Un estudio de los sueños antes y después del 11-S sugiere que la cobertura por televisión contribuyó de manera significativa al estrés

Experto asegura que los hallazgos podrían aplicar para los que se enfrentan a la tragedia del Virginia Tech

VIERNES 20 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Un estudio sobre los sueños de los estadounidenses en las semanas que antecedieron y sucedieron al 11 de septiembre de 2001, sugiere que la cobertura en televisión de los ataques terroristas en realidad aumentó los niveles de estrés de la teleaudiencia.

Según un experto, el hallazgo probablemente aplique para la mayoría de las noticias traumáticas importantes, como la masacre de estudiantes y profesores del Virginia Tech.

"¿Deberíamos permitirle a los niños ver en la televisión las repercusiones de estos hechos violentos de Virginia? Claramente, una de las lecciones que aprendimos del 11 de septiembre es que no debería ser así. Los padres deberían revisar muy bien lo que ven sus hijos, incluso ellos mismos, si saben que son especialmente vulnerables", opinó Alan Hilfer, psicóloga en jefe del Centro Médico Maimonides de la ciudad de Nueva York.

Hilfer no participó en el estudio, dirigido por Ruth Propper, profesora asociada de psicología del Colegio Merrimack de North Andover, Massachussets.

Su equipo halló que cada hora adicional de exposición diaria a la programación televisiva relacionada con el 11-S aumentó el nivel de estrés de un individuo en 6 por ciento, como se refleja en sueños repletos de imágenes estremecedoras de los eventos del día.

También hubo buenas noticias del estudio. Los niveles de estrés comenzaron a reducirse cuando la gente hablaba más sobre la tragedia con los miembros de la familia y los amigos.

El estudio aparece publicado en la edición de abril de Psychological Science.

Los desastres ampliamente publicitados siempre suscitarán estrés y el equipo de Propper buscó comprender la función del ciclo de 24 horas de noticias con el que contamos hoy dentro de esa dinámica. Para hacerlo, los investigadores se enfocaron en el contenido de los "diarios de sueños" de 14 estudiantes de pregrado de Boston y sus alrededores que se inscribieron en un curso sobre dormir y los sueños. Los estudiantes comenzaron con los diarios al final de agosto de 2001 y los mantuvieron hasta el 3 de diciembre.

Propper aseguró que la relación de los sueños con los niveles diarios de estrés sigue siendo debatida. "Algunas personas creen que los sueños alivian o mitigan el estrés, otras dicen que los sueños no son más que el reflejo del procesamiento que reduce el estrés y otras consideran que no existe relación", explicó.

De todos modos, en este estudio "interpretamos soñar con cosas relacionadas al 11-S como un indicador de estrés", aseguró Propper. En otras palabras, se consideró que las imágenes de los sueños, como las torres ardiendo, los aviones que se estrellan y cosas similares eran más indicadoras de estrés que la imágenes más vagas no relacionadas directamente con el 11-S.

Los diarios revelaron que "el contenido de los sueños de la gente cambió después del 11-S", comentó Propper. Por ejemplo, en comparación con los sueños que tuvieron lugar en las semanas antes del evento, "era dos veces más probable que los sueños posteriores al 11-S contuvieran referencias especificas a ese día, fueran amenazadores o contuvieran temas relacionados con los hechos", relató el investigador.

Aun así, no todos los estudiantes tuvieron las mismas imágenes atemorizantes del 11-S en sus sueños.

Específicamente, los participantes que habían estado expuestos a una mayor cobertura televisiva de los ataques también eran los más propensos a tener sueños con altos niveles de elementos específicos del 11-S, lo que sugiere, según Propper, mayores niveles de estrés. De hecho, las probabilidades de este tipo de imágenes aumentaron con la cantidad de horas diarias que los estudiantes vieron la cobertura del 11-S (entre 1 y 12 horas diarias), según los informes de los estudiantes.

Propper anotó que esta investigación no es única. Un estudio, publicado en 2003 en Dreaming, arrojó resultados similares entre 16 personas que habían llevado diarios sobre el sueño durante los meses anteriores y posteriores al 11-S.

Propper aseguró que no sabe por qué ver repetidamente un evento horroroso podría aumentar los niveles de estrés o por qué tanta gente está fascinada con ese tipo de cobertura.

Hilfer considera que la respuesta a la segunda pregunta es sencilla, por curiosidad.

"Todos estamos buscando nueva información, buscamos complementar nuestra base de información, aún si nos resulta traumático", explicó.

Sin embargo, según los hallazgos recientes, podría ser más saludable apagar el televisor de vez en cuando, recomendó Hilfer. "Estas son lecciones que se pueden aplicar al ver los medios por los incidentes que están teniendo lugar en Virginia en este momento", agregó.

Podría haber un método probado y comprobado para reducir la ansiedad relacionada con los eventos traumáticos, hablarlo con otras personas.

El estudio de Propper halló que las imágenes específicas del 11-S en los sueños fue reemplazada gradualmente por imágenes menos específicas y menos estresante entre más tiempo pasara la gente hablando sobre los ataques con la familia o los amigos.

Ese hallazgo tiene sentido para Hilfer.

Los psicólogos "siempre le están diciendo a la gente que comparta el estrés, que acudan a terapia, que hablen sobre los eventos más terriblemente estresantes de sus vidas para regresar a casa sintiéndose mejor", anotó. "Puede que no se haya resuelto nada concreto, pero el hecho de compartir la historia y las preocupaciones personales, que otra persona las escuche, con frecuencia reduce el estrés".

Más información

Para más información sobre la ansiedad, visite la American Psychological Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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