Los antidepresivos combaten la depresión relacionada con la enfermedad cardiaca

Un medicamento común resultó superior a la psicoterapia en un ensayo

MARTES 23 de enero (HealthDay News/HispaniCare) -- El tratamiento con medicamentos podría ser superior a la psicoterapia para aliviar la depresión mayor experimentada por muchos pacientes de enfermedad cardiaca grave, según encuentra un estudio canadiense.

El estudio de tres meses de 284 personas que ya habían sufrido ataques cardiacos o tenido otros problemas, como obstrucciones de arterias cardiacas, encontró que el tratamiento con el antidepresivo citalopram (Celexa) era más efectivo que las sesiones semanales de psicoterapia para disminuir los síntomas de depresión, según un informe publicado en la edición del 24 al 31 de enero del Journal of the American Medical Association.

Celexa es un antidepresivo que pertenece a la familia de medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), entre los que también se encuentran Paxil, Prozac y Zoloft.

"Varios estudios más han encontrado que el tratamiento combinado de la depresión funciona bien en estos pacientes", afirmó el Dr. Francois Lesperance, investigador principal y profesor asociado de psiquiatría de la Universidad de Montreal. Sin embargo, "encontramos que para los pacientes de enfermedad cardiaca, la psicoterapia no es superior. No está mal, pero no es mejor que la terapia con medicamentos", señaló.

Los expertos calculan que alrededor del 20 por ciento de las personas que tienen enfermedad cardiaca grave sufren de depresión mayor. El problema no es sólo mental. Varios estudios han indicado que la depresión puede empeorar los resultados cardiovasculares.

El Dr. Alexander H. Glassman es profesor de psiquiatría del Colegio de médicos y cirujanos de la Universidad de Columbia y coautor de un editorial acompañante sobre los hallazgos. Anotó que en el estudio sólo participaron pacientes a los que se les había diagnosticado depresión mayor.

"Si hay depresión mayor, lo mejor es inclinarse por el tratamiento", afirmó Glassman. "Pero no se incluyeron los casos leves" en el estudio, de manera que los médicos tienen poca guía para el tratamiento de la depresión menos grave, apuntó.

Glassman señaló que su propio equipo informó sobre resultados similares en un estudio ligeramente más grande. "El medicamento [Celexa] realmente parece funcionar" para reducir la depresión, dijo. "El problema real es si reduce el riesgo médico. Y nadie conoce esa respuesta. Hay indicaciones de que es así, provenientes de otros estudios, pero los aseguradores médicos y el gobierno no diseñan políticas basándose en indicaciones".

Lo que sucede en el mundo real es que las personas que han sufrido ataques cardiacos o tienen otros problemas cardiacos importantes por lo general son tratados por el médico familiar, quien con frecuencia no está al tanto del peligro de depresión, apuntó Glassman. "Si no se quejan de depresión, no son tratados por depresión", afirmó.

Aunque la evidencia del beneficio cardiovascular de un tratamiento así está lejos de ser concluyente, tratar la depresión simultánea "es probablemente mejor para la salud médica, por lo menos de manera modesta", enfatizó Glassman.

El Dr. J. Thomas Bigger Jr., un cardiólogo que también es profesor de medicina en Columbia y es coautor del editorial, estuvo de acuerdo en que "no está claro si usar ISRS mejora el índice de mortalidad o reduce los ataques cardiacos recurrentes". Pero apuntó que hay buenos motivos para ofrecerle estos medicamentos a los pacientes cardiacos deprimidos.

"La depresión es una afección dolorosa y triste, y añadirla a un ataque cardiaco crea una situación muy mala", afirmó Bigger. "Los ISRS funcionan para la depresión, son seguros en ese ambiente porque no causan problemas en la enfermedad cardiovascular, y no hay motivo para no usarlos para que el paciente se sienta mejor. Es como tomar aspirina para el dolor de cabeza para que alguien se sienta mejor".

La seguridad de los ISRS después de un ataque cardiaco o problema similar es un punto importante, porque "los médicos son un poco cautos para añadir medicamentos durante ese periodo de tiempo", explicó Bigger. "Ciertamente, no hay pruebas contra su uso seguro en el periodo inicial después de un ataque cardiaco".

Más información

Para encontrar una información completa sobre la depresión, visite el U.S. National Institute of Mental Health.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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