Un tercio de los veteranos de Irak buscan servicios de salud mental

Estudio encontró que la mayoría acudió dentro de los dos años de su regreso

MARTES 28 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Alrededor de un tercio del personal militar de los EE.UU. que regresa después de la guerra en Irak está buscando servicios de salud mental, demuestra un nuevo estudio.

Y alrededor de un quinto de esos soldados cumplen con los criterios de algún problema de salud mental.

Para los militares, esto es una buena noticia, por lo menos cuando se trata de que las personas están usando servicios de atención sanitaria para sus problemas en ciernes.

"Nos sorprende agradablemente la cantidad de personas que buscan salud mental, y que tantos la busquen en el primer par de meses", afirmó el Dr. Charles S. Milliken, psiquiatra del Instituto de Investigación del Ejercito Walter Reed.

Milliken es el autor principal del estudio que aparece en la edición del 1 de marzo del Journal of the American Medical Association.

La operación libertad iraquí (OLI) comenzó en marzo de 2003, y se ha convertido en la operación terrestre de mayor duración desde la guerra de Vietnam.

Los militares de los EE.UU. tienen varios programas para evaluar a los veteranos de guerra cuando regresan al país.

Un programa del ejercito provee a los veteranos con un horario de sólo medio día para que puedan reconectarse con sus familias durante una parte de cada día, y durante la otra parte, permanecer con sus compañeros soldados.

"No tienen que adaptarse súbitamente", explicó Milliken. "Esto le da a la familia tiempo para acostumbrarse al soldado y viceversa, al mismo tiempo que el soldado permanece en contacto con sus camaradas". Los soldados también reciben instrucciones y guía sobre las respuestas de adaptación, como la hipervigilancia y el sueño.

El otro programa, la Evaluación de Salud Post Despliegue, evalúa a todos los soldados en servicio que regresan para detectar problemas de salud física y mental.

El análisis actual es el primero de los datos de la Evaluación de Salud Post Despliegue, la cual, a su vez, es una de las primeras bases de dato de su tipo.

"Este es un nuevo trabajo", apuntó Milliken. "En las guerras previas, la incidencia del impacto en la salud de la guerra y el trauma realmente no se había estudiado hasta tres o cuatro años luego de que el conflicto terminara".

"Tienen algunos datos llamativos sobre el volumen potencial de personas que regresarán potencialmente con la necesidad de algún tipo de asistencia del sistema médico", añadió Simon Rego, director asociado de capacitación en psicología en el Centro Médico Montefiore, y profesor asistente de psiquiatría y ciencias de la conducta en el colegio de Medicina Albert Einstein, ambos en la ciudad de Nueva York. "Dados los avances en la gestión electrónica de datos, esta es una de las primeras veces que hemos podido evaluar este asunto prospectivamente".

La base de datos incluyó información de 16,318 miembros del personal que regresaban de Afganistán, 222,620 que regresaban de Irak, y 64,967 que habían prestado servicio en otros lugares. Las evaluaciones, que incluían pruebas para TEPT, depresión mayor y otros problemas mentales, fueron completadas entre el 1 de mayo de 2003 y el 30 de abril de 2004.

Los individuos que regresaban de Irak experimentaron más combate y problemas mentales que los que regresaban de Afganistán u otros lugares. Poco más del 19 por ciento de los soldados y marinos que regresaban de Irak cumplían con los criterios de riesgo para un problema de salud mental, en comparación con el 11.3 por ciento de los provenientes de Afganistán y el 8.5 por ciento de los que volvían de otros lugares.

Las personas que habían estado expuestas a combate en Irak eran más propensas a tener resultados positivos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Cerca del 80 por ciento de los miembros de servicio que resultaron positivos para el TEPT luego de volver de Irak reportaron haber visto a una persona herida o muerta, o haber descargado su arma en combate directo, en comparación con el 47.8 por ciento de los que resultaron negativos en la prueba de TEPT.

Treinta y un por ciento de los veteranos de Irak tuvieron por lo menos una consulta ambulatoria de atención de salud mental durante el primer año luego del despliegue. El treinta y cinco por ciento de los veteranos de Irak usaron servicios de salud mental anualmente, incluido el 12 por ciento que usó servicios para un problema de salud mental.

Más de la mitad (el 56 por ciento) de los que fueron referidos a servicios de salud mental recibieron atención de seguimiento.

"Parece haber una discrepancia entre el número de referidos a ayuda y los que la buscaban", apuntó Rego. "Claramente, hay algo que se debería hacer para aumentar el proceso de evaluación".

Menos del 10 por ciento de todos los miembros de servicio que recibieron tratamiento de salud mental fueron referidos a través del programa de evaluación.

Los problemas de salud mental también se relacionaron a abandono de los militares.

Sin embargo, en general, los servicios ven la noticia como positiva.

"Los militares están realmente tratando de ser proactivos sobre la mitigación de los tipos de impactos mentales que se ven en la guerra", aseguró Milliken. "La buena noticia es que muchas personas están alcanzando servicios de salud mental en ese primer año, lo que es en sí una preocupación porque para los hombres jóvenes el estigma puede ser un problema".

"Una noticia aún mejor es que dos tercios de los que buscan atención en los dos primeros meses vuelven", continuó. "Queremos que las personas busquen ayuda precozmente para que los síntomas no se vuelvan TEPT crónico u otros problemas crónicos".

El análisis también deberá servir como una guía a medida que los militares calculan qué recursos futuros de salud mental necesitarán sus miembros.

Más información

El National Center for PTSD (TEPT) tiene mayor información sobre la guerra en Irak.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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