3, 5 y 7 años.

Al mismo tiempo que se recolectaron los hallazgos sobre el sueño, los investigadores pidieron a los maestros y a las madres que calificaran la conducta de los niños. La encuesta sobre la conducta incluyó 25 preguntas.

Los niños con horarios irregulares para irse a la cama tenían más problemas conductuales que los niños con horarios regulares, según sus maestros y sus madres. Las madres calificaron a los niños con horarios irregulares para ir a la cama con ligeramente más problemas de conducta que los maestros.

Mientras más tiempo tenía un niño un horario irregular para irse a la cama, mayores eran sus dificultades conductuales. En promedio, un niño que tenía un horario irregular para irse a dormir en un momento específico del estudio aumentaba su puntuación en la escala de dificultades conductuales en alrededor de medio punto. Si ese niño tenía un horario irregular para irse a la cama en dos momentos específicos del estudio, la puntuación aumentaba en alrededor de un punto. Si ese niño tenía un horario irregular para irse a la cama en tres momentos específicos del estudio, la puntuación aumentaba en poco más de dos puntos.

"Medio punto corresponde a un efecto 'pequeño'. Los horarios irregulares en dos edades, y en las tres edades, se correspondían con una diferencia de 1 y 2 puntos en las puntuaciones de conducta. Los efectos de ese tamaño tendrían una significación clínica 'moderada'", señaló Kelly, cuando se le preguntó si esas diferencias en la puntuación representarían una diferencia notable en la conducta de un niño.

La buena noticia del estudio es que si cambia a su hijo a un horario regular para irse a la cama en lugar de uno irregular, es probable que su conducta mejore. Pero también ocurre lo contrario. Si un niño con un horario de sueño regular cambia a uno irregular, es probable que la conducta empeore, anotaron los investigadores.

Kelly señaló que los horarios irregulares para irse a la cama podrían contribuir a los problemas conductuales de varias formas. "En primer lugar, cambiar la hora de irse a la cama noche tras noche interfiere con los ritmos circadianos [el reloj del cuerpo] e induce un estado parecido al desfase horario. En segundo lugar, las irrupciones en el sueño interfieren con procesos que tienen que ver con la maduración del cerebro", explicó.

La Dra. Ruby Roy, pediatra del Hospital Pediátrico La Rabida en Chicago, se mostró de acuerdo en que varios motivos podrían contribuir a una conexión entre unos horarios irregulares para irse a la cama y los problemas conductuales.

"Cuando los niños no tienen estructura y predictibilidad, tienen ansiedad", señaló Roy. "Es natural que los niños quieran poner a prueba los límites, y cuando no tienen límites, eso provoca ansiedad y mala conducta. La falta de sueño también puede crear problemas conductuales, y algunos de esos niños quizás solo se vayan a dormir cuando están casi desmayados del cansancio, lo que significa que no duermen lo suficiente", explicó.

"Los niños probablemente duermen mejor con unos horarios regulares para irse a la cama y cuando tienen rutinas establecidas para ese momento", añadió Roy.

Kelly concluyó que "tener unas rutinas regulares cerca de la hora de irse a dormir parece ser importante para el desarrollo conductual de los niños. Pero hay muchos factores más que también influyen. Así que no deberíamos obsesionarnos demasiado con que los niños se vayan a la cama a la misma hora todas las noches".

El estudio aparece en línea el 14 de octubre y en la edición impresa de noviembre de la revista Pediatrics.

Más información

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece algunos consejos sobre las rutinas para irse a la cama.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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