JUEVES 18 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- La religión y la espiritualidad podrían tener un efecto positivo sobre la presión sanguínea, de acuerdo con un estudio de más de 5,300 estadounidenses negros.
Los investigadores encontraron que las personas que participaron en el Jackson Heart Study de Misisipí que estaban involucrados o participaban en actividades religiosas tenían una presión sanguínea significativamente más baja que las personas que no lo hacían, aunque las personas involucradas en actividades religiosas eran más propensas a tener presión sanguínea alta, puntuaciones más altas en el índice de masa corporal (IMC) y menores niveles de adhesión a los medicamentos.
Los hallazgos fueron presentados el jueves en la reunión anual de la American Society of Hypertension en la ciudad de Nueva York.
"Las disparidades en la salud cardiovascular entre los estadounidenses de origen africano son ampliamente reconocidas y la hipertensión es el factor de riesgo más prominente en el desarrollo de enfermedad cardiovascular entre ellos", afirmó en una declaración preparada la autora del estudio Sharon Wyatt, del Centro Médico de la Universidad de Misisipí en Jackson.
"Nuestros hallazgos muestran que la integración de la religión y la espiritualidad, es decir, ir a la iglesia y orar, podrían proteger a los individuos expuestos al estrés y retrasar los efectos nocivos de la hipertensión. Puede que incorporar estas prácticas en la vida diaria de los individuos sea útil", señaló Wyatt.
Algunas investigaciones anteriores han sugerido que la religión y la espiritualidad podrían tener un efecto protector sobre los resultados de salud.
Más información
El U.S. National Center for Complementary and Alternative Medicine tiene información sobre la oración y la espiritualidad en la salud.
